Efectos secundarios

Dentro del «más vale prevenir que curar», me parece vital hablar del cannabis. El convencimiento entre los jóvenes de que consumir marihuana no tiene problemas, sino beneficios, es general. Pero la experiencia de numerosas víctimas y recientes estudios médicos afirman justo lo contrario.

El actual cannabis es cada vez más tóxico y potente, con una concentración de tetrahidrocannabinol (THC), el constituyente psicoactivo principal de la planta, superior al 15 por ciento, cuando en 1995 el promedio era del 4 por ciento.

A los consumidores de porros les llegan los argumentos de quienes avalan su uso medicinal, pero se les oculta la información sobre sus efectos negativos, como que en torno al 95 por ciento de los nuevos brotes psicóticos están relacionados con el consumo de porros. Por eso, muy pocas personas son conscientes de los graves daños que puede causar el cannabis con alta concentración de THC, como sucede en la actualidad.

No se debe ocultar a los consumidores que muchos jóvenes que empezaron a fumar marihuana para controlar la ansiedad o el aburrimiento acabaron con graves episodios de psicosis: alucinaciones, paranoia, o pensamientos suicidas. La información seria puede prevenir muchos problemas.

ANTONIO SOLER

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