Los perceptores del ingreso mínimo caen un 51% tras restar bajas y ayudas a la infancia

▶ La prestación original la perciben 376.073 hogares y otros 181.332 sólo el complemento

El ejercicio de transparencia llevado a cabo por el Gobierno con la nueva fórmula de publicación de datos estadísticos sobre el Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha dejado una foto fija sobre los beneficiarios efectivos de la prestación que dista sustancialmente de las triunfales cifras que viene exponiendo mensualmente la Seguridad Social. Tal y como se preveía, el momento en el que se ofreciesen los datos sobre los perceptores de la prestación en cada momento se produciría una importante reducción del volumen de hogares que lo reciben.

Concretamente, del acumulado de 773.654 hogares que era el único dato conocido hasta el momento, desde ayer se sabe que quienes perciben alguna ayuda de ingreso mínimo en este momento son un 28% menos, 557.405 titulares, pero si de aquí descontamos también a quienes no perciben el IMV como tal sino sólo el Complemento de Ayuda para la Infancia (CAPI) –un total de 181.332 titulares– quienes efectivamente cobran la prestación en su versión original se reducen a 376.073 hogares a cierre del mes de febrero, un 51% menos que el registro acumulado que hasta ahora era el único listón para medir la cobertura.

También los 376.073 beneficiarios del IMV se dividen entre los 181.075 que sólo perciben esta prestación y los 194.998 que además de esta renta reciben un complemento para la infancia. No en vano, en cualquiera de las lecturas, la ayuda se encuentra aún lejos de llegar a todo el objetivo marcado por el Gobierno, que en un primer momento ascendió a 850.000 potenciales beneficiarios.

Salidas por mejora de renta

Aunque las cifras también arrojan un aspecto evidentemente positivo pese a que el nivel de beneficiarios efectivos sea bastante más raquítico que el informado en estos cuatro años de funcionamiento de la prestación. Concretamente, 216.249 hogares que en algún momento han cobrado el ingreso mínimo ya no lo perciben, lo que supone casi un tercio del total de beneficiarios acumulados. Fuentes del ministerio califican de positivas estas bajas porque entienden que el titular de la ayuda ha encontrado trabajo y ha experimentado una mejora de renta que ha permitido su baja del sistema.

No en vano, el Ejecutivo es consciente de que el ingreso mínimo no llega a todas las personas que debería, y los últimos datos disponibles revelan una brecha de cobertura del 58%, «similar a la que existe en países de nuestro entorno con este tipo de prestaciones» y en línea con las cifras planteadas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en la ‘Segunda Opinión sobre el Ingreso Mínimo Vital’ publicada en junio del pasado ejercicio y donde ya revelaba que las complejidades administrativas estaban detrás de que más de la mitad de potenciales beneficiarios no hayan solicitado la ayuda. Con datos a cierre de 2022 esa brecha supone que hay 470.000 hogares que pudiendo recibir la ayuda ni tan siquiera la han solicitado.