El rastro de la perspectiva de género en la Administración de Justicia
▶ABC reúne a cinco mujeres profesionales claves en un proceso judicial para debatir sobre igualdad La dificultad para conciliar es muy superior en profesionales liberales que en el personal de la Administración
¿Ortega: «Había clientes que a mi compañero le llamaban don Rafael y a mí su secretaria; los estereotipos existen»
«La perspectiva de género lo que pretende es derribar esas barreras psicológicas»
Cómo se ejerce la perspectiva de género en la Justicia? ¿Cómo influye a la hora de dictar sentencia o de elevar un escrito de acusación por parte del Ministerio Público? ¿Es posible la conciliación familiar? ABC ha abierto el debate en una mesa de redacción en el Hospes Bailío con la magistrada de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Córdoba, Cristina Mir, la primera mujer en formar parte de un tribunal esta segunda instancia en 2014; la fiscal Esther González, ex miembro de la Fiscalía Anticorrupción del Estado sentando en el banquillo desde la mafia china a la rusa o el mediático caso Villar; la vicedecana del Colegio de la Abogacía, Concepción Ortega; a la decana del Colegio de Procuradores, María José Carralero; y la letrada de la Administración de Justicia del Juzgado de lo Penal 5, María Dolores Benítez.
El coloquio lo arranca la magistrada de la Sección Primera de la Audiencia de Córdoba, Cristina Mir, quien apostilla que pese a que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está en boca de todos por ‘cuestiones penosas’, poco se habla de lo bien que lo hace respecto a esa perspectiva de género.
Esther González Fiscal experta en Anticorrupción
«Hay que procurar que si tienes que hacer algunas manifestaciones sobre la víctima no sean peyorativas»
«Desde 2002 hay una formación especializada para jueces sobre la perspectiva de género y desde se 2009 obliga a superar esos cursos que se imparten de cien en cien magistrados», apunta. «Además de esa pata, hay otra que parte del año 2013 cuando el CGPJ dicta un plan de igualdad modificado en 2021 con medidas de conciliación». «Cuando yo entré en el año 1991 a la Carrera Judicial no éramos mayoría; ahora en el último escalafón hay más mujeres que hombres, cuando los medios quieren presentar a un juez como un hombre que no es consciente de esa perspectiva de género se equivocan», denuncia esta magistrada civil.
Para Mir, la formación del CGPJ le abrió los ojos, porque «tenemos estereotipos o roles que sin darnos cuenta están en nuestro subconsciente y que van a impedir que se implemente un principio de igualdad efectivo entre
hombres y mujeres. Entonces, los jueces a la hora de decidir, cuando uno piensa en roles familiares piensa en la mujer como más cuidadora de los hijos, y esa perspectiva de género lo que pretende es derribar esas barreras psicológicas». Como ejemplo, Mir expone una sentencia que obliga a un padre
a ejercer la guardia y custodia compartida de su niño con necesidades especiales a la que pretendía renunciar. «La Audiencia Provincial de Córdoba le dijo a ese padre, no, mire usted, el rol de madre cuidadora de hijo ya no; estamos en el siglo XXI». Es decir, la perspectiva de género tiene su
trascendencia afirma esta magistrada que pertenece a la asociación de jueces ‘Francisco de Vitoria’. «No solo lo decimos en la Audiencia Provincial sino el Tribunal Supremo, en una sentencia de 21 de noviembre de 2022 aplica este principio como inspirador del ordenamiento jurídico, cuando dicta
Concepción Ortega
El TS ha reconocido que el apellido de un padre desaparezca del hijo para contribuir a la estabilidad emocional de su madre
«Como profesionales liberales necesitamos un cambio en la ley para poder conciliar»
María José Carralero Decana del Colegio de Procuradores de Córdoba
«En la Procura somos mayoría de mujeres, pero la conciliación familiar es porque unas nos sustituimos a otras»
María Dolores Benítez LAJ del Juzgado de lo Penal 5
El Colegio de la Abogacía de Córdoba fue el primero andaluz en lograr que su nombre fuera inclusivo en 2022, le ha seguido Almería
«Trabajar en un juzgado de Instrucción era incompatible con la conciliación familiar»
no ya que «se altere el orden de los apellidos del padre sino que se elimine el apellido del padre por unas circunstancias excepcionales y lo justifica porque ‘así se contribuye al desarrollo de su estabilidad emocional». Es decir, matiza Mir, «el Supremo ve lo que esa mujer ha tenido que pasar y decide eso».
