«Hay que vigilar a quien no hace un uso responsable del espacio»
El primer jefe del mando espacial asume el reto de supervisar la seguridad de un ámbito en plena expansión
Con miles de satélites alrededor de la Tierra y toneladas de basura orbitando, el espacio se ha convertido en un nuevo campo de batalla. Y España, para no quedarse fuera de esa pugna, ha creado un nuevo Mando del Espacio encargado de vigilar todo lo que se mueve a miles de kilómetros de nuestras cabezas. «El espacio es ya un dominio operacional más», avisa su primer jefe, el general del Ejército del Aire y del Espacio Isaac Crespo.
—¿Por qué necesitan las Fuerzas Armadas un mando del espacio?
—El espacio es un dominio donde hay muy poca regulación. Antes se consideraba que los sistemas en él estaban seguros y ahora ya no están tan seguros. Una parte importante de la vertebración de la sociedad y de la economía como nación depende de datos, productos y servicios que provienen de sistemas que están en el espacio y que ya no están garantizados.
—¿Y como afectaría a la sociedad un apagón espacial?
—Desde algo tan simple como hacer una transacción económica para hacer una compra a través de internet. Pero también los sistemas de localización, de comunicaciones... Si esa garantía de seguridad de lo que viene del espacio está ahora mismo cuestionada, es evidente que es una preocupación para España como nación.
—¿Y qué hacen ustedes para proporcionar esa seguridad?
—La clave está en cómo se desarrolla la capacidad espacial en el futuro. La primera prioridad es conocer qué está pasando en el espacio. Ahora mismo tenemos ahí unos medios gubernamentales que están proporcionando unos servicios y queremos saber si están seguros. Eso implica tener una base de datos global de cualquier satélite y también de la basura espacial. Y después, si en algún momento algún actor privado o gubernamental se acerca a nuestros satélites de interés con fines ilícitos, que seamos capaces de advertirlo y de ver quién lo está haciendo para que el Gobierno tenga las herramientas suficientes de decisión para dar una respuesta graduada.
—¿Esta vigilancia puede hacerse ahora mismo?
—Estamos hablando de veintitantos mil objetos en órbita baja. La basura espacial sí está medianamente controlada y hay un sistema internacional de alertas de colisión. En cuanto a los satélites, hay una parte importante que están registrados, pero hay algún otro que no está registrado y esos son los que tenemos la responsabilidad de detectar y conocer qué hacen.
—¿Debe haber una regulación del espacio?
—Sin lugar a dudas, sí. Ahora mismo hay una regulación de Naciones Unidas de los 60 y algún tratado posterior pero que regulan muy poquito.
Uno de los problemas que hay actualmente es la saturación de las órbitas bajas e incluso de la órbita geoestacionaria. Está vigente el principio del primero que pide, si hay hueco, se le concede. No hay una regulación que reserve a ciertas naciones unos huecos en órbitas. Eso conlleva que hay ciertos actores privados que están saturando esas órbitas porque tienen la capacidad de hacerlo.
—¿Y se está haciendo un uso responsable del espacio?
—Esto es un juicio de valor, pero la respuesta lógica, como ciudadano que escucha noticias de ciertos países que están lanzando sistemas con cierto oscurantismo, parece que no todo el mundo está haciendo un uso racional del espacio. Por eso tenemos que conocer y construir esa capacidad de vigilancia espacial para saber quién no hace un uso responsable y poder activar las medidas de defensa y en su caso respuesta que requiera el Gobierno.
—¿Considera que está el espacio militarizado?, ¿y estará armado?
—Si entendemos militarizar algo por el uso que se hace, está claro que está militarizado desde hace muchos años. La mera observación de la Tierra y generación de inteligencia militar existe desde hace muchos años. Pero nadie en principio quiere una guerra en el espacio. Occidente desde luego no quiere armar el espacio. Lo que no podemos controlar es si otros actores que no controlamos sí que están desarrollando programas para poner armas en el espacio. Es algo que habrá que ver. De todas formas una cosa es armarlo y otra cosa es la voluntad de empleo que hagan de esas armas, si es para emplearlas o para disuadir. Yo creo que si alguien las pone es para disuadir más que para emplearlas.
—¿Veremos algún día misiones militares tripuladas en el espacio?
—Yo a mi grupo le digo que tenemos que construir unas capacidades militares espaciales con los pies en el suelo. Mi prioridad es conocer qué sucede en el espacio. Y si en algún momento la tecnología evoluciona para que los vuelos tripulados sean nuestro día a día, quiero entender que como capacidad militar haremos uso de esa tecnología también, con los fines de disuasión y de seguridad y defensa que se determinen.
—¿Cómo influye el boom de operadores privados en el espacio?
—Algunos de esos actores han generado y estimulado la tecnología y ganas por llegar al espacio. No todo el mundo sabe que la guerra de Ucrania empezó en el espacio mediante un ataque cibernético a un satélite de comunicaciones mediante el cual residía la capacidad de mando y control del Ejército de Tierra ucraniano. Y cuando eso sucedió, el que entró a dar la provisión de esos servicios fue Starlink. Así que ahora se abre un nuevo debate: ¿queremos tener capacidades gubernamentales o militares en manos privadas?
—¿Las guerras del futuro se librarán entonces en el espacio?
—Una de las dificultades en el espacio cuando hay acciones es su atribución. Eso ya está sucediendo sin necesidad de conflicto, es la denominada zona gris, acciones que no son hostiles pero sí afectan a tu vida diaria. El espacio es un dominio operacional más y por tanto va a formar parte de las operaciones militares desde el inicio.
Guerra en el espacio «La guerra de Ucrania empezó en el espacio. Va a formar parte de las operaciones militares desde el inicio»