El veto a los vuelos cortos se queda en papel mojado
El veto medioambiental a los vuelos cortos que PSOE y Sumar quieren aprobar a lo largo de la legislatura apunta a quedar en papel mojado. El Gobierno de coalición finalmente ha acotado el alcance de la medida a vuelos nacionales con alternativa ferroviaria de hasta 2,5 horas, pero saca de la ecuación a aquellas operaciones que conecten con los aeropuertos-‘hub’ que enlacen con rutas internacionales. Es decir, los que vuelen hacia Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. El problema es que, con esos condicionantes, ningún vuelo doméstico de los que se operan actualmente se vería afectado.
La propuesta que PSOE y Sumar sellaron en su acuerdo de coalición para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno quedó refrendada por primera vez el miércoles en el Congreso. Se hizo a través de una enmienda transaccional pactada entre ambas formaciones durante el debate de una proposición no de ley presentada por Sumar en la Comisión de Transición Ecológica. Para cerrar ese pacto, la formación de Yolanda Díaz tuvo que sacrificar la realización de un informe sobre reducción de emisiones para limitar los vuelos con alternativa en tren de hasta tres horas. En cambio, sí se valorará la restricción de los vuelos de jets privados, así como el impulso del Cielo Único Europeo. Esta última, una medida muy solicitada por las aerolíneas, que creen que es una apuesta mucho más efectiva para la descarbonización del sector.
El Gobierno pone así la primera piedra para aplicar una norma más populista que resolutiva. Actualmente, tan solo seis rutas aéreas en España tienen alternativa de dos horas y media en alta velocidad ferroviaria: Madrid-Barcelona, Madrid-Málaga, Madrid-Valencia, Madrid-Alicante y Madrid-Sevilla, según un informe de PwC comisionado por Iberia. El problema es que las cinco tienen un denominador común: todas conectan con el ‘hub’ de Barajas por lo que, de aprobarse la medida en los parámetros acordados, no tendrá ningún efecto.
Por el momento, la aprobación de la propuesta no tiene calendario y el ministro de Transportes, Óscar Puente, dijo hace pocas semanas que se apoyaría en las aerolíneas para su redacción.