El IVA del arte sacro baja del 21 al 10% y los profesionales lo celebran: «Es un respiro para nosotros»
▶ Las cofradías deberán pagar menos por el trabajo de tallistas, orfebres, doradores o bordadores
Desde hace cuatro años, cada vez que se hablaba de la economía en las hermandades era para dar malas noticias. La pandemia frenó en seco la actividad de las hermandades y muchas de ellas no pudieron afrontar nuevos proyectos patrimoniales. El deterioro de la situación general afectó a muchos de sus hermanos.
Cuando las procesiones volvieron a salir a la calle comenzó un proceso de inflación que afectó a todo lo que tenían que comprar, y que se sumaba a la situación anterior. En 2021 hubo, además que afrontar el pago del IVA de los palcos y sillas de la carrera oficial, después que la Agencia Tributaria lo exigiera para toda España, lo que atacó directamente al bolsillo de los que tenían un abono o querían una localidad en el recorrido común. Ahora la noticia es por fin positiva: el Ministerio de Hacienda ha atendido las peticiones de los profesionales del arte sacro para que el Impuesto sobre el Valor Añadido baje del 21 por ciento, en que está ahora, hasta el 10. Será a partir de 2025.
El presidente de la recién constituida Asociación Profesional Cordobesa del Arte Sacro, el tallista José Carlos Rubio, lo resumió con satisfacción: «Es un respiro para nosotros, porque el IVA era una carga muy grande para nuestros trabajos». Suponía aumentar considerablemente el precio que tenían que pagar las hermandades y eso en muchas ocasiones condicionaba lo que decidían.
Nuevo epígrafe
El Gobierno ha decidido que a partir del próximo año los profesionales que trabajan en oficios que proveen a las hermandades estén en el epígrafe 861, junto a pintores, ceramistas, grabadores o artistas falleros, entre otros. Desde ahora también se podrá incluir a tallistas, orfebres y bordadores, porque los escultores de imaginería ya tributaban al 10%. Esto hace posible
que el IVA que tengan que pagar, y que deben repercutir a sus clientes, a las cofradías, sea de un 10 y no de un 21 por ciento. Era una petición que habían hecho las asociaciones gremiales de arte sacro, en especial las de Cádiz y Sevilla, a la que ahora Hacienda ha notificado el cambio, que tendrá que ser extensivo a todas las demás. Un cambio en la normativa de la Unión Europea, que da un margen mayor, lo hará posible.
Se notará en todos los campos, aseguró José Carlos Rubio. Así, por ejemplo, será importante en los metales preciosos, tanto en los orfebres como en los doradores. Sus materias primas no son baratas, y si se suman a su mano de obra especializada se tiene un coste final elevado en los dos casos. Y eran procesos que casi siempre son muy necesarios para las hermandades, tanto para las que tienen que dorar sus pasos como para aquellas que desean completar sus guiones procesionales o pasos de palio con piezas de orfebrería, sobre todo si optan por metales de la mayor calidad.
Ahora el IVA queda a algo menos de la mitad y por lo tanto el coste para las cofradías será también menor, con lo que muchas cofradías, y los autores cordobeses trabajan para toda Andalucía,
tendrán más fácil realizar nuevos proyectos patrimoniales. Para las hermandades de Córdoba es importante: algunas trabajan en la terminación de sus pasos de Cristo, tanto en talla como en dorado, aunque la mayor parte de ellos ya están acabados, y otras muchas sí que lo hacen en sus pasos de palio.
El orfebre Manuel Valera califica la decisión de «fantástica», porque padecían «un agravio comparativo» y se fomentaba una competitividad poco sana. «Es una alegría y un acicate para seguir y para demostrarle, y para demostrar que la unidad es muy importante», dijo. No por su asociación, que es muy joven, sino por las que lo han conseguido tras hacer fuerza.
Tanto él como José Carlos Rubio insisten en algo, y es en la consideración de artistas. «Somos diseñadores, a la vez que tallistas, orfebres o lo que sea, así que somos artistas», dijo el presidente de la asociación. Y Manuel Valera aportó el dato de que hasta ahora lo orfebres estaban en el epígrafe de los profesionales del metal, junto a los cerrajeros y a los que hacen construcciones metálicas. Su trabajo, recordaron, tiene una naturaleza muy distinta, y lo que sucede hasta que llegue el cambio en 2025 «es una injusticia», porque además sirve «para mostrar lo que el sector puede mover» y el valor plástico que tiene lo que hacen para las hermandades. Lo único que puede suceder ahora es que ciertos proyectos se ralenticen para coincidir con el cambio del IVA en 2025, como advierte José Carlos Rubio.
Además de lo económico, el cambio engloba al arte sacro con el resto de creadores, y no con artesanos y obreros