Las acciones de Peso Pluma caen a peso plomo como novio
Lo que ocurre en Las Vegas se queda en internet, o díganselo al cantante mexicano cazado en un casino con otra mujer diferente a Nicki Nicole
En este mundo de palomitas, de espectadores 360º pero también protagonistas con 15 minutos de fama, como linchador o linchado, un Sálvame digital a la internet, poco se habla de la complejidad que tienen ahora las personas infieles y estas sí famosas para conciliar su labor cornuda en un universo 2.0 lleno de ‘smartphones’ (todos somos paparazis ya). Porque si osas en cualquier momento te suben una ‘story’, una foto, un ‘reel’ o un TikTok acometiendo la traición para que lo vea hasta el suegro que no sabe hacer la ‘o’ con el Paint.
Y la viralidad, la enfermedad venérea de una humanidad incapaz de aguantar la insoportable levedad del ser y necesitada para desengrasar el peso de la vida de comentar cualquier tontuna todo a la vez y en todas partes del tertulianismo: que si el ‘moonwalk’ laboral de Alberto Garzón para no defraudar a Twitter, que si ‘Operación Triunfo’, Sora, Nadal saudí, ‘Zorra’ o la pillada a Peso Pluma con las manos en la masa de carne de una muchacha en Las Vegas. Teniendo novia, claro, una tal Nicki Nicole con 21 millones de seguidores en Instagram. ¿Se puede ir por la vida así de beodo con la realidad o fue a propósito para liarla?
El teórico mayor de la sociedad del espectáculo, Guy Debord, se suicidó en 1994 y no llegó a Inés Hernand, que despidió esta retransmisión de los Goya haciendo un ‘fuck you’ más una pedorreta y un: «¡Por el culo!». Más clásica (sin ser difícil), la cantante argentina ha roto su noviazgo con un mensaje en el que agradece el apoyo y cuenta que a quien no te cuida hay que dejarlo atrás y todo eso, aparte de deslizar un punto nada baladí para el trauma: «Con mucho dolor sepan que me enteré de la misma forma que ustedes».
Y es que se subió a la nube (de su infierno) un corte de Peso Pluma en los casinos de Las Vegas tras la Superbowl andando tan pancho de la mano de una mujer con un grupo de seguratas perezosos, que si tal alzan la mano tarde y mal para que no se grabe. ¿El quinto cantante más escuchado en 2023, el fenómeno musical más rompedor del año pasado que ha llevado la regional mexicana a ser considerado el género que puede desbancar al reguetón, puede pensar que no iban a cazarle en escena tan conflictiva para su ultrafamosísima novia? ¿O igual no es tal cosa? Nos da igual, no obstante que se lo explique a Nicki Nicole, que igual hasta le hace un Tamara Falcó, como ya le pasó a Íñigo Onieva cuando se filtró el mítico vídeo, ya prometidos ambos, de este en el Burning Man dándose el lote con otra. En el caso de Nicole, aún la brasa caliente, es imposible el perdón. Ha actuado en Guatemala, donde cantó: «Tú me decías que por mí te morías, pero era otra la que preferías». Y ya, por fin, le hizo un Inés Hernand. O sea, un ‘fuck you’. Y le cayó ovación.
Plan defectuoso ¿El quinto cantante más escuchado de 2023 pensó que no le iban a grabar?