Un cortocircuito en el motor de un toldo pudo originar el incendio en Valencia
El rastreo del piso donde se iniciaron las llamas apunta a un fallo eléctrico
Un informe preliminar apunta a que un cortocircuito en el mecanismo del toldo de un balcón pudo estar detrás del origen del incendio que el pasado jueves calcinó dos torres de viviendas en Valencia y dejó diez víctimas mortales. La Policía Científica accedió ayer a la vivienda número 86 del edificio más alto –de catorce plantas– en la que se iniciaron las llamas, que después se expandieron a una finca colindante de nueve alturas.
Los agentes del Laboratorio de Actuaciones Especiales, con mascarillas, casco y el instrumental necesario, inspeccionaron el domicilio para intentar dilucidar las causas que provocaron la tragedia, con una causa judicial abierta bajo secreto de sumario. Fuentes de la investigación indican que las primeras pesquisas señalan hacia un fallo eléctrico en la terraza de este piso, cuyo inquilino se encontraba de viaje en el momento de los hechos. Los investigadores también han visionado en repetidas ocasiones los vídeos de los primeros momentos del incendio grabados por vecinos y transeúntes que se toparon con la dramática escena. El caso ha pasado del Juzgado de Instrucción número 10 de Valencia al número 9, cuyo titular estaba de guardia de incidencias el jueves.
La exploración del complejo residencial permitirá empezar a dar respuesta también a otra de las incógnitas: si el revestimiento de la fachada ventilada con placas de aluminio fue clave en la propagación de las llamas. Como informó ABC, se levantó con una normativa anterior a la actual más laxa en la utilización de materiales inflamables en las fachadas. Al respecto, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, anunció que el ayuntamiento revisará, junto al Colegio de Arquitectos, los edificios construidos con técnicas y materiales similares a los de los incendiados en el barrio de Campanar. No obstante, ese estudio coordinado con el resto de administraciones se tendrá que ampliar también a otros municipios.
La finca siniestrada –sin instalación de gas– ya había sufrido un incendio en 2012 como consecuencia de un cargador de móvil en mal estado, pero las llamas solo afectaron al interior de una vivienda y al rellano.
Los bomberos siguieron trabajando ayer en la zona para comprobar que no había rescoldos de fuego y asegurarse de que no se produjeran desprendimientos en una estructura calcinada que no corre peligro de colapso. También acompañaron a los vecinos a recoger los coches que se quedaron en el garaje.
Mientras, continúa la identificación de los cuerpos de las diez víctimas mortales. La mayoría de ellas, según revelaron las autopsias, murieron por inhalación de humo, debido a la nube tóxica que se generó. Todas las muestras de ADN para este complejo proceso ya habían sido tomadas ayer, pero la autoridad judicial está a la espera de los resultados de estos análisis y de los estudios antropológicos realizados a
tres víctimas para poder autorizar la entrega de los restos a los familiares. «Se está trabajando sin descanso para dar respuesta lo antes posible», señaló la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, que explicó que «el reconocimiento del edificio, palmo a palmo, está finalizado» y ahora «quedan cuestiones propias de la investigación». El único de los quince heridos que permanecía hospitalizado, un bombero que participó en las tareas de extinción, fue dado de alta ayer.
Los Reyes de España se reunieron ayer en privado en el Palau de la Música de Valencia con algunos vecinos afectados, realojados en un hotel cercano. Después, visitaron la zona cero del desastre para reconocer el trabajo de los servicios de emergencias. A mediodía, en diversos puntos del país, se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
Familias sin hogar
Un centenar de familias afectadas se están instalando desde ayer por la tarde en los pisos que el Ayuntamiento de Valencia ha puesto a su disposición. Se trata de un edificio de nueva construcción con 131 viviendas –de dos o tres dormitorios– que el consistorio adquirió a finales del año pasado por derecho de tanteo. Aunque los electrodomésticos ya estaban incorporados, varias empresas han ayudado con el mobiliario y el menaje del hogar para poner a punto estos nuevos hogares.
Sus inquilinos –entre ellos, diez menores– en principio residirán allí durante tres meses prorrogables. En ese tiempo se analizará el contexto de vulnerabilidad de cada familia para darles una solución individualizada, mientras reciben asistencia en los trámites con el seguro o la hipoteca. También se les está proporcionando nueva documentación.
Mientras los propietarios están a la espera de saber si el complejo siniestrado se declara en ruina o no, el Gobierno autonómico que lidera Carlos Mazón aprobó ayer ayudas de 6.000 a 10.000 euros para hacer frente a gastos de primera necesidad: y de entre 1.000 y 1.500 euros mensuales para alquiler. Además, las que quieran comprar un nuevo inmueble tendrán el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales al 0%, así como transporte público gratuito y asistencia psicológica permanente.