La Mezquita renueva su ‘piel’ tras diez años de actuaciones
▶Desde la reforma de la Puerta de Santa Catalina hace una década, el Cabildo ha encadenado actuaciones ▶En muchos casos se está actuando en zonas que no se habían restaurado desde comienzos del siglo XX
Hace justo una década la Mezquita-Catedral se preparaba para afrontar la restauración de uno de sus accesos más utilizados y conocidos, la Puerta de Santa Catalina. En realidad, los trabajos previos para esta actuación habían comenzado tres años antes, en 2012, y sería en 2015 cuando finalmente los andamios aparecieron por allí para quedarse durante unos meses. Esa imagen, la de las estructuras metálicas y los andamiajes circundando fachadas o puertas, ha sido luego una constante, pues desde entonces hasta ahora el Cabildo Catedralicio y los arquitectos encargados del edificio han mantenido una hoja de ruta de intervenciones constantes en fachadas y accesos que se encontraban deteriorados por el paso del tiempo.
La inversión continuada está permitiendo que la ‘piel’ o aspecto más externo del histórico monumento esté mudando poco a poco y ofrezca en su conjunto una imagen mucho más atractiva y fiel al origen que la que presentaba a comienzos del siglo XXI. En muchos casos se está actuando en zonas donde no se habían realizado labores de restauración desde comienzos del siglo XX, hace más de cien años.
Las obras de la Puerta de Santa Catalina del año 2015 son un ejemplo en ese sentido, ya que pocos son los turistas y visitantes que no pasan por este acceso, en torno al que se reúnen centenares de personas cada día para disfrutar del monumento y también de los atractivos gastronómicos de los establecimientos de la calle Magistral González Francés en su confluencia con Cardenal Herrero y la calle Encarnación. La intervención tuvo el objetivo, según explicó el Cabildo en su día, de consolidar todos los elementos que conforman esta puerta, tanto las pinturas como la piedra.
Las tareas de restauración tuvieron dos fases: una primera de preservación de los materiales y otra posterior de adecentamiento estético. En ambos trabajos se restauraron tanto las pinturas como la piedra consolidando y fijando primero las áreas dañadas al tiempo que se eliminaban las capas de suciedad. Una vez restaurada la puerta se le aplicó un sistema antipalomas para garantizar la durabilidad de la restauración. La Puerta de Santa Catalina abrió finalmente al público en octubre de 2015.
Tras acabar esa intervención, y apenas unos meses después, los andamios se trasladaron a otro lugar del perímetro de la Mezquita, a la Puerta de San José, uno de los más espectaculares accesos del flanco oriental y que no se restauraba desde que en 1908 interviniesen en ella el escultor Mateo Inurria y el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. En ese periodo de más de un siglo, se habían producido desprendimientos, fisuras y la suciedad propia de una calle que durante décadas estuvo abierta al tráfico rodado.
En este caso, la inversión fue de 180.000 euros con el objetivo global de limpiar y consolidar el paramento exterior, así como restaurar sus elementos escultóricos y decorativos con el criterio de salvar los elementos mutilados, recuperando los volúmenes y detalles ornamentales.
A esta intervención le siguió al año siguiente, en 2017, el comienzo de los trabajos previos para la restauración de la Puerta de la Concepción Antigua, ubicada también en la fachada Oriental y que se corresponde con la ampliación que realizó en el edificio el caudillo Almanzor. Al igual que la de San José, había sido restaurada en parte en 1908 y acumulaba problemas similares por el paso del tiempo. La intervención sufrió un retraso debido a la pandemia y finalmente comenzó a finales de 2021 con un montante elevado, cercano a los 200.000 euros.
Las obras se dieron por concluidas en 2022 tras un largo proceso de cinco años de trabajos técnicos previos y de restauración, que lograron el objetivo de que este histórico acceso recobrase su esplendor. Al mismo tiempo que se desarrollaban esas obras, el Cabildo también emprendió una reforma parcial de la fachada Sur con una inversión de algo más de 20.000 euros.
Intenso arranque de año
En este caso lo que se hizo fue reintegrar una pequeña zona de la fachada sur que se encontraba en un avanzado estado de descomposición, con algunos desprendimientos correspondientes a una fábrica mixta de sillarejos y verdugadas de ladrillo dispuesta en fecha desconocida que reparaba un rebaje previo del muro original de sillería,
Las dos últimas intervenciones que completan esta década de actuaciones en el exterior de la Mezquita-Catedral han llegado en estos primeros compases del año 2024. A inicios de febrero el Cabildo Catedral procedió a la retirada de los elementos que protegían la obra de restauración llevada a cabo en la esquina suroriental del monumento.
Entre las intervenciones hechas, figuran las de las puertas de Santa Catalina, San José o la de la Concepción Antigua
Las últimas obras que se han acabado han sido las de la Puerta de Grada Redonda, afectada por oquedades y disgregaciones
Esta actuación, según se explicó, se había centrado en la zona inferior del contrafuerte, así como de la zona baja del muro de cierre de la capilla del Sagrario, que evidenciaban un avanzado estado de deterioro. Su fábrica, conformada con sillares de piedra y que procedía también de la ampliación de Almanzor, presentaba distintas patologías por la acción del agua, viento, temperatura y agentes biológicos.
Se ha procedido a la limpieza de la fábrica por medios manuales, eliminación de suciedad por contaminación, hongos, líquenes y costras por medios químicos, y a la reintegración volumétrica con mortero de cal o sustitución de sillares muy deteriorados.
La última noticia sobre las actuaciones en el monumento se ha conocido esta misma semana, cuando el Cabildo ha anunciado la conclusión de las obras de reforma de la Puerta de Grada Redonda. Situado en la esquina Noreste, este acceso data del siglo XVIII, de 1726, y estaba afectado por una serie de patologías, entre las que destacaban las disgregaciones y oquedades.
Una vez detectados los daños que afectaban a la portada, se procedió a realizar una intervención basada en la conservación de los elementos arquitectónicos y decorativos que la conforman. Para ello se emplearon materiales que destacan por sus cualidades de compatibilidad con los originales que constituyen el soporte físico de este elemento, así como la reversibilidad necesaria exigible en cualquier intervención restauradora. La retirada de los andamios y el final de las obras permitirán que esta puerta se pueda ver en todo su esplendor en la próxima Semana Santa.
La actuación en este acceso monumental pone el punto y seguido en estas intervenciones, pues en un edificio vivo y del tamaño de la MezquitaCatedral las inversiones tanto en su exterior como en su interior son una constante y lo serán en el futuro.
En el caso de los accesos, hay que tener en cuenta que el edificio tiene más de diez entradas perimetrales procedentes de diferentes periodos, las cuales conducen tanto al Patio de los Naranjos como directamente al interior del templo. De grandes dimensiones o pequeños postigos, fueron surgiendo por las necesidades de cada momento histórico y con diferentes estilos y hoy son una de las particularidades del edificio y una de las claves de su belleza exterior. Su conservación es por ello esencial.