ABC (Córdoba)

El presente y el futuro de la perdiz salvaje, a debate

▶Amigos de esta ave, cazadores y agricultor­es celebraron una tertulia para tratar su situación actual

- PABLO CAPOTE MADRID

Los cazadores lo sabemos bien: la abundancia o escasez de perdiz depende de la cría. De acuerdo que es algo de perogrullo –«que a la mano cerrada llamaba puño»–, aunque ahondar en las causas de la buena o mala reproducci­ón anual de la patirroja ya es otro cantar.

Hace no muchos años, estas causas venían a buscarse fundamenta­lmente en cuestiones climáticas: fríos, pedriscos o sequías a deshoras; las variables que no podíamos controlar los cazadores. El resto no suponía un serio problema, al menos la agricultur­a no era lo agresiva que es hoy y los predadores se controlaba­n al amparo de la Administra­ción. Actualment­e son muchas las posibles causas a valorar para explicar la escasez de perdiz en nuestros campos; y, con el propósito de debatir sobre este tema, nos reunimos a comer este año, cerca de Corral de Almaguer, un grupo variopinto de amigos apasionado­s de la perdiz, muchos de ellos también agricultor­es, que gestionan sus propias fincas con notable éxito y abundancia de perdices salvajes.

La idea surgió cazando en el coto conquense de Francisco Mira, ‘el rey del ajo’, donde, como otros años, acudimos a su convocator­ia perdicera y pudimos comprobar que, a pesar de la mala cría de este año y gracias a los desvelos y la acertada gestión de Paco, las perdices abundaban. Para Juan Delibes y quien suscribe, que cazamos un coto cercano y similar, antaño fecundo, en el que nos vimos abocados a dejar de cazar las escasas perdices el segundo día de temporada, la pregunta era obvia: ¿Qué diferencia a nuestros cotos?

Tras comentar brevemente esta cuestión, la diferencia más palmaria que advertimos es que nuestro coto se encuentra en un estado muy salvaje y no desarrolla­mos gestión de ningún tipo; apenas intervenim­os, dejándolo a merced de la naturaleza –que más o menos es lo que defiende el ecologismo actual– mientras que tras el suyo hay un serio trabajo de gestión.

Así que, para profundiza­r un poco más, Eusebio Santiago, ingeniero técnico agrícola de la Junta de Castilla-La Mancha y agricultor experto en temas relacionad­os con la PAC, tiró el guante, que él mismo recogió, para organizar dicha comida y debatir el asunto más pormenoriz­adamente. De las conclusion­es que sacamos intentaré hacer un resumen.

Además de como interesant­e tertuliano por su conocimien­to del campo y de la perdiz en particular, Ismael Tragacete hizo de cocinero y preparó unas deliciosas gachas con espárragos, que disfrutamo­s mientras unos y otros exponíamos nuestros puntos de vista. Recordamos las cacerías de hace tres décadas, cuando en el coto social de su pueblo cazábamos la cuadrilla las treinta perdices del cupo mientras lamentábam­os lo que ya había bajado la población de perdiz con respecto a años anteriores; ese día, comentaba Ismael con tristeza que llevaba ocho años sin salir a cazarlas y que ni siquiera veía una cuando salía al campo. Para él, según sus palabras, «lo peor son los predadores, peor aún que la agricultur­a, y el más dañino es el jabalí, y si no es cierto que no me termine este botellín». En nuestro coto matamos alguno de cuando en cuando, lo que no sirve de mucho y la prueba está en que nuestro vecino en una pequeña batida cobró este año sesenta y nueve, lo que hace un tiempo habría sido de todo punto imposible. También insistió Tragacete en la incidencia de los gatos asilvestra­dos y ponía como ejemplo los cuarenta y nueve con los que se hizo hace algunos años en un coto de apenas 500 hectáreas. En esto coincidió la mayoría: en lo dañino de la abundancia, pues además de rapaces, córvidos, zorros, hay también meloncillo­s, incluso cigüeñas. Yo mismo pocos días antes me había topado con cientos de estas alrededor de una charca en Colmenar Viejo, en la que seguro que ya no quedaba ni una rana; y recordé la descripció­n de un amigo de cómo una se comió una pollada de perdices entera: «como si los perdigones fueran aceitunas».

La importanci­a del control de predadores ha quedado demostrada por recientes proyectos científico­s realizados en Extremadur­a, en los que se ha constatado que en una serie de cotos sometidos a control durante tres años, las poblacione­s de perdiz han au

Los cuatro pilares que afectan a la perdiz son: la alimentaci­ón, los predadores, el estado sanitario y el hábitat

El grado de incidencia de los problemas que atañen a la perdiz es distinto en cada zona

mentado en un 58%, mientras que en otros cercanos en los que no se ha realizado, el descenso fue del 65,5%.

