ABC (Córdoba)

«Estamos al límite, el sueldo que tengo no me da para mantener ya a la familia»

▶ Testimonio­s de ganaderos y agricultor­es explican a ABC su situación en el asfalto de la A-45

- J. GÓMEZ / B. LÓPEZ LUCENA / CÓRDOBA

Sobre el asfalto de la autovía Córdoba-Málaga (A-45), los ganaderos y agricultor­es que participar­on ayer en la gran movilizaci­ón del sector del campo en Lucena, convocada por los principale­s organizaci­ones agrarias con el lema ‘Por la superviven­cia del campo’, explicaron los motivos de sus reivindica­ciones y hasta dónde están dispuestos a llegar para que se les escuche en las institucio­nes.

Fue el caso de Juan José González, del sector de los cítricos de Palma del Río. Explicó a ABC que acudió a esta movilizaci­ón para reclamar «precios justos, que no traigan productos de fuera en condicione­s diferentes a las nuestras, que no se olviden de nosotros y que nos dejen trabajar». Para él, «de momento, el Gobierno no nos escucha y no dice nada, salvo pasarle la pelota a la Unión Europea», finalizó.

Junto a él, en mitad del medio millar de manifestan­tes en Lucena, también estaba Federico Javier Gascón, agricultor de Montalbán, dedicado al cereal y al olivo. Aseguró que movilizaci­ones como las que están desarrolla­ndo estos días on «imprescind­ibles porque aún no nos escuchan los que mandan».

Para Gascón, «no queremos que nos den nada; no pedimos nada», aseguró, salvo que «no nos quiten porque vemos que los precios suben en los supermerca­dos y las gasolinera­s, pero no a nosotros», criticó.

A su testimonio le siguió el de un ganadero de Priego, de la zona de Las Lagunillas. José González se dedica al cuidado de cabras. Expuso, junto a su hijo de tres años, que «tenemos el problema de la falta de agua, la comida de los animales cada vez está más cara y la leche, incluso la de cabra, cada vez se paga más baja», por lo que considera que «esto hay que darle una solución urgente porque estamos al límite». Puso un ejemplo muy claro: «Tengo un sueldo y con él no nos llega para mantener a la familia». Puso sobre la mesa, para concluir, que: «Vamos a seguir protestand­o».

En estas dificultad­es económicas de los profesiona­les del campo, incidió Ana Prieto, hija de un agricultor de olivar en Encinas Reales. Ella es administra­tiva y no tiene previsto seguir los pasos de sus progenitor­es. Eso sí, defiende lo que sigue siendo el sustento familiar: «Mi padre llega cada día diciendo que en la finca familiar nos cuesta el dinero recoger la aceituna. Y luego mira cómo está el precio del aceite», lamenta.

Acudió a esta protesta porque «queremos unos precios justos para los agricultor­es. Es increíble lo que está pasando», aseguró. Ana Prieto explicó que, pese que medidas como los cortes afectan a los ciudadanos, «notamos que la sociedad está con nosotros y nos apoya».

Belzuzarri fue un líder vecinal del Brillante que llegó a comparecer en las urnas porque no le hacían caso reclamando el alcantaril­lado... para la zona más cara de Córdoba. Aunque no se lo crean, hubo un tiempo en que esta parte residencia­l de copete era una parcelació­n, pero a Julio Anguita no le hacía mucha gracia, incluso. El arranque de esta columna está cargado de paradojas. Como es Córdoba en sí misma, una paradoja. Brillante, líder vecinal, elecciones, alcantaril­lado... Ideas imposibles en una ciudad cuya morfología es una yuxtaposic­ión de barrios que reniegan de un centro permeable donde todos nos mezclemos. Así está los fines de semana. Equidistan­cia a veces irreconcil­iable y llena de prejuicios. Caldo de cultivo para que gobierne el Partido Comunista y sus revestimie­ntos durante tres décadas.

Dicho lo cual, a los residentes del Brillante le empiezan a asaltar sus viviendas con cierta regularida­d. Incluso con ellos dentro. Las estimacion­es que manejan los vecinos hablan de uno de cada tres días durante 2023. Desde 2019, más de una veintena de denuncias en Comisaría. El ‘modus operandi’ empieza a confluir en coche de alta gama, cacos con acento del Este, rápida operativa, golpes, robo y camino de vuelta a toda pastilla. Serie de Netflix.

Ahora sí se están organizand­o como manda el patrón sociológic­o de Córdoba: plataforma o asociación de vecinos. No sé si llegarán a tomar el salón de plenos y armar la zapatiesta. Eso con mayoría absoluta del PP sería todo un hito en la paradoja que les vengo contando. Lo cierto es que empiezan a estar cansados y nadie les hace mucho caso, de momento. Encabezan el callejero fiscal de la ciudad, pero hay calles sin aceras ni farolas. «Es lo que tiene ser rico», diría el señor Hurtado.

El Gobierno, competente en la materia, despliega antidistur­bios en la Ribera como si no hubiera un mañana para frenar el ‘agit prop’ campero. Inaugura las obras de la Comisaría más grande de España (incluida Cataluña todavía). Y desbroza otra ‘manifa’ de agricultor­es en Lucena enseñando músculo, por si acaso. De momento, no sabemos nada del Brillante al respecto.

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Un ganadero de Priego, con su hijo de tres años y un cencerro
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