La fiscal Esther González que llegó con 24 años a la Fiscalía de Córdoba afirma con rotundidad, apuntando que más de un 70% de fiscales son mujeres, «no he notado en mi carrera ningún tipo de discriminación por razones de género. Es cierto que cuando llegué a Peñarroya, lo que noté es que por edad, por ser tan joven no te tomaban en serio, pero tanto por parte de hombres como de mujeres; pero posteriormente tanto en Córdoba como en Anticorrupción en Madrid yo no he notado elementos discriminatorios».
Sin embargo, respecto a abogados y procuradores esta representante del Ministerio Público puntualiza que «estamos hablando de ámbitos que son distintos y con una perspectiva y criterios diferentes a lo que puede ser la empresa privada o personal autónomo». Y recuerda que en el ámbito de la Justicia, la Fiscalía ha tenido una actividad muy importante en materia de igualdad en tratar de superar la brecha de género desde la Ley de 2007 de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres del Estado hasta la del pasado 28 de febrero con el Plan de Igualdad para el Personal de Justicia en Andalucía. «Se están estableciendo mecanismos que tienden a lograr esa igualdad en el ámbito jurídico, y teniendo en cuenta que nuestras carreras son por oposición donde la capacidad y el mérito son los criterios fundamentales y creo que deben seguir siéndolo; si prescindimos de ellos vamos mal». Ahora, adelanta, se está tratando de fomentar «tanto en la Administración General del Estado como en la Fiscalía, cursos de liderazgo y de habilidades directivas para mujeres con la finalidad de que tratemos de acceder a determinados puestos. Muchas veces no se trata de que las mujeres no lleguen a puestos de la parte alta de la Carrera Fiscal sino que no queremos optar a ellos», matiza.
Ahora se trata de eliminar determinadas conductas o lenguajes que pueden entenderse no inclusivos, y de otro lado, se establece una lista de puestos que pueden entenderse peligrosos por embarazo o lactancia o el hecho de que no se pierda la posibilidad de ascender por esta causa. González asegura que el lenguaje inclusivo no es usar «todas, todas, fiscales y fiscalas... se trata de cuidar mucho las formas de la exposición de los hechos y de la sentencia procurando que si tienes que hacer determinadas manifestaciones sobre la víctima que no sean peyorativas. Tener cuidado en las frases que utilizas».
Logro
Para la vicedecana del Colegio de la Abogacía, Concepción Ortega —el primer logro por la igualdad apostilla ha sido cambiar el nombre del Colegio de Abogados al de la Abogacía—, recuerda que ellos son 2.397 colegiados, de los que 998 mujeres. Ortega habla de que «la perspectiva de género tiene que ser un principio rector no sólo de interpretación de la norma sino de la creación de la norma, de la ley. En el Colegio de la Abogacía sí se lucha porque desaparezcan esos estereotipos que crean esas posibles cuestiones de desigualdad, pero yo no me enfrento a un ente sino a la sociedad. Y yo, a diferencia de la magistrada o de la fiscal, sí lo he vivido». En el despacho, «había clientes, tanto mujeres como hombres que a mi compañero le llamaban don Rafael y a mí la secretaria. Sigue habiendo estereotipos». «Avanzamos en eliminar ese lenguaje no inclusivo pero para la conciliación familiar son necesarias leyes, dotadas de presupuesto», apostilla Ortega.
La letrada de la Administración de Justicia (LAJ), María Dolores Benítez, que forma parte de un Cuerpo de la Administración formado por amplia mayoría de féminas se pregunta ¿qué ocurre cuando estás trabajando en un juzgado de instrucción con el horario guardias y registros? No tienes un problema por ser mujer, sino que tienes que saber integrar tu conciliación familiar con el juzgado de guardia, si vas a una entrada y registro de noche, tienes que tener a alguien en casa.
La decana del Colegio de Procuradores de Córdoba (integrado con mayoría de mujeres), María José Carralero, se muestra tajante «nosotros no tenemos ninguna discriminación, ya que nuestra situación es totalmente diferente a jueces y fiscales».