Armengol sigue sin dar explicaciones y el Gobierno balear reclamará lo que pagó
Sus subalternos en el PSOE insular no logran aclarar varias claves del caso
Desde que es presidenta del Congreso, Francina Armengol ha mantenido un vínculo constante con Baleares y ha aprovechado casi cada fin de semana para asistir a actos públicos, disputándose el protagonismo con la presidenta autonómica, Marga Prohens (PP). Desde que el pasado miércoles saltara el caso Koldo que salpica a su gobierno en 2020, su presencia se ha diluido. Armengol guarda silencio y ya van cinco días, mientras el PP le reclama que responda las preguntas sin resolver sobre el contrato de 3,6 millones que su ejecutivo cerró con la empresa a la sombra del ministerio de Ábalos. «Un silencio que dice más de lo que puede verbalizar», apuntan desde el PP balear, que acusa a Armengol de seguir la «técnica del avestruz».
Sus subalternos en el PSIB-PSOE salieron a capear las contradicciones el jueves mientras su líder –Armengol es secretaria general de los socialistas en Baleares– no ha dicho ni una palabra. Volvieron a intentarlo ayer pero tampoco fueron capaces de aclarar por qué el Servicio de Salud –gestionado por los socialistas en la pasada legislatura– tardó tres años en reclamar unas mascarillas que no se correspondían con las que pidió y con un sobrecoste de 2,6 millones. Tampoco por qué dejó que caducaran, quién era su interlocutor en el ministerio ni con quién cerró el trato. Su defensa se basa principalmente en obviar los dilatados plazos de reclamación para centrarse en que fue la única» comunidad que lo hizo. El Gobierno de Prohens ya ha anunciado que se personará como acusación y parte afectada, tras analizar toda la documentación y detectar «elementos suficientes».