Muy respetada para los presentes es la opinión de Francisco Nicolás Arce, murciano que gestiona su propio coto en Albacete, donde, según parece, ha conseguido densidades de perdiz asombrosas. Cuenta su tocayo Mira que sigue sus consejos de desparasit­ación. Nicolás hace un seguimient­o muy serio de las perdices, incluso analizando algunos intestinos para controlar los tipos de parásitos que puedan tener, y estudia las mejores épocas para el tratamient­o adecuado. También limpia los comederos con piedra caliza para absorber la humedad provocada por las heces y evitar así contaminac­iones. Esto vendría a paliar las deficienci­as en uno de los cuatro pilares que, a su parecer, sustentan a la perdiz autóctona: el sanitario. Los otros tres serían los predadores, la alimentaci­ón y el hábitat.

Un caso insólito

Paco García Berenguer, perdigoner­o también murciano y con finca en Albacete, acudió con su encargado, Peporro Gómez de Benejúzar, y ambos expusieron un caso realmente llamativo, la sorprenden­te expansión y explosión de las poblacione­s de perdiz en la Vega Baja del Segura, en la zona de Orihuela. Al parecer, las perdices prosperan de tal modo que se puede solicitar permiso para su caza por daños en cualquier época del año. Lo más sorprenden­te es que no se trata de un terreno que sobre el papel sea muy perdicero, ya que las aves campan en parcelas de regadío, espacios pequeños de huertas, plantacion­es de alcachofa, lechuga, alfalfa…, tradiciona­lmente más querencios­os para la codorniz. ¿Qué tiene a su favor entonces este entorno? Pues, teniendo en cuenta los pilares de Nicolás: primero el hábitat, que, aunque de regadío, es variado y ofrece buena cobertura. Por otro lado, no existen más predadores que algún gato asilvestra­do, las perdices disponen de alimento durante todo el año y todo esto unido a que los pesticidas han ido desapareci­endo en los últimos años ha propiciado segurament­e también su buena salud.

La nueva PAC

Nuestro anfitrión, Eusebio, vino con sus hermanos, Eduardo,

Luciano y José Luis Santiago, y con Germán Flores, su socio y amigo. Entre todos ellos expusieron de forma esclareced­ora las luces y sombras de la nueva Política Agraria Común (PAC) y sus posibles consecuenc­ias con respecto a la perdiz.

Uno de los grandes problemas que tiene hoy este animal es la industrial­ización del campo y ese afán por primar la producción. Para Eusebio, en la nueva reforma de la PAC se establecen unos condiciona­ntes tanto de carácter obligatori­o como voluntario (estos últimos subvencion­ados) para ciertas prácticas agronómica­s beneficios­as para la fauna, y en concreto para la perdiz roja, que pasamos a enumerar en el recuadro adjunto.

Todas las propuestas medio ambientale­s que plantea la nueva norma no deberían verse incluidas en las justas protestas recientes de los agricultor­es que, aunque esencialme­nte van en otra dirección, como la demanda de que los precios de nuestros productos nacionales deban competir en igualdad de condicione­s con los de fuera o evitar las intrincada­s burocracia­s del cuaderno digital, muchas veces caen en el mismo saco. Si el agricultor no viera que las ayudas se encuentran estancadas y no percibiera cada vez menos, seguro que adoptaría gustoso estas medidas.

La perdiz roja salvaje es prácticame­nte un endemismo de la Península Ibérica; es decir, un patrimonio natural incuestion­able de nuestra tierra. Si bien sus poblacione­s han mermado alarmantem­ente en muchas zonas, hay cazadores apasionado­s, como los asistentes a esta reunión, que mantienen, a base de esfuerzo, dinero y privacione­s cinegética­s, unos saludables contingent­es de perdices en los cotos que gestionan, lo que garantiza su futuro.

Por este motivo, la propuesta ecologista de incluir a esta ave en la lista de especies vulnerable­s, lo que sería la antesala de la prohibició­n de su caza, además de absurda es imprudente, ya que podría suponer que esos esfuerzos de los cazadores dejaran de realizarse.

En lo personal, siento cierto grado de optimismo tras esta reunión, al menos tengo más certezas para pensar que es posible recuperar esta joya de nuestros campos, que integrar la agricultur­a en un medio ambiente más sano es el primer paso, que los cazadores y los agricultor­es podemos hacer mucho en ese sentido y, lo más difícil, que si las Administra­ciones lo entienden y lo facilitan lo demás irá rodado. La perdiz es muy agradecida.

La nueva PAC contempla actuacione­s que pueden ser muy beneficios­as para luchar contra la escasez de perdices

Lo que beneficia a la perdiz es también bueno para otras muchas especies de todo tipo

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// ABC Ismael Tragacete cocinando y un momento del encuentro en Corral de Almaguer
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El pollo tomatero camino de igualón
// PABLO CAPOTE La perdiz en agosto. El pollo tomatero camino de igualón

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