Un pinchazo entre dos investigados del caso Koldo apunta a Ábalos
▶Anticorrupción cifra en 1,5 millones la mordida del exasesor, que se sirvió de allegados y manejaba dinero en efectivo de origen desconocido
Al menos uno de los pinchazos telefónicos que practicó la Guardia Civil con autorización del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional en la investigación de una trama de delitos de corrupción en contratos de mascarillas del Ministerio de Transportes salpica al entonces ministro, José Luis Ábalos, de quien era asesor el principal imputado, Koldo García.
La conversación está recogida en un auto al que tuvo acceso ABC y se produce en el contexto de los contactos entre distintos investigados al hilo de una inspección que había abierto Hacienda el año pasado a la empresa adjudicataria de aquel suministro de mascarillas para Puertos del Estado, ADIF y el Ministerio del Interior por importe superior a 40 millones de euros. Se trata de Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas, tras la que se sitúa a los empresarios Juan Cueto y Víctor de Aldama.
Cueto habla con un subordinado de esa inspección sobre las ganancias obtenidas con la contratación pública y señala que fue una gestión del asesor de Ábalos, pero no sólo: «Esto era un favor que le estaba pidiendo tu vecino (Koldo)... él y su ex jefe... y parece ser que el otro ha dicho que sí, porque le han dado otro favor a cambio».
Hacienda había citado el pasado 3 de octubre a Víctor De Aldama en relación a los contratos ahora bajo sospecha y para entonces la Guardia Civil ya les estaba escuchando. Cueto habló también con una trabajadora de Aldama para indicarle que tenía que llevar abogado a esa cita, ya que «como vaya alguien allí y empiece a largar y rajar, tiene un problema». Temía, según la Fiscalía Anticorrupción, que Aldama fuera considerado un comisionista a ojos de la Agencia Tributaria porque ellos mismos le tenían por vinculado a Transportes.
Es en ese vínculo donde empieza todo. La tesis de la investigación es que Koldo y Víctor de Aldama, presidente del Zamora Club de Fútbol, se conocieron en 2018 en un viaje de Ábalos a México al que ambos asistieron. De Cueto no consta en qué momento entablaron relación, pero sí que es «estrecha y directa». Llegada la pandemia, Aldama se habría aliado con Cueto para, utilizando como «sociedad instrumental» una pequeña empresa inactiva en Zaragoza, Soluciones de Gestión, conseguir adjudicaciones de mascarillas de manera que ninguno de los dos constase.
El primer contrato lo fue con Puertos del Estado. Ábalos había sentado a Koldo en su Consejo Gestor. Hasta 20 millones de euros por mascarillas adjudicados el mismo día que se firmó la orden de contratar. La siguiente adjudicación fue con ADIF. Ábalos había sentado a Koldo en el Consejo de Administración de Renfe Mercancías. El acuerdo refleja «expresamente» que la empresa «había resultado adjudicataria de varios contratos con el Gobierno español» y no era verdad. Sólo contaba con el de Puertos del Estado. Es más, según la querella de Anticorrupción que en septiembre judicializó el asunto, con Interior (3,4 millones) «la preselección» la había hecho Transportes. Y en la documentación requerida a los organismos contratantes no se aclara «cómo se pactaron las condiciones de adjudicación», como tampoco constan «comunicaciones» con Soluciones de Gestión «que pudieran justificar objetivamente la decisión de adjudicar el suministro a esa empresa y no a otra, ni tampoco cómo y de qué manera se tuvo conocimiento de que proveedora de mascarillas», dice la Fiscalía.
138.000 euros en efectivo
En total, son nueve contratos en el foco por importe superior a 50 millones de euros, de los que un 36% se tradujeron en beneficio para los empresarios. Sólo de los de Transportes e Interior obtuvieron 15,1 millones entre Cueto y Aldama. La sospecha en este momento de la investigación es que hubo «un concierto previo» y con Koldo García como «la persona que facilita a Soluciones de Gestión información sobre los procesos de adjudicación». Y «cobró por ello».
En concreto, Anticorrupción apunta cinco meses después de los contratos, él y su mujer ya eran titulares de inmuebles por valor de 1,5 millones de euros. Incluso compró a tocateja un piso a nombre de su hija de dos años de edad por 115.000 euros, de los que un 10% fueron aportados en metálico. Los investigadores han aislado 138.000 euros de ingresos en efectivo en los años 2020 y 2021 cuyo origen no tiene «justificación alguna» y otros 224.908 en la cuenta de su hermano. Les consta que manejaban una caja fuerte en casa y presumen que, para «ocultar el incremento patrimonial» que experimentó en esas fechas, «habría utilizado a terceras personas próximas a su círculo familiar». No se descarta que otras personas «titulen bienes cuyo titular real sea el propio Koldo», que manejaría el patrimonio. En un audio su hermano Joseba, imputado, le cuenta a su hijo lo que le ha trasladado a Koldo: «No te voy a dejar ni un duro ni te lo voy a cambiar por billetes en mano».
Relación e influencias
La relación del asesor con los dos empresarios no acabó con los contratos, como evidenciaron los seguimientos y las escuchas durante la investigación. El pasado 26 de enero, Aldama entregó a Cueto algo en mano a lo que se refirió «en un lenguaje convenido», como «chorizos». Días después, Cueto le contaría a Koldo que Aldama le había entregado algo de lo que ya le hablaría en persona y que «las aguas pueden volver a su cauce». Los tres tienen aún «asuntos en común», como Koldo, se presume, influencia en Transportes.
Las vigilancias destaparon reuniones en febrero de 2023 entre Koldo y altos cargos del Ministerio de Transportes: el subsecretario, Jesús Manuel Gómez, y el director general de Emfesa, Vicen
Un guardia civil en activo habría recibido cinco transferencias de 5.000 euros de un empresario ligado a la trama
te Calzado, sociedad pública donde trabaja su hermano.
Entra en juego en este punto un subteniente de la Guardia Civil con destino en Nuevos Ministerios (Madrid) relacionado con Koldo y con Cueto que «conecta de manera directa el nivel más elevado de la gestión de los contratos». Además de haber participado en un encuentro con Cueto y Koldo, el agente recibió cinco transferencias de 5.000 euros de parte de un subordinado de Cueto, conduce un coche de su empresa y se le relaciona con unas fincas.