El cambio de paradigma acerca a Mou al Barça
El entrenador con más valedores en el Barça es hoy José Mourinho. Representado por Jorge Mendes, es íntimo amigo del cuñado de Laporta, Alejandro Echevarría y el preferido por Deco, director de Fútbol. Gana posiciones, aunque todavía a lo lejos, el seleccionador alemán Hansi Flick, que sabiendo cómo funciona el presidente del Barcelona, se ha hecho con los servicios de Pinhas Zahavi como representante. Zahavi, que facilitó la llegada –y ‘el atraco’– de Lewandowski al Barça tuvo en el pasado negocios de toda clase con Laporta. Los últimos días ha estado en Barcelona –se le vio en el palco contra el Getafe– invitado por su amigo.
Con la caída a peso de Xavi, Laporta se ha dado cuenta de que Rafa Márquez no podía ser su siguiente entrenador, y que incluso en su Barça en liquidación hay que guardar las formas. Pero que el mexicano no tenga el nivel no significa que el presidente vaya a renunciar al ‘círculo virtuoso’ que cierra con sus amigos comisionistas. Para tener pistas sobre quién será el próximo en ocupar el banquillo de Montjuic hay que estar atentos a los movimientos de los mánagers de confianza con que Laporta arregla casi todos los fichajes. André Cury, el mencionado Zahavi y por supuesto Jorge Mendes. Cury está de momento demasiado ocupado buscando a otro joven brasileño para colocar a precio de oro, aunque es difícil que pueda superar la monumental engatusada de Vítor Roque. El pulso entre Zahavi y Mendes para hacer negocio con ‘el suyo’ se está decantando en favor del clan portugués.
Mou supondría una enmienda a la totalidad del supuesto ADN Barça, si es que esto todavía existe. También una cierta humillación para Laporta, que en el pasado decía que si en el mundo quedara un solo entrenador y fuera don José, «el Barça sería un equipo que jugaría sin entrenador». Pero a la vez el Barcelona le robaría al Madrid un icono, no tendría que pagar una ficha excesiva –como tendría que hacer por Pep, Touchel o Klopp– y Mourinho aceptaría el reto de sacar provecho a la plantilla actual, consciente de que el club no puede permitirse demasiados gastos. Su amistad con Echevarría es crucial para que pueda cuajar la operación, porque el cuñado es el inteligente de la familia y el que calcula hasta el último provecho de cada paso que Laporta tiene que dar. Por muy impulsivo que sea en sus gesticulaciones, y pese a algunos episodios de clara incontinencia, las decisiones que ha tomado en su segunda presidencia responden todas al mismo patrón, a la mismo sesgo y a los mismos beneficiarios, entre los que no se encuentra –ahí están los datos– ningún crecimiento deportivo.
Cuando Deco habló del cambio de paradigma que el Barcelona necesita se refería a este trabajado intento de traer a Mourinho en el que está activamente implicado. El cambio de paradigma sería en el estilo de juego y también en la cantidad de portugueses que a través de la red Mendes-Deco-Mou llegarían al club, siempre de la mano de los mismos mánagers y bajo el control del cuñado Alejandro.
Los que no están en el ‘modelo de gestión familiar’ que Laporta ha implantado, se van marchando estupefactos de cómo la entidad cae a pedazos. La última en anunciar su adiós, que se hará efectivo en marzo, ha sido Maribel Meléndez, la directora corporativa y encargada de la financiación del Espai Barça, que hasta ahora era la ejecutiva del club con rango más alto tras la marcha de Ferran Reverter. Los jugadores sufren también los ataques de la directiva, que filtró la prima que querían cobrar si ganaban al Madrid en la final de la Supercopa; tal como lo que amarga a De Jong no es lo que publican algunos medios sobre su futuro sino que él y su representante saben perfectamente que son filtraciones del entorno presidencial para presionarlo, venderlo y cobrar.