Reservas online y papeleta en el móvil: la tecnología recorta la presencialidad en las cofradías
Hermandades como el Huerto ya atienden por internet más de un cincuenta por ciento de solicitudes
Las tecnologías cambian la forma en que las personas se relacionan y las cofradías, que no dejan de ser grupos de gente asociada en torno a una devoción común, también lo notan. Hace mucho tiempo que los nuevos medios están presentes en la vida de las hermandades, y en los últimos años diversos factores han confluido para que el cambio afecte de igual forma que en el resto de la sociedad: en la reducción de la presencialidad y en la posibilidad de hacer muchos trámites a distancia.
Se nota de muchas formas, pero especialmente en los días de Cuaresma que se dedican al reparto de papeletas de sitio. Es una de las citas habituales de muchos hermanos con su cofradía, un momento de encuentro y de mucho trabajo, que ahora se puede hacer de forma virtual.
Enrique Torres, diputado de Estación de Penitencia de la hermandad del Huerto, explica que su cofradía tiene un sistema para reserva online las papeletas de sitio, y tiene mucha aceptación entre los hermanos, en uno de los cortejos más largo de todo el Domingo de Ramos. «Más o menos representan el 50 por ciento de todos los hermanos que salen en procesión», relata Enrique Torres.
No tienen que dirigirse a la casa de hermandad y por lo tanto evitan uno de los inconvenientes del rito, que es el de las colas y esperas hasta que se les pueda atender, porque la concentración suele ser alta. Para reservar su sitio sólo tienen que acceder a un portal de internet, introducir su DNI y una clave de la que disponen. «Desde allí llegan a su perfil de hermano y tienen varias pestañas, en que pueden pagar recibos o donativos, por ejemplo», dice el diputado de Estación de Penitencia del Huerto. Y allí también tienen una pestaña en la que aparece «salida procesional pendiente».
El hermano puede hacer allí dos cosas: solicitar un cambio en su puesto en la estación de penitencia o bien renovar el que tenía. Para el primero de los casos, es necesario que esté libre, y si lo está se acepta sin problema. Es un trámite que muchos siguen haciendo en la casa de hermandad, tras llegar el turno en la fila de cofrades, pero que cada vez, al menos en el caso del Huerto, es más virtual: «No tienen por qué venir, si no pueden». Allí se hace también otro de los trámite necesarios, que es el pago de la papeleta de sitio, y también se puede imprimir, para tenerla físicamente.
Pero no es necesario, como aclara Enrique Torres. En la hermandad del Huerto, como ya sucede en muchas empresas y Administraciones públicas, se quiere reducir al máximo el uso del papel, y se tener la papeleta de sitio en el teléfono móvil, «porque incorpora un código de barras».
Cuando los cofrades llegan, vestidos con la túnica o todavía de paisanos, a San Francisco el Domingo de Ramos, no tienen más que enseñar el dispositivo y el hermano que está en la puerta comprueba con el lector que tiene su papeleta de sitio en regla.
Lo mismo sucede con el pago de las cuotas, necesarias también para obtener la papeleta de sitio, aunque la mayor parte ya están domiciliadas. ¿Qué sucede con las túnicas? En Córdoba todavía quedan muchas hermandades que las prestan a los hermanos que no disponen de un hábito completo. Las cofradías llaman a veces «reparto de túnicas» al proceso de organización de la estación de penitencia, y es un rito el momento en que los hermanos, especialmente los más jóvenes, se prueban las que mejor se pueden ajustar a su estatura y peso.
Pero empiezan a estar en franco retroceso. Las cofradías que han dejado de prestarlas, y que por lo tanto hacen que sus hermanos la tengan en propiedad, empiezan a superar la decena y siguen creciendo. Comenzó la Esperanza, siguieron la Sentencia, la Misericordia, el Prendimiento, Jesús Nazareno o la Presentación al Pueblo, entre otras. El Huerto es en los últimos años una de ellas y ha conseguido «que casi todos tengan ya su propia túnica». Se evitan así el almacenamiento y la necesidad del cuidado, algo que se da como propio de otra época.
En concreto, recuerda el diputado de Estación de Penitencia, los que este año se han dado de alta con la idea de sumarse al cortejo del Domingo de Ramos, han tenido que hacérsela nueva o bien comprar alguna que estuviese en poder de la hermandad. Es una solución que se ha adoptado en los últimos años y que consiste en que las cofradías las entregan a cambio de una cantidad no muy alta. «Incluso si quieren se les puede facilitar el pago y hacerlo por plazos», asegura, porque «son hábitos que están en buen estado, aunque no sean nuevos».
El Prendimiento entrega también un porcentaje significativo por internet y sólo hay que pasar por la casa para recogerla
El Huerto está entre las cofradías que vende las túnicas usadas a sus hermanos para que todos la tengan en propiedad
Contacto
Quedaría entonces el rito de ir a la hermandad «para los románticos» y para los que entienden que el momento de recoger la papeleta de sitio es parte del contacto que se tiene con la cofradía propia. y con los hermanos a los que no se ve tan a menudo, en los preparativos de la Semana Santa.
Otra de las corporaciones que ha modernizado esta gestión en los últimos años es el Prendimiento. Su secretario segundo, Andrés Fresno, asegura que abrieron un período para pedir online las papeletas de sitio y así lo hicieron 200 hermanos, que sólo tuvieron que acercarse a la sede de la cofradía a por la papeleta de sitio, y también «por si hubiera algún cambio en los datos personales».
Eso sí, es sólo para hermanos mayores de edad. Los que recurren a este método son más o menos la cuarta parte de los que visten la túnica, algo en lo que tiene que ver la vocación infantil y juvenil de la cofradía decana del Martes Santo de Córdoba, volcada en el colegio de los Salesianos en que nació y vive. Esos sí tienen que acudir para probarse la ropa, porque además suele variar entre un año y otro.
Su buena organización, apunta, también permite que el tiempo de espera en la casa de hermandad hasta poder retirar la papeleta de sitio no sea demasiado prolongado.