Dos capitanes declaran que el paso del lago ya se hizo con medios anfibios y por la orilla
En maniobras de los años 2019, 2020, 2021 y 2022 tuvieron alguna vez el apoyo de los zapadores
Los resultados de la ampliación de las diligencias de investigación sobre la muerte de dos militares ahogados el pasado 21 de diciembre durante una maniobra en la Base de Cerro Muriano denominada ‘cruce del cauce de lago’, remitidas al Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba, y a los que ha tenido acceso ABC, concluyen que nunca antes se había realizado esta práctica en esas mismas condiciones: o bien se hizo con medios anfibios o el recorrido fue incluso por la orilla, de forma que siempre se diera pie.
Esas son algunas de las conclusiones del instructor de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil tras analizar una decena de declaraciones más a familiares del cabo Miguel Ángel Jiménez y varios capitanes que habían realizado un ejercicio similar; sumar el informe de los Grupo Especializado en Actividades Subacuáticas (GEA) y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) así como documentación oficial sobre los planes de este ejercicio.
Según recoge en su informe la Guardia Civil, la maniobra comienza a las cinco horas, cuando se registraban temperaturas de 3,9 grados. Según refieren los participantes en la misma, al finalizar la marcha previa y superar distintos obstáculos, los militares hubieron de esperar hasta las 9.00 horas para cruzar el lago por zu zona central (unos 110 metros de longitud y hasta 3 metros de profundidad). Había entonces en el exterior, según el ente meteorológico, 6,8 grados.
Las bajas temperaturas que se registraron y la espera «debió influir en la pérdida de calor corporal, por lo que, en el momento de introducirse en el agua, donde se pierde calor veinticinco veces más rápido que al aire libre este proceso de debió agravar», apostilla la diligencia.
El capitán investigado diseñó el ejercicio de «cruce táctico de río» y envió toda la documentación pertinente al Jefe de la Plana Mayor de Mando del Regimiento La Reina II el 14 de noviembre de 2023. La propuesta fue posteriormente autorizada por el coronel jefe del Regimiento. En la citada planificación, a la que han tenido acceso los investigadores no hay ninguna solicitud de apoyos de material o de otras unidades. El instructor de la Guardia Civil concluye a tenor de la documentación
aportada, que no hay reguladas instrucciones o medidas de seguridad específicas para el ejercicio realizado por el capitán ahora imputado, por lo que queda al criterio particular del mismo adoptar las que considere oportunas a las circunstancias que se dan.
Las declaraciones más esclarecedoras dentro del atestado son las de dos capitanes que realizaron ejercicios similares al del cruce del lago en los años 2019, 2021 y 2022. Uno de estos mandos, de otro batallón, dirigió un ejercicio similar en 2019. Ante la Policía Judicial ha declarado que la maniobra estaba diseñada para realizar el cruce del pantano, sin hacer pie, apoyado por zapadores, que previamente habían realizado un reconocimiento del mismo. Durante el paso,
que se realizó de dos en dos soldados, se encontraban dando apoyo medios acuáticos y un buceador para cada binomio.
La línea era de guía y su función fundamental era, en caso de necesidad, poder tirar de ella como ayuda para impulsarse y salir del agua. El ejercicio se realizó con personal experimentado. Fueron zapadores en este caso quienes se ocuparon de la instalación de línea entre los extremos, no recordando
el material y despliegue de medios, que consistieron en una embarcación zodiac y buceadores.
En otras maniobras realizadas por otro capitán que también ha testificado, y hechas con personal del periodo básico de instrucción (PBI) —como el de la prueba en diciembre—, al no contar con apoyos de zapadores, éste decidió no realizar el ejercicio en la zona en la que no se hacía pie; pero esa «fue una decisión basada en su propio criterio, no por estar regulado expresamente», reza en este informe.
Este segundo capitán ha aseverado que los ejercicios que realizó (hasta tres) tuvieron lugar en los meses de junio y noviembre de 2021 y junio de 2022. Para el segundo ciclo formativo de 2020 llevó a cabo en junio de
Según los informes que obran en la investigación, la temperatura exterior a la hora de cruzar el lago era de 6,8 grados
Un informe de Interior revela que la Unidad de Zapadores tiene medios pero no «capacidad operativa» desde 2020
En uno de los antecedentes, al no poder contar con los zapadores el capitán cambió el diseño para que no les cubriera el agua
2021 «un cruce del pantano, y solicitó apoyo de zapadores, que como no le fue concedido, cambió el diseño del cruce y optó por zonas en las que no cubriera el agua y por tanto, sin necesidad de nadar». Según consta en un informe del Ministerio del Interior a la Guardia Civil dentro del as pesquisas, la Unidad de Zapadores X «tiene material pero no capacidad operativa para su empleo porque está desactivada desde 2020, por lo que no puede conceder apoyo a otras unidades».
Según este segundo capitán interpelado por los investigadores, el ejercicio «se preparó para que el personal cruzase reduciendo su silueta al máximo, apoyados sobre la mochila y con el fusil encima. El agua, en todos los casos, no cubría, llegaba aproximadamente a la altura del pecho, aunque se debían agachar lo máximo posible».
Apoyos sanitarios
Las declaraciones revelan también que el paso de aguas que se efectuó en noviembre 2021 estaba dentro de una semana de competición, pero se hizo dentro del horario laboral. El de junio de 2021 era una jornada de evaluación con distintas estaciones en las que antes y después del cruce había programadas actividades de instrucción.
En cuanto a los apoyos sanitarios, a juicio de la Guardia Civil, estos estaban previstos en la planificación semanal de la Brigada, y su ubicación prefijada entre los campos de tiro. Además, el capitán ahora investigado, la noche anterior al día del ejercicio indicó que estuviesen atentos por si los necesitaba.
Una vez avisados de la urgencia, no tardaron mucho en llegar a la charca artificial esa mañana, no obstante, a juicio del instructor, «no pudieron atender al soldado con la urgencia que precisaba», al encontrarse inconsciente y con agua en los pulmones, que sí fue atendido por un subteniente, que se encontraba en el lugar de forma casual, al estar practicando deporte y escuchar gritos. El soldado se encontraba en situación de ahogamiento y precisaba una atención sanitaria inmediata. Asimismo ocurrió con otro de los soldados incursos en la maniobra que salió del agua en estado de seminconsciencia, pero tampoco recibió atención sanitaria inmediata.
Las partes aguardan ya a que la Audiencia de Córdoba se pronuncie sobre la inhibición final hacia el Juzgado de lo Togado Militar 21 de Sevilla.