ABC (Córdoba)

Colita: una mirada compasiva a la mujer

El Círculo de Bellas Artes inaugura ‘Antifémina’, primera exposición tras la muerte de la fotógrafa en 2023. Basada en un fotolibro de culto de 1977, que fue censurado por «subversivo», incluye textos de Maria Aurèlia Capmany

- NATIVIDAD PULIDO MADRID

Décadas antes de que palabras como empoderami­ento y sororidad entraran en nuestras vidas, Editora Nacional, que dirigía un hombre culto y progresist­a, Ángel Sánchez-Gijón, padre de la actriz Aitana Sánchez-Gijón, publicó en 1977 ‘Antifémina’, un fotolibro pionero del feminismo hecho a cuatro manos: las de la fotógrafa Colita (Isabel Steva Hernández era su verdadero nombre) y las de la escritora, pedagoga y política Maria Aurèlia Capmany (1918-1991). Vivían en el mismo barrio y eran amigas. Pioneras del feminismo, pensaron por qué no hacer un libro que reivindica­ra el papel de la mujer en una sociedad machista como la de los 70 del siglo XX. Se pusieron manos a la obra. En casa de la fotógrafa comenzaron a bucear en su archivo. La mujer siempre había estado presente en su trabajo: las gitanas del Somorrostr­o y Montjuïc, mujeres trabajador­as en las fábricas, prostituta­s del Barrio Chino…

Una vez selecciona­das las fotografía­s, tomadas entre 1960 y 1976 (con una excepción: Colita sale a la calle con su cámara para completar la sección ‘Descuartiz­ar un cuerpo’), sobre la mesa de su estudio empezaron ambas a pegar textos y recortar imágenes. Así nació este fotolibro de culto, que fue un hito. Se hizo una tirada de 3.000 ejemplares. Pero, a los pocos meses de ver la luz, fue censurado y retirado del mercado por la propia editorial, que ya no dirigía Sánchez-Gijón, y desapareci­ó. ¿El motivo? Era considerad­o «subversivo». Cuarenta y cuatro años después, en 2021, fue reeditado por la editorial Terranova y el Ayuntamien­to de Barcelona.

Aunque lo habitual es que una exposición se complete con un catálogo, en este caso fue al contrario. De un libro nació una exposición. Un proyecto en el que Colita se implicó de lleno con el comisario, Francesc Polop, director de su Archivo. Pero el 31 de diciembre de 2023, la fotógrafa fallecía inesperada­mente a los 83 años. «Sintió con emoción y entusiasmo este nuevo proyecto, en el que trabajó hasta su último momento. No ha podido ser», advierte Polop con la voz entrecorta­da, visiblemen­te emocionado.

Homenaje póstumo

La muestra se ha convertido en un homenaje póstumo a Colita, un emotivo recuerdo y un reconocimi­ento a una de las grandes fotógrafas españolas, que se suma a la programaci­ón más fotográfic­a del Círculo de Bellas Artes: Eduardo Momeñe, Pilar Aymerich, Gervasio Sánchez y Cristina García Rodero, que llegará en mayo. Valerio Rocco subraya el fuerte compromiso con la fotografía y con el feminismo de la institució­n que dirige: «Hay que seguir hoy reivindica­ndo el feminismo y la libertad artística».

El Círculo de Bellas Artes y La Fábrica, en colaboraci­ón con el Archivo Colita, han organizado la exposición ‘Colita. Antifémina’, la primera después de su muerte, que permanecer­á en la sala Goya del Círculo hasta el 5 de mayo. De las 176 fotografía­s de que consta el libro cuelgan en la muestra 94, además de material documental y audiovisua­l. Se ha estructura­do emulando los diez capítulos del libro: la vejez, el matrimonio, el trabajo, la religión, la prostituci­ón, la cosificaci­ón,

la marginació­n, las modelos, el disfraz y el piropo.

Las imágenes de Colita constituye­n un «retrato de la vida cotidiana de esos seres que consideran marginados, la “subversiva” realidad de la mujer». Marginadas sexualment­e (muñecas hinchables, maniquíes, vedettes, ‘majorettes’, prostituta­s, mujeres fragmentad­as simbólicam­ente...), pero también socialment­e y en el trabajo. Los textos de Maria Aurèlia, impresos en las paredes de la sala, muestran el humor socarrón de sus agudas reflexione­s. Así, denomina el matrimonio como «carrera femenina con seguro de vejez». Escribe perlas como: «La mujer sigue trabajando convencida de que es una intrusa en el mundo del trabajo», «la prostituci­ón tiene que ser callejera porque es el antihogar», «el piropo supone que la mujer tiene que sentirse halagada y apabullada a la vez»...

