Una campaña de lazos verdes recuerda a la desaparecida Ángeles Zurera
La plataforma de apoyo a su familia lanza la idea cuando se cumplen 16 años
El próximo día 2 de marzo se cumplirán dieciséis años de la misteriosa desaparición de Angelines Zurera en Aguilar. Tanto su familia como la plataforma de apoyo que se constituyó en el municipio no quieren que, pese al paso del tiempo, el caso caiga en el olvido. Por este motivo han invitado a todos los ciudadanos a que durante estos días coloquen lazos verdes en sus ventanas y balcones.
Se trata de un gesto que ya se hizo pocas semanas después de la desaparición de la mujer en marzo de 2008. Y ahora se quiere volver a recuperar esa señal de apoyo para que se compartan las fotografías de los lazos en las redes sociales y, de este modo, se siga recordando a Angelines.
A pesar del paso del tiempo todavía hay balcones en Aguilar que tienen lazos verdes desde el año 2008. Y es especialmente llamativa una pancarta que so colocó entonces para reclamar justicia en la puerta de los juzgados de la localidad y hoy, dieciséis años después sigue estando allí.
Hay que recordar que la mujer despareció de manera misteriosa sin dejar rastro aquel 2 de marzo. Desde entonces se sucedieron las búsquedas en numerosos terrenos del término municipal de Aguilar. También en obras y construcciones en las que había trabajado el exmarido de la mujer que tenía una empresa de movimiento de tierras. De hecho su exmarido ha sido el único imputado por la desaparición.
Poco después de la pérdida una sentencia reconoció que había maltratado a Angelines días antes de su desaparición, un delito por el que fue condenado. Sin embargo las continuas investigaciones nunca han podido encontrar al culpable. Porque lo que sí ha quedado claro en el transcurso de la investigación es que Angelines no se fue por voluntad propia ya que se dejó atrás toda la documentación y objetos tan personales como sus gafas. Y también quedó prácticamente claro desde el principio que se la estaba buscando muerta. Sin embargo nadie vio ni oyó nada en el entorno de la casa en la que residía en el cerro Poca Paja de Aguilar aquel fatídico 2 de marzo.
El caso se encuentra ahora mismo archivado de manera provisional, no definitiva. De este modo si, en algún momento, surgiera una nueva pista podría reabrirse para continuar la investigación judicial.
El gesto recupera la iniciativa que se inició en 2008, cuando se le perdió la pista a esta vecina, y ahora se extiende a redes sociales