«La misión europea ha probado que la inmersión lingüística es un arma para adoctrinar»
«Alegría», «alivio» y «emoción contenida» entre las familias, docentes y asociaciones en defensa del castellano tras conocer el informe preliminar de la misión europea que evaluó la inmersión y se debatió finalmente en la Eurocámara. Consideran que el documento da respuesta a sus reivindicaciones y marca un punto de inflexión en la política lingüística de la Generalitat.
El informe, que se votará en la Eurocámara el 19 de marzo, pide igualdad de trato para el catalán y el castellano en las aulas de Cataluña y recuerda a la Generalitat que no puede discriminar a los alumnos por razón de lengua ni incumplir sentencias porque «vulnera derechos fundamentales» y va en contra de la legislación europea. En sus recomendaciones, los eurodiputados piden que no se discrimine al alumnado por razón de lengua, y condenan las presiones y amenazas a aquellas familias que reclaman el 25 por ciento de español.
La Asamblea por una Escuela Bilingüe
(AEB), peticionaria de la misión, celebró las recomendaciones del informe y negó, tal y como apuntaron eurodiputados contrarios a la misión, que sea «un informe de parte».
En declaraciones a ABC la presidenta de la AEB, Ana Losada, lamenta «el deplorable espectáculo» en Bruselas, donde «socialistas e independentistas han intentado impedir que se celebre el debate» alegando que no se les entregó el informe 24 horas antes y que no estaba en español. «Es cínico e irónico que los mismos que van en contra del español en Cataluña lo reclamen ahora», dice Losada.
Jordi López, también peticionario de la misión, y padre que reclamó el 25 por ciento de castellano para sus dos hijos, escolarizados en El Prat (Barcelona), celebra las conclusiones. «Estamos muy contentos porque el informe constata que la inmersión es mentira, que es una herramienta nacionalista, un arma para adoctrinar a nuestros hijos», apunta.
Javier Pulido, conocido como el ‘padre de Canet’, que fue acosado por pedir el 25 por ciento de castellano para su hija en la escuela Turó del Drac, demuestra emoción contenida frente al documento. «Aunque sea buena noticia, del informe no se extrae ninguna obligación de acatar orden alguna. Sería muy útil que de aquí naciera la voluntad de la CE de redactar una directiva o reglamento europeos (estos sí, de carácter vinculante) en el que se preservara el derecho de todo ciudadano europeo a estudiar en su lengua materna, siempre que la misma sea oficial en el estado en que se encuentra. Esto sí sería una mejor noticia», arguye Pulido.