El protagonismo de Sánchez y Díaz eclipsa la función de Albares
Exteriores se desmarca del viaje a Palestina de la vicepresidenta y de la petición de Moncloa a la UE contra Israel
El viaje de Yolanda Díaz a Palestina y una carta enviada desde el Palacio de la Moncloa a la Comisión Europea para que actúe urgentemente en Gaza pusieron ayer de manifiesto que desde la presidencia y vicepresidencia segunda del Gobierno siguen su propia línea en materia de política exterior y actúan al margen de la actividad y directrices del ministerio del ramo, que dirige José Manuel Albares.
La primera noticia saltaba a primera hora de la mañana: la vicepresidenta segunda viajará próximamente a Palestina. La visita responde a una invitación de su homólogo, Nasri Abu Jaish, que Yolanda Díaz aceptó nada más recibirla y de la que informó después al Ministerio de Asuntos Exteriores. Algo que ratificó después el propio Albares durante un acto de campaña del PSOE en Lugo, aunque con un matiz llamativo: «Desde Exteriores no estamos preparando ninguna visita de la vicepresidenta segunda a Palestina».
Desde el departamento de Albares se desmarcaron así del viaje de Yolanda Díaz a esta zona en pleno conflicto armado, mientras fuentes gubernamentales destacaron a este periódico que el Ministerio de Trabajo no ha solicitado –al menos todavía– ningún apoyo diplomático a Exteriores, tampoco para asuntos de seguridad de cara al mencionado viaje.
Estas mismas fuentes afirmaron que, desde que la vicepresidenta segunda confirmó a la Autoridad Palestina que viajaría hasta allí, no se ha producido ninguna interlocución por parte de Yolanda Díaz a su compañero de gabinete y jefe de la diplomacia española para informarle de su viaje a Palestina.
A falta de cerrar las fechas de la visita, según informaron desde el Ministerio de Trabajo, lo que se pretende con este viaje es estrechar la colaboración entre España y Palestina tras los ataques de Hamás a Israel el 7 de octubre del año pasado.
Después del presidente
Esta será la primera ocasión en la que Díaz visita Palestina desde que se produjo la escalada del conflicto. Hasta ahora, el único miembro del Gobierno que ha viajado a la región ha sido el presidente, Pedro Sánchez, quien mantuvo sendos encuentros con las autoridades israelíes y palestinas a finales de noviembre del año pasado.
La iniciativa de solo visitar Palestina, además de responder a una invitación de su homólogo, también supone toda una declaración de intenciones por parte de Yolanda Díaz, que realizará este viaje más en calidad de líder de Sumar que de vicepresidenta segunda del Gobierno, ya que España –a través de intervenciones de Sánchez y Albares y también de Felipe VI– defiende la solución de los dos Estados para terminar con la crisis de Oriente Próximo y así asegurar una paz duradera en esta región.
La formación que dirige Díaz ha declarado públicamente en varias ocasiones su posición de reconocer el Estado de Palestina por parte de España y la urgencia de un alto el fuego en la región de Gaza tras los ataques de Hamás y las ofensivas de Israel, que desde Sumar tildan de «masacre».
La iniciativa de Díaz demuestra, una vez más, la distancia que existe entre PSOE y Sumar en los asuntos de política exterior, donde toman decisiones por separado y al margen de la coalición de gobierno. Una forma –la de ir por libre– que genera roces en el Gobierno y que lleva a España a dar bandazos que de puertas hacia afuera, como ya se ha explicado en estas mismas páginas en varias ocasiones, generan desconcierto y no se saben interpretar. En esta ecuación el Ministerio de Asuntos Exteriores se encuentra muchas veces en medio y sin demasiado margen de maniobra.
Prueba de ello es que, dos horas después de conocerse que Yolanda Díaz viajará a Palestina próximamente, el Gobierno de España envió junto a Irlanda una carta a la Comisión Europea para que actúe urgentemente en Gaza y, en esta ocasión, fuentes diplomáticas aseguraron que ese escrito salía del Palacio de la Moncloa y que Exteriores no había intervenido en nada.
La actuación israelí
La carta firmada por España e Irlanda fue enviada «ante la situación insostenible en Gaza» y por «el riesgo de una catástrofe humanitaria aún mayor por la ampliación de la operación militar israelí sobre Rafah». Según el texto, ambos países reclaman «una evaluación urgente del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea (UE) e Israel para que investigue si se están cumpliendo los puntos esenciales de la relación en materia de derechos humanos y principios democráticos».
«La ampliación de la operación militar israelí en la zona de Rafah supone una amenaza grave e inminente que la comunidad internacional debe afrontar con urgencia», continúa la misiva.
Al final de la mañana, Yolanda Díaz consideró públicamente que «España puede hacer más» que enviar una carta. Y en ese momento Albares salió en defensa de Sánchez y reivindicó la «valentía» del presidente: «Ha sido el líder que más lejos ha ido en la defensa de los Derechos Humanos, del Derecho Internacional Humanitario y sobre todo de la población civil palestina».
Fuentes gubernamentales recordaron a ABC que quien dicta la política exterior de España es el presidente del Gobierno y, después, el ministro Albares. Esto suponía una clara advertencia a Yolanda Díaz: si va a Palestina no será para ejercer de portavoz de la política exterior española.
Fuentes gubernamentales advierten que es el presidente y no su socia de gobierno quien dicta la política exterior de España