El exorcista
Ya lo dijo don Santiago muchísimos años antes de que llegaran aquí el maleducado Mourinho o el provocador Vinicius: «Al ser España un país de envidiosos, todos nuestros males vienen de haber sido tantas veces campeones». ¡Y cuando Bernabéu dijo aquello el Real Madrid sólo tenía seis Copas de Europa! El mayor elogio que se le puede hacer al mejor club deportivo de la historia en su 122 cumpleaños y un par de días es que goza de una salud tan exuberante y es tan sencillamente espectacular su estado de forma, está tan joven y tan lozano, que el odio de sus detractores ha ido creciendo hasta alcanzar unas cotas de paranoia total. En esa lista Forbes nacional de los celos únicamente Zara amenaza, y desde muy lejos aún, con arrebatarle la medalla de oro al Madrid. Cuando hablo de estas cosas siempre me viene a la cabeza ‘Alba de América’, la fantástica película de Juan de Orduña de los años 50, porque hay un personaje que se tira las dos horas advirtiéndole a Cristóbal Colón de todo lo que le va a salir mal durante el viaje. Otro antimadridista de manual.
Auguro al menos otros 122 años de éxito al Real Madrid. Doy por hecho que, allá por el año 2101, será elegido nuevamente como mejor club del siglo y que eso pondrá de muy mala leche a sus ‘haters’, que se habrán renovado de un modo muy similar a como se multiplican los zombis en ‘Guerra mundial Z’. Porque, como dije hace poco en ‘El Chiringuito’, en España, y en el fondo, sólo hay dos equipos, el Real Madrid Club de Fútbol y el Antimadridismo Fútbol Club. El 14 veces campeón de Europa seguirá creciendo, como siempre lo hizo, contra todo y contra todos. Y, como el padre Karras, exorcizará los demonios de la mediocridad. Eso es el Real Madrid en el fondo, un exorcista de lo vulgar, un repelente de lo mediocre. Su labor debería estar subvencionada.
Ahí va desde ABC mi modesto vaticinio: la brecha entre el Real Madrid y sus perseguidores seguirá creciendo hasta que llegue el día en que la única duda residirá en saber el nombre del segundo. Eso en España. Mientras tanto, en Europa, la cosa estará un pelín más ajustada pero me juego pajaritos contra corderos a que la vigésima llegará a lo largo de la próxima década. Tranquilos, el agua bendita merengue seguirá expulsando a los malos espíritus y a los cenizos. Por cierto, Colón descubrió finalmente América pese a todo. Perdón por el ‘spoiler’ histórico.