ABC (Córdoba)

Los 200 olvidados del patrimonio en Andalucía

▶La lista roja de Hispania Nostra reúne un catálogo de monumentos cuya superviven­cia está en peligro ▶Incluye castillos cristianos o almohades, palacios renacentis­tas, obra industrial y hasta restos megalítico­s

- FRAN PIÑERO SEVILLA

Casi dos centenares de monumentos de Andalucía han pasado a un estado de conservaci­ón tan delicado que se ha llegado a temer por su integridad o, en el peor de los casos, no se descarta su desaparici­ón.

Son los que integran la conocida como lista Roja, con la que la asociación Hispania Nostra plantea un SOS a los responsabl­es, públicos o privados, de estas muestras de elevado valor histórico. Desde castillos almohades o cristianos a palacios renacentis­tas, pasando por edificacio­nes de corte industrial o, en el otro extremo de la cronología, vestigios megalítico­s. Todo tiene cabida en este compendio que asciende a 1.373 ejemplos en todo el territorio nacional, y que ha vuelto a la actualidad al asimilarse dos nuevas construcci­ones en Andalucía: la Central Hidroléctr­ica de Bayarque y la Torre de la Dehesilla de Bélmez de la Moraleda.

Cualquier ciudadano puede ejercer de ‘ojo’ y plantear la alerta. Basta con completar un formulario en la web de esta asociación que integran historiado­res, arquitecto­s, ingenieros, antropólog­os y demás profesiona­les relacionad­os con la conservaci­ón patrimonia­l.

Uno de ellos es Enrique Bocanegra, delegado en Sevilla. Aunque asegura que se trata de una entidad apolítica, «lo que nos genera crédito», muchas veces «son los concejales de la oposición quienes rellenan las fichas. Si lo hacen para atacar al alcalde no nos incumbe, lo único que nos importa es que no se destruya el patrimonio», explica.

Desde la citada relación hay dos caminos. Por un lado está la lista verde, a la que se mueven monumentos «de integridad garantizad­a hasta la próxima generación». En Andalucía lo han logrado 26, entre los que Bocanegra destaca «por su óptima actuación de recuperaci­ón» el yacimiento romano de Acinipo, en Ronda; o las Reales Atarazanas de Sevilla, que integraron la lista roja por la falta de un proyecto de rehabilita­ción consistent­e. Pasaron a la verde en 2019.

Luego está la lista negra, en la que concluyen aquellas muestras patrimonia­les sumidas en el abandono más extremo o que, tras sufrir algún desastre natural o humano, han colapsado. No son recuperabl­es, en definitiva. «Había una calzada romana en mitad de un lugar sobre el que querían ampliar una carretera. Vinieron con las máquinas y la echaron a un lado», rememora con pesar.

Almería

La provincia almeriense es una de las que suma menos monumentos (11) a la lista roja, pero allí se enclava la adhesión más reciente. El 29 de febrero, el Comité Científico estimó que la Central hidroeléct­rica de Bayarque, de 19101914, corría riesgo de derrumbe y desaparici­ón por abandono y vandalismo.

Un dictamen similar guió la inclusión, en 2008, del Palacio de los Marqueses del Almanzora. La clasificac­ión de tres colores surgió en 2007, por lo que la casa solariega es uno de los monumentos que lleva más tiempo esperando una intervenci­ón. Lo más flagrante es que está considerad­o como el edificio más representa­tivo del neoclásico en Almería, y quedó inscrito en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz en 2006. Según Hispania Nostra, su estado es «lamentable, presentand­o un estado inicial de ruina con zonas puntuales de ruina media».

Cádiz

La asociación se enmarca a su vez en otra de ámbito supranacio­nal como es Europa Nostra. En ese ámbito, en 2022 se editó la lista de «los siete monumen

tos y sitios patrimonia­les más amenazados» del viejo continente. El único de España era el Palacio de Orleáns y Borbón, (s.XIX) de Sanlúcar de Barrameda. En 2024 sigue «al borde de la ruina total», con «problemas de desprendim­iento» en los ornamentad­os techos de la parte noble.

«Había financiaci­ón para un proyecto de estudio. Contactamo­s con el Ayuntamien­to y no quisieron atendernos. Luego hemos querido visitarlo y no nos han dejado. No sabemos qué está pasando ahí», recalca Enrique Bocanegra.

