Modric no ha dicho aún su última palabra
▶Un gol tardío del croata soluciona un polémico partido tras el tanto anulado por el VAR a Lucas Vázquez en el inicio y afianza al Real Madrid en el liderato
Está convencido Ancelotti que, cuanto antes llegue el Madrid a los 80 puntos, más cerca estará de ponerle el lazo a la Liga. Con el triunfo de anoche ante el Sevilla, ‘solo’ le faltan cinco victorias para alcanzar ese rubicón. La ventaja ya está en los ocho puntos sobre el Barcelona y nueve frente a los de Míchel. El Atlético sobra en esta habitación.
Decía Felipe González que la responsabilidad la percibes cuando tienes un problema y ya no tienes a nadie a quien pasar el teléfono. Eso le pasa al actual Sevilla, que en el último año y medio suma seis entrenadores, dos directores deportivos, dos presidentes y un tercero, quizás, en camino. No se va a ir a Segunda porque Del Nido hijo le ha dado el teléfono a Quique, un técnico a quién se le caen las tablas del bolsillo, y además hay tres equipos (Almería, Granada y Cádiz) que no son capaces ni de ganarle un partido a un conjunto de fútbol sala.
Fue una victoria en el round final, nada que ver con la de Ilia Topuria hace una semana en Los Ángeles. El hispanogeorgiano se dio un gustazo con el saque de honor en el Bernabéu.
El partido vino de nalgas para el Madrid. Y para el colegiado. En el minuto 10, Lucas batía a Nyland, pero cuatro minutos después Díaz de Mera lo anulaba. Centro de Vinicius con la izquierda y llegada desde atrás del gallego, que controlaba a bote pronto y ponía la pelota en el palo derecho de Nyland. La jugada nacía en un robo de Nacho sobre En-Nesyri, justo al lado del banquillo de Ancelotti. El marroquí quedaba tendido en el suelo y el Sevilla, con Ramos a la cabeza, protestaba con insistencia una falta que acababa encontrando la lupa de González Fuertes en el VAR.
Tardaba más de 200 segundos en detectar un sutil toque de Nacho en el tobillo del marroquí, que solo se apreciaba a cámara lenta y tras ocho millones de repeticiones. Ancelotti, indignado, veía amarilla. El Bernabéu cantaba «corrupción en la Federación». Y RMTV se frotaba las manos.
El no gol estropeaba un inicio de encuentro prometedor, con Vinicius encargando una cintura nueva para Navas a los 15 segundos, y Romero poniéndole un balón con música a En-Nesryri, en el minuto 5, fatalmente golpeado por el africano. Zurdo cerrado y balón a la derecha. Agua y aceite.
El Madrid entraba en fase de desquiciamiento. No ayudaba mucho el colegiado, señalando faltitas a favor del Sevilla que encendieron hasta a Kroos, tipo habitualmente frío y calmado. Su vehemente protesta a Díaz de Mera, tras robar un balón en la frontal que el manchego consideraba ilegal, le costaba una cartulina y, si no se lo lleva Ramos de ahí, quizás le hubiera costado una segunda. De fútbol, poco. El Sevilla se defendía muy ordenado y al Madrid le faltaba chispa en los metros finales. Un solo tiro a puerta, de Valverde, en el 43 y desde treinta metros de distancia. Res
Modric, felicitado por Lucas Vázquez tras marcar el gol
El centrocampista croata, 38 años y 169 días, segundo goleador más veterano en Liga del Madrid tras Puskas, 38 años y 233 días
pondía Nyland con buenos puños.
Camino del descanso, el desfile hacia el vestuario de Díaz de Mera tuvo la misma banda sonora que escucha Pedro Sánchez en la Castellana cada 12 de octubre. Rudiger, Nacho y Lucas le dieron al play con su corrillo de protestas. Entre lo que pasa y conviene, siempre lo segundo.
El Madrid hacía yoga en el entretiempo y salía con la mente limpia. Primeros quince minutos notables, con un balón al palo de Valverde, un paradón de Nyland a disparo de Vinicius, otro chut de Rodrygo a las manos del portero hispalense y una acción individual del ‘11’ que casi acaba en la escuadra de la portería del fondo norte.
El Sevilla no se quedaba comiendo palomitas. Romero tuvo el 0-1, en un remate en área pequeña que sacaba la rodilla derecha de Lunin. Parada de valor gol. Va a tragar saliva Ancelotti cuando en abril Courtois regrese de su lesión
Otro inicio de mitad prometedor que el colegiado mandó a la lona. En el 60, lesión en el sóleo de su pierna izquierda. Marrón para el asturiano de Primera RFEF Fernández Buergo, cuarto árbitro ayer en el Bernabéu. Parón de seis minutos y ‘déjà vu’ de la primera mitad.
El Madrid seguía llevando la iniciativa, pero ya no atosigaba a Nyland. Así que Ancelotti decidía agitar las pocas hojas que le quedan en el árbol, ante tanta lesión y sanción. Modric sentaba a Nacho y Tchouaméni pasaba al centro de la defensa. En el 81, un balón rechazado en la frontal, caía en la pierna derecha del croata, que se limpió a Soumaré con el control y su disparo besaba el interior del palo izquierdo antes de acariciar la red. Gol de oro. Luka no ha dicho aún su última palabra.como madridista.