El Ayuntamiento saca la gestión del estadio por un máximo de ocho años
▶El contrato será por cuatro años, con un canon de 439.000 euros, que podrá ampliarse ejercicio a ejercicio sin conviene a ambas partes
LA situación precaria de los usos del estadio El Arcángel ya tiene visos de solucionarse. El Ayuntamiento intentará, por segunda vez, regularizar la situación precaria que arrastra desde hace más de 30 años el principal campo de fútbol de la Córdoba: el próximo lunes aprobará un nuevo pliego para el otorgamiento de concesión demanial en régimen de concurrencia, por procedimiento abierto del uso privativo del estadio.
Así dio a conocer, ayer, en rueda de prensa el alcalde, José María Bellido (PP), quien concretó que el plazo de la concesión será de cuatro años, prorrogables otros tantos más «de año en año; en total, podríamos llegar a los ocho». El regidor manifestó la necesidad de «poner orden en la gestión de este espacio público deportivo que lleva toda la vida siendo usado por el Córdoba Club de Fútbol en precario, es decir, sin ningún título habilitante».
Una vez se dé luz verde al pliego en Junta de Gobierno Local, se abrirá un plazo de 20 días para la presentación de alegaciones. Después, el Consistorio procederá a su aprobación definitiva y los interesados tendrán un plazo de 35 días para presentar sus ofertas. El nuevo pliego del Arcángel será para cuatro años con un canon de 439.839 euros.
El valor estimado
El valor estimado del bien que se saca a concesión es de 34,5 millones de euros, y el canon anual que ha calculado el Ayuntamiento ascenderá a 109.959,86 euros (9.200 euros al es y 439.839 euros por los cuatro años). Sobre el primer documento, se amplía la superficie a concesión ya que se incluye la zona deportiva, la estructura de preferencia (salvo la ya ocupada por entidades municipales) y los bajos del fondo norte, que se usan como almacén municipal del departamento de Festejos.
El alcalde explicó que dicho cuantía se ha calculado «en función a los ingresos estimados por la explotación del bien, no por su valor en sí mismo; es decir, se ha tenido en cuenta la actividad económica que genera, atendiendo a la cuenta de pérdidas y ganancias de la entidad que lo está usando en precario». Ese canon puede ser variable en los próximos años: «es decir, si hubiera un aumento de los ingresos por parte del futuro concesionario, la cantidad a aportar se recalcularía. Pero, en ningún caso se podrá disminuir el pago del canon que se oferte en el contrato», concretó Bellido.
Podrán ser beneficiarios de este contrato las sociedades anónimas deportivas y otras entidades deportivas que tengan como objeto social principal la participación en competiciones oficiales de carácter profesional o competiciones oficiales deportivas estatales de la modalidad deportiva de fútbol, que tengan plena capacidad de obrar, que no se encuentren incursas en las prohibiciones e incompatibilidades para contratar con la Administración, y que acrediten su solvencia económica, financiera y técnica.
Este pliego permitirá, además, que el estadio tenga otros usos compatibles con el deportivo (sometidos al a licencia de cada unos de esos usos), como, por ejemplo, la celebración de conciertos en El Arcángel.
«Pretendemos normalizar la gestión de un bien público que lleva muchos años en precario y que conlleva una serie de dificultades añadidas para quien ahora es el ‘inquilino’, el CCF: problemas para hacer obras de mantenimiento del estadio, no se quieren hacer inversiones, nosotros tampoco podemos actuar, ya que no tenemos amparo legar... Por eso damos este paso, y confío en que el club muestre interés por este pliego», dijo Bellido.
Este paso es paralelo a la iniciativa urbanística del Córdoba Club de Fútbol para desarrollar un gran proyecto para la conclusión del estadio municipal y la puesta en marcha de diferentes servicios en sus instalaciones. «Si decide presentarla, la estudiaremos, pero hablamos de un proyecto más ambicioso y largo en el tiempo», ha detallado el alcalde. ABC se ha puesto en contacto con el Córdoba Club de Fútbol, que declinó hacer cualquier tipo de declaración hasta «que conozcamos bien el pliego y lo podamos valorar».