La CE se abre a retirar de la PAC algunas obligaciones medioambientales
Miles de agricultores se manifiestan en Madrid y Bruselas con la mirada puesta en las propuestas de la UE
La Comisión Europea se abre a reformar urgentemente los aspectos más polémicos de la Política Agrícola Común (PAC), tal como le han pedido los ministros de Agricultura de todos los países miembros reunidos ayer en Bruselas. También ha aceptado considerar que el campo europeo atraviesa una época de «circunstancias excepcionales» por lo que no se impondrán sanciones a los agricultores que no cumplan los requisitos medioambientales.
La reunión de los ministros, muy esperada por el campo tras semanas de tractoradas, se llevó a cabo en una atmósfera de gran tensión por los enfrentamientos de la Policía con los agricultores venidos de toda Europa al barrio de las instituciones en Bruselas. Los ministros le pidieron a la Comisión «más ambición» respecto a su última propuesta y que no se centre exclusivamente en una posible reforma de la PAC dado que las preocupaciones del sector «van más allá». Al ministro de Agricultura español, Luis Planas, sí le convencen los pasos dados: «Vamos en la dirección adecuada. La Comisión ha entendido las preocupaciones españolas y eso se refleja en el documento de propuestas», cuentan fuentes del ministerio, que apuntan a la oportunidad de «flexibilizar» las normas. «Seguiremos trabajando para que se concreten rápidamente estas propuestas», dicen.
La Comisión preparará ahora con urgencia una reforma de la actual reglamentación en la que se pretende cambiar la filosofía coercitiva para obligar a los agricultores a ejecutar determinadas prácticas de carácter medioambiental por un mecanismo que establezca incentivos económicos para aquellos que las cumplan. El comisario de Agricultura, el polaco Janusz Wojciechowski, da por hecho que el Consejo y también el Parlamento, están de acuerdo al menos con las medidas más urgentes que el Ejecutivo comunitario propuso el pasado día 22 por lo que si todos los puntos encajan, cree que será posible aprobarlo antes de que termine esta legislatura en el mes de junio. Wojciechowski culpó ayer esencialmente a los efectos de la invasión de Ucrania por parte de Rusia de los problemas que han sumido al campo europeo en una gravísima crisis, para justificar esa reforma de un reglamento tan complejo que entró en vigor después de una complicadísima tramitación hace solamente un año y dos meses. Pero también dijo que algunas de las reivindicaciones de los agricultores, sobre todo las que tienen que ver con la competencia de productores extraeuropeos son competencia del departamento de comercio exterior y no de Agricultura.
Las protestas toman la calles
Cuando no se ha cumplido ni una semana desde que medio millar de tractores tomaran Madrid para sumarse a las protestas del campo, ayer volvieron los agricultores a la capital convocados por COAG, Asaja y UPA, las organizaciones agrarias interlocutoras del Gobierno, con motivo de la reunión de los ministros de Agricultura en Bruselas. A los agricultores que se manifestaron, que se contaban por miles, se unieron un centenar de tractores –los autorizados por Delegación de Gobierno–, que salieron desde Arganda del Rey (Madrid) y se dirigieron al Ministerio de Agricultura para acudir con los manifestantes hasta la Oficina del Parlamento Europeo, en el paseo de la Castellana.
«Tengo la esperanza de que las reivindicaciones que se han puesto encima de la mesa son más de razonables, y espero que por fin empiece a adaptarse la legislación a la realidad del campo, hasta ahora se ha hecho al revés. Espero resultados positivos», apuntaba el secretario general de COAG, Miguel Padilla, en conversación con ABC. Muy cerca de él estaba el presidente de Asaja, Pedro Barato: «La burocracia está matando al campo», denunciaba: «Si me exigen unas condiciones, a los demás también», dijo, en relación a la demanda de las cláusulas espejo.
También en el barrio europeo de Bruselas hubo tractores, aunque la tónica ayer por la mañana fueron los enfrentamientos entre los agricultores y los antidisturbios, en un nivel de agresividad que no se había conocido en ninguna de las muchas manifestaciones que se celebran habitualmente en el entorno de las instituciones. Estiércol, neumáticos quemados y gases lacrimógenos configuraron durante horas el ambiente a escasos metros del edificio donde estaban reunidos los ministros de Agricultura. Por segunda vez en menos de un mes, una enorme columna de tractores desfiló por la zona sin que pudieran ser detenidos por las concertinas desplegadas por la Policía.
Por ahora, lo que han conseguido los agricultores es que la Comisión se comprometa a preparar una reforma que reducirá o relajará los elementos vinculados con los temas medioambientales que se habían incluido en la nueva PAC. El comisario Wojciechowski se comprometió a estudiar la posibilidad de convertir en voluntarias algunas de las medidas que ahora son obligatorias. «Siempre es mejor ofrecer incentivos que obligar a los agricultores a adoptar prácticas más respetuosas con el medio ambiente», agregó.
El ministro belga, David Clarinval, que ejerce la presidencia rotatoria del Consejo, dijo que las propuestas iniciales «constituirán un primer paso concreto en la dirección correcta. Pero el Consejo cree que esto no es suficiente», por lo que será necesario revisar los aspectos esenciales de la PAC, aprobados hace poco más de un año.