La oposición vaticana al Papa eleva la presión
▶Un documento anónimo, atribuido a un cardenal, dice que la ambigüedad de Francisco «en cuestiones de fe y moral causa confusión entre los fieles»
En un contexto de final de pontificado, y justo con los últimos problemas de salud del Papa Francisco, el diario online conservador ‘La Nuova Busssola Quotidiana’ hacía ayer público un texto anónimo –aunque tiene «como autor principal» a un cardenal, según sus propias palabras– y «destinado a circular entre los cardenales con vistas al próximo cónclave». La carta, aunque comienza reconociendo algunos «puntos fuertes del pontificado del Papa Francisco» es duro al juzgar lo que denomina «defectos obvios», entre los que incluye un «estilo de gobierno autocrático, a veces llegando a parecer vengativo»; un «descuido en cuestiones de derecho» y, lo que consideran «más grave», un «estilo persistente de ambigüedad en cuestiones de fe y moral que causa confusión entre los fieles». «El resultado de esto –según concluyen– es una Iglesia más fracturada que en ningún otro momento de su historia reciente».
El documento está firmado con el seudónimo Demos II, en alusión a un escrito similar, que circuló en marzo de 2022, que planteaba «graves interrogantes y críticas sobre el pontificado del Papa Francisco». El entonces también anónimo autor firmaba como Demos (pueblo en griego) y, tras su muerte, en 2023, se supo que quien estaba detrás era el cardenal George Pell.
Ahora, el sucesor de Pell en esta crítica, Demos II, también apunta a la responsabilidad de Francisco en los problemas actuales de la Iglesia y añade un itinerario en siete puntos de lo que tendría que tener en cuenta el próximo Papa para «recuperar y restablecer verdades que se han ido lentamente oscureciendo o perdiendo entre muchos cristianos». Las críticas se enmarcan dentro de las que otros cardenales han realizado sobre recientes decisiones del Papa, como la autorización de las bendiciones pastorales a parejas del mismo sexo, o las ‘dubbia’ que hicieron públicas cinco de ellos en los días previos al comienzo del Sínodo de la Sinodalidad. No sorprende en ese sentido que ‘La Nuova Busssola Quotidiana’ haya sido el medio elegido para esta difusión, ya que protagonizó una amplia campaña mediática contra el Sínodo desde sus páginas, entre otras críticas al pontificado del Papa Francisco.
En la hoja de ruta para el próximo Papa, el primer punto habla de «la autoridad real», que «se ve perjudicada cuando se usan medios autoritarios en su ejercicio». En ese sentido recuerdan que el Papa “es el sucesor de Pedro», pero «no es un autócrata» y señala que «no puede cambiar la doctrina de la Iglesia». «Así como la Iglesia no es una autocracia, tampoco es una democracia», explican en el segundo punto. «El ‘sensus fidelium’ católico no es una cuestión
de encuestas de opinión, ni siquiera la opinión de una mayoría bautizada», recomienda al futuro Pontífice. También añade, como tercer elemento que «la ambigüedad no es evangélica ni acogedora» en lo que supone una carga de profundidad hacia Francisco.
También argumenta, en el cuarto punto la «excesiva confianza en el motu proprio como herramienta de gobierno y una despreocupación general y aversión por los detalles canónicos». En el siguiente, añaden que la Iglesia «nunca puede ser reducida a un sistema flexible de ética». La penúltima de las recomendaciones habla de que «el propio Vaticano necesita urgentemente una renovación de su moral, una limpieza de sus instituciones, procedimientos y personal, y una profunda reforma de sus finanzas para prepararse para un futuro más difícil». Sorprende, en cierta manera la crítica, cuando el Pontificado de Francisco se ha caracterizado por los constantes intentos de poner en orden las finanzas vaticanas».
Por último, el texto recuerda que «el colegio cardenalicio existe para asesorar al papa y elegir a su sucesor» aunque apunta que eso requiere “un Papa dispuesto a pedir consejo y luego a escuchar». En ese sentido también incide que la política de nombramientos de Francisco, que «ha hecho hincapié en la diversificación del colegio», ha derivado en que «muchos de los electores que voten en el próximo cónclave no se conocerán realmente entre sí, y por tanto pueden ser más vulnerables a la manipulación».