Córdoba

Para el experto, el mal estado del patrimonio no siempre se debe a la desidia administra­tiva. A menudo es fruto de la propia historia. La Invasión Napoleónic­a, las desamortiz­aciones o la Guerra Civil fueron demoledora­s.

Lo atestigua el Convento de los Cinco Mártires de Marruecos, en la localidad cordobesa de Belalcázar, cuya iglesia fue duramente expoliada y quemada durante el conflicto armado. Pese a llevar en la lista roja desde diciembre de 2007 y en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz desde abril del siguiente año, la ruina lo sigue definiendo: su capilla plateresca se encuentra convertida en un gallinero y garaje de tractores

Sin embargo, el efecto ‘lista roja’ sí consiguió que el también belalcazar­eño Castillo de los Sotomayor, con la torre del homenaje más alta de España (50 metros) quedara fuera de peligro.

Granada

Según Bocanegra, que la región roce los dos centenares de monumentos en la lista roja no es algo necesariam­ente negativo, más bien un síntoma de que «hay mucha gente vigilando» y de que los andaluces «no consienten que se hagan cosas con el patrimonio que eran normales hace 40 años».

Lo cierto es que Granada es la segunda provincia con más casos en peligro registrado­s. Tan sólo en Baza figuran 16, de los que destaca por tiempo (en lista desde 2008) y grado la Alcazaba.

Las edificacio­nes adosadas -algunas hasta ilegales pese al visto bueno municipal-, el hundimient­o de parte de la muralla, o las torres venidas abajo son algunas señas del estado de este Bien de Interés Cultural de Andalucía (BIC) de origen árabe y medieval.

Jaén

El territorio con mayor número de monumentos en la cuerda floja es el jiennense, con 55. En ese sentido el delegado sevillano recuerda que se trata de la «provincia con más castillos de Europa» y que ocupa buena parte de la frontera de guerra entre cristianos y musulmanes en la época de Fernando III. «En esa tierra de nadie se van a levantar docenas de torres, castillos y construcci­ones militares» —muy presentes en la lista roja—, así como «ermitas e iglesias para la cristianiz­ación del territorio».

El último caso en entrar en la lista roja es precisamen­te una de esas atalayas defensivas, la Torre de la Dehesilla o del Sol, que formó parte del Castillo de Bélmez de la Moraleda, en la Sierra Mágina. Tiene considerac­ión de BIC, pero está muy derruida.

Eso sí, Jaén es también la provincia con mayor trasvase a la lista verde. Como ejemplos: la Alcazaba de Alcalá la Real, ya recuperada, o el Castillo Nuevo de Bedmar, a punto de desligarse del concepto ruinoso.

Málaga

Las últimas inclusione­s monumental­es malagueñas son un ejemplo muy gráfico de la amplia tipología que recoge la lista roja de Hispania Nostra. Desde un edificio singular de patrimonio civil como la Casa del Doctor Cristóbal Jiménez Encina, en Monda, por la que llegó a pasar como paciente el Rey Alfonso XIII; a la Torre de la Ermita de Nuestra Señora de los Dolores (también en Monda); pasando por el Ingenio Azucarero de San Joaquín, que llegó a extenderse por una superficie de 37.000 metros cuadrados.

Aunque de la decena y media de casos, llama poderosame­nte la atención el estado en que se encuentra la cripta de uno de los templos principale­s de la capital, la Basílica, Real Santuario y Parroquia de Santa María de la Victoria y de la Merced, sede de la patrona. Una fuga de agua en el clausurado hospital Doctor Pascual provocó humedades que han forzado a desmontar gran parte de su rica ornamentac­ión barroca.

Sevilla

Sí que conviene tener en cuenta que en cuestiones de patrimonio «el cortoplaci­smo no sirve de nada, es hasta contraprod­ucente porque a menudo se hacen lavados de cara que apenas tienen utilidad», incide Bocanegra. Los procesos de recuperaci­ón pueden dilatarse «de 10 a 20 años» ante las distintas fases, licitacion­es y búsquedas de financiaci­ón que entran en juego.

Por ello, se puede dar el caso de que un monumento figure en la lista roja y en cambio ya se estén tomando medidas. En Sevilla lo apreciamos en la Capilla de San José, que a través de un reciente convenio va a recibir más de 100.000 euros para devolver el lustre a sus pinturas murales; o en el astigitano Palacio de Peñaflor, para el que la Asociación Amigos de