La incertidumbre por Pedro Mayorgas cumple una semana
▶ La Policía retoma hoy la búsqueda del vecino que desapareció el pasado jueves
Pedro Mayorgas Ruiz es un hombre de rutinas. A sus 83 años vive solo en su casa del barrio de La Calzada de Lucena, aunque recibe la ayuda de una asistenta y uno de sus hijos va a visitarlo al menos una vez al día. Sus pájaros, sus paseos por el barrio para las cuatro compras diarias y despejarse de la soledad y a casa sin nada que altere esa dinámica. Hablador, se para con sus vecinos o con cualquier persona para intercambiar un saludo o un comentario.
El jueves 29 de febrero a Pedro Mayorgas se le pierde la pista a mediodía, cuando fue visto por última vez. Vecinos y familiares se cercioran de ello cuando a la mañana siguiente ni los pájaros que cuida estaban en el interior de la casa y no en el patio (como sucedía) ni tampoco ciertas costumbres de cada día dejan constancia: como el primer café de la mañana.
Mide 1,60 metros de estatura, tiene una complexión delgada, el pelo canoso, ojos azules y usa gafas graduadas. Esa es la descripción que se difunde por parte de la familia y se multiplica en horas.
Aquí se activan todas las alertas y comienza a buscarse a Pedro como una de tantas desapariciones que, desgraciadamente, se producen en personas de avanzada edad. Las primeras horas transcurren con las primeras gestiones de la Policía Nacional. No hay nada raro tampoco en su vivienda que indique la entrada de algún ladrón o algún elemento que derive en un acto violento. Lo que sí arrastra más certezas es que Pedro pudo ya no pasar la noche en su casa. Era autónomo de movimientos e independiente, por cuanto le gustaba salir y entrar sin alardes, claro está.
Desde la necrópolis judía se organiza una intensa batida con drones, el helicóptero con cámaras térmicas de la Policía, patrullas del a Guardia Civil, la Policía Local y el Cuerpo Nacional, voluntarios y miembros de Protección Civil. Todos ellos coordinados por el puesto de mando operativo. Resultados infructuosos.
A comienzos de esta semana, la Policía decide parar el dispositivo, avanzar en su investigación y abrir todas las líneas de investigación, incluso el protocolario aviso a la Interpol. Es cuando la familia de Pedro e incluso desde el propio Ayuntamiento por los datos que le van llegando declaran que la desaparición fortuita pierde peso. En los últimos días se han visto merodear a personas ajenas a la zona donde vía Pedro. Incluso uno de sus nietos, que hace de portavoz, apunta a la actuación de «terceras personas» como una hipótesis que para ellos cobra fuerza. Entre tanto, la Policía Científica sigue buscando pistas en el domicilio del desaparecido. La búsqueda del hombre se retoma hoy.