Julián, el conserje que salvó a los vecinos: «Lo he hecho de corazón»
Fue avisando puerta a puerta y evitó así que el número de víctimas fuera mayor
«Lo he hecho de corazón». Pocas palabras, pero cargadas de un inmenso sentimiento de responsabilidad por haber evitado una tragedia todavía mayor, que podría haberse saldado con muchos más muertos. Julián, el conserje del edificio incendiado este pasado jueves en Campanar (Valencia), ha roto su silencio para rememorar cómo fueron los momentos de tensión en los que fue puerta por puerta para avisar a los vecinos del avance del fuego.
«Había mucho humo. El fuego abrasó muy rápido el edificio y yo decidí subir a la séptima planta porque salía de los halógenos», relata. En ese instante, el fuego ya estaba en la octava y Julián se dedicó a «bajar a la gente» antes de que aparecieran los bomberos.
Cuando los efectivos llegaron, insiste el conseje que «bastante rápidos», «ya no le dejaron volver a subir». Antes, a este héroe erigido como un «ángel de la guarda» entre las llamas, le dio tiempo a auxiliar a un gran número de vecinos a los que salvó la vida, como explica José Antonio, propietario de una de las casi 140 casas calcinadas.
Según narró en los micrófonos de COPE, Julián no pudo pegar ojo ni un sólo minuto. Sabe que le llaman héroe, pero él insiste en que lo hizo únicamente movido por el corazón. Ayer, un día después del incendio más importante en la historia de Valencia, se acercó a la zona cero para estar al lado de sus vecinos. «Lo que ha pasado es tan gordo y fuerte que tenía que estar aquí», asegura.
Laura y Manu, una joven pareja que vivía en una de las viviendas arrasadas por el incendio, afrontaba ayer sus primeras horas tras la tragedia entre la incertidumbre de qué hacer tras «perderlo todo» en su «primera casa» de alquiler y el sentimiento de comunidad entre todos los vecinos afectados. «Nos encontramos sin nada, pero estamos vivos», declaran ambos.
Otros afectados
«Bajamos 20 minutos a la oficina de Correos y, cuando volvimos, intentamos salvar a nuestro perro, pero ya estaba todo en llamas». Así narra Lisa, una mujer ucraniana, la «horrible» situación que tuvo que vivir el jueves después de llegar de aquel país en guerra hace unos meses para «perderlo todo aquí» en el fuego de Campanar.
Otro de los vecinos del edificio, Tomas Radavicius, lamentaba que su piso en la quinta planta ardió completamente en cuestión de minutos. El joven, que estaba fuera del inmueble cuando ocurrió el incendio, vivía con su mujer, que sí estaba y pudo salir por su propio pie.
Las primeras observaciones sobre el edificio incendiado en Valencia apuntan a que la fachada ventilada, «un producto que estuvo de moda» en la época de construcción de este edificio y que contaba con material que podía ser inflamable en su interior, es probablemente la causa de la rápida propagación del fuego, junto a las condiciones del viento.
Así lo explicó el presidente del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica (COAT) de Valencia, Luis Sendra, en declaraciones a los medios de comunicación tras lo peor de la tragedia. El órgano profesional, que se ha puesto a disposición de la administración, ha pedido «cautela» y ha llamado a esperar los resultados de las investigaciones técnicas.