Alemania empieza a ver con buenos ojos el plan francés
Por primera vez en décadas, por primera vez desde la Guerra Fría, Alemania ha informado a la OTAN de un gasto de defensa del 2% de su PIB para el año en curso, que corresponde a una suma de 73.410 millones de dólares, cifra récord, según ha publicado la agencia DPA. Pero después de las declaraciones de Donald Trump, en las que amenazaba con dar vía libre a Putin en Europa, comienza a importar tanto la cantidad como la calidad. El ministro alemán de Hacienda, el liberal Christian Lindner, ha firmado un artículo invitado en el diario ‘Frankfurter Allgemeine Zeitung’ en el que aboga por abrir conversaciones con Francia sobre una nueva política europea de disuasión nuclear. «El presidente francés ha hecho varias ofertas de cooperación», señala Lindner. En efecto, Macron ofreció en 2020 a Alemania y a otros socios de la UE la apertura de conversaciones sobre una cooperación europea en materia de disuasión nuclear, pero no obtuvo respuesta.
En opinión de Lindner, la posibilidad de que Trump vuelva a la Casa Blanca es motivo suficiente para reconsiderar el asunto y propone incluir a Reino Unido también en esas conversaciones. Su propuesta choca con las intenciones del canciller Olaf Scholz que, por el momento, rechaza incluir el asunto en la agenda política de la ‘coalición semáforo’. Ya dejó claro en enero que este debate no toca y esta semana, después de criticar las «irresponsables» palabras de Trump, ha reiterado que su opción de defensa sigue siendo la OTAN. «Tenemos una OTAN que funciona, y esto también incluye lo que hemos desarrollado en términos de cooperación nuclear». Pero no todos en su partido, en el que Scholz va ya de salida debido al pozo de popularidad del que no parece capaz de salir, opinan lo mismo. La candidata del Partido Socialdemócrata (SPD) a las europeas de junio y vicepresidenta del Parlamento Europeo, Katarina Barley, ha propuesto la construcción de un arsenal nuclear propio por parte de la UE.
Por ahora, este debate se desarrolla en los medios de comunicación. En una entrevista con ‘Tagesspiegel’, Barley cuestiona la fiabilidad de la protección nuclear de Europa liderada por EE.UU. y ha inaugurado con ello una nueva era de la defensa europea. «En vista de las últimas declaraciones de Trump, ya no
se puede confiar en esa protección», ha dicho Barley. «En el camino hacia un ejército europeo, la necesidad de capacidades nucleares también podría convertirse en un problema».
Un giro apreciable
Los Verdes, partido ecopacifista que forma parte de la ‘coalición semáforo’, se ha limitado por ahora a manifestar su asombro y a plantear preguntas. Anton Hofreiter, presidente de la comisión de Asuntos Europeos, ha pedido detalles sobre «cómo debe ser una estructura de mando y quién decide su despliegue». Teniendo en cuenta que esta coalición cerró en abril de 2023 los últimos dos reactores nucleares activos en Alemania, se trata de un giro apreciable.
El Gobierno alemán tiene visiones contradictorias sobre la cuestión, igual que la oposición conservadora. «Cualquiera que fantasee con una potencia nuclear europea pasa por alto la oferta única de confianza que es el intercambio nuclear dentro de la OTAN por parte de EE.UU. y sus aliados», ha señalado el vicepresidente del grupo parlamentario CDU/CSU, Johann Wadephul. Sin embargo, el jefe del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, defendía que los europeos tienen que prepararse para la guerra sin el apoyo de EE.UU. y construir su propio arsenal nuclear. «Queremos a la OTAN, pero también tenemos que ser lo suficientemente fuertes como para poder defendernos sin ella o en tiempos de Trump», dijo.