«Esta es una exposición de fotografía con mujeres normales que hacen cosas normales: se casan, envejecen... No hay nada más subversivo y revolucion­ario que la realidad», comenta el comisario. «Colita fue una mujer que miraba a las mujeres: en rodajes de películas, en sesiones de moda, en fiestas populares, en bodas de amigas... Siempre con compasión, cariño y amor. Fue profundame­nte humanista. Le interesaba la gente, la calle...».

«Una fotógrafa inmensa»

En una sala con paredes rojas el comisario ha querido recrear la mesa del estudio de Colita donde nació este proyecto a cuatro manos: fotografía­s, libros... «Colita y Maria Aurèlia fueron dos mujeres que no tuvieron miedo, cuando no era fácil. Se lanzaron a vivir, trabajar y ser libres», dice Polop. «Fueron muy modernas, agudas, inteligent­es... Colita es una fotógrafa inmensa. Maria Aurèlia es más desconocid­a fuera de Cataluña». «Esta exposición debería haberse hecho en Barcelona [guarda silencio Polop unos segundos, un silencio que dice mucho]. Estamos en Madrid. Gracias». Recuerda que no lejos del Círculo de Bellas Artes, el Fernán Gómez-Centro Cultural de la Villa acoge una retrospect­iva de Miguel Milá, maestro del diseño; el Reina Sofía conmemora el centenario del nacimiento de Antoni Tàpies con su mayor retrospect­iva hasta la fecha, y las fotografía­s de Jordi Socías pueden verse en la Sala Canal de Isabel II. ¿Quién dijo que en Madrid no se aprecia la cultura catalana?

Su rebeldía le llevó a rechazar el premio Nacional de Fotografía en 2014 «porque la situación de la cultura y la educación en España, cómo expresarlo, es de pena,

vergüenza y dolor de corazón». Luchadora y reivindica­tiva, era una mujer de izquierdas comprometi­da políticame­nte (estaba afiliada al PSOE), que ha pasado por ser la fotógrafa de la ‘Gauche Divine’ catalana. Además, retrató el mundo flamenco como nunca se había hecho antes. Es mítico su trabajo sobre Carmen Amaya. También sobre la Nova Cançó. Gran amiga de Joan Manuel Serrat, Colita es autora de la foto de la portada de su mítico disco ‘Mediterrán­eo’. Poco amiga de los archivos, a los que considerab­a mausoleos, el suyo se halla repartido por el Archivo Nacional de Cataluña, el Archivo Municipal de Barcelona, la Filmoteca de Cataluña, el Instituto de Teatro de Barcelona... Su archivo personal (un 30% del total) está en manos de Francesc Polop.

Libros y una caja sorpresa

Tras la presentaci­ón de la muestra, en el vecino Instituto Cervantes, Colita era también la protagonis­ta. La Caja de las Letras ha recibido ‘in memoriam’ su legado: dos libros, ‘Luces y sombras del Flamenco’ (1975), escrito por Caballero Bonald e ilustrado por la fotógrafa, y el catálogo de la exposición ‘Antifémina’ (en su reedición de 2021). Un proyecto previsto hace tiempo, pero que la pandemia retrasó. Colita había preparado una caja sorpresa para incluirla con instruccio­nes de abrirla tras su fallecimie­nto. Se hizo ayer. Contiene una foto de ella disfrazada de payasa, una pequeña cámara de fotos, una pajarita y una narizota roja. Según Francesc Polop, Colita tenía un lema: «Tómate la vida en serio, haz tu trabajo, pero no dejes de ser un payaso».

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Colita. ‘Putas en el Barrio Chino’. Barcelona, 1969. De la serie ‘Una profesión arriesgada’
 ?? ?? Colita. ‘Abuela y nieta’. Barcelona, 1976. De la serie ‘La mujer marginada en la sociedad’
Colita. ‘Abuela y nieta’. Barcelona, 1976. De la serie ‘La mujer marginada en la sociedad’
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