Sanidad regulará el cannabis medicinal con pastillas dispensadas en hospitales
Estará disponible para patologías concretas y solo si no funcionan el resto de tratamientos autorizados
Aprincipios de año, Sanidad adelantaba que en esta legislatura retomaría otro de los asuntos que los predecesores de Mónica García dejaron pendiente, la regulación del cannabis medicinal, que ayer inició su trámite y se encuentra ya en fase de consulta pública. Tal como ha consensuado el ministerio junto a las principales sociedades médicas y farmacéuticas, será una legislación restrictiva, pues solo los pacientes de enfermedades muy concretas podrán acceder a esta medicación y para ello deberán haberse sometido, sin éxito, a todos los tratamientos autorizados que existan para aliviar su dolor.
Así, según trasladó el ministerio a las sociedades científicas en una reunión que tuvo lugar el pasado martes, la norma regulará la posibilidad de utilizar el aceite de cannabis en fórmula magistral, de manera que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) autorizará a laboratorios para que preparen el aceite de cannabis, que contendrá cannabidiol y tetrahidrocannabinol, componentes de la planta del cannabis.
En la misma reunión Sanidad también trasladó a los profesionales que estos medicamentos a base de aceite de cannabis se prescribirán para pacientes con convulsiones en determinadas epilepsias, la espasticidad en esclerosis múltiple, el dolor neuropático y las náuseas derivadas de los tratamientos para el cáncer. Pero se pretende que, a medida que se use y se vaya viendo mayor evidencia, aumenten los supuestos en los que se pueda prescribir.
Pero para poder recetar estos fármacos los médicos especialistas deberán constatar la falta de eficacia de otros medicamentos autorizados para estos síntomas utilizados en los pacientes. Además, serán los servicios de Farmacia de los Hospitales los que se encarguen de preparar estas fórmulas, aunque la intención del ministerio es que se pueda ampliar a medida que se vayan obteniendo resultados sobre el uso de las mismas. La administración será por vía oral, mediante pastillas, pues Sanidad defiende que es «la más adecuada en términos de efectividad terapéutica y seguridad para los pacientes».
«No estamos hablando de regular un medicamento y que cualquiera vaya a la farmacia a comprarlo, no se trata de la autorización de un nuevo medicamento para su comercialización. Solo hablamos de la legalización terapéutica para uso medicinal, nada de legalización lúdica o recreativa. Y los médicos no estamos en contra de nada que pueda ayudar a los enfermos», explica Pedro Hidalgo, miembro del Observatorio de la prescripción de la Organización Médica Colegial (OMC), que estuvo presente en la reunión con el ministerio. Insiste en que el cannabis es «una sustancia malévola», por lo que hay que dejar claro que esta norma no busca fomentar su consumo, «pero cuando un paciente sufre tenemos que buscar lo que le ayude».
«Ni fumado ni inhalado»
También Jesús Porta, presidente de la Sociedad Española de Neurología, cree que hay que poner el foco en que se trata de una norma restrictiva y que en ningún caso va a abrir la puerta al consumo recreativo del cannabis. «Será solo por vía oral, no va a ser fumado ni inhalado. Solo en pastillas», resalta.
Actualmente, hay dos medicamentos, el sativex y el epidiolex, elaborados a base de cannabis y utilizados para pacientes con esclerosis múltiple y algunos tipos de epilepsia, respectivamente. En los pacientes en los que estos fármacos cumplen su cometido, es decir, que ayudan para paliar su dolor, no se va a recurrir a las pastillas que regulará la nueva norma, sino que seguirán con estos tratamientos. «Este uso va a ser exclusivamente para pacientes que no lo tienen», aclara Porta. La diferencia, además, es que estos son dos medicamentos autorizados por la Aemps, mientras que la solución que darán las farmacias hospitalarias tendrá composiciones distintas para cada paciente según sus circunstancias.
Además, los médicos deberán hacer un seguimiento activo de los pacientes que tomen estas pastillas y notificar los efectos adversos que detecten. «Vamos a ver cómo funciona en cada paciente y a hacer un seguimiento a cada uno de ellos, porque cada paciente va a ser un estudio clínico que nos evalúe las posibilidades del fármaco, no vaya ser que sea peor el riesgo que el beneficio», apunta Hidalgo.
Con el inicio de la norma, Sanidad cumple con el mandato que desde el año pasado tenía del Congreso de los Diputados para elaborar una regulación del cannabis con fines terapéuticos, pues así lo dictaminó una subcomisión creada al respecto. En su informe, además, solicitó la creación de un registro de los pacientes a los que se prescriban estas fórmulas para evaluar los resultados del tratamiento.
Los médicos deberán realizar un seguimiento de los pacientes que lo tomen y notificar los efectos adversos que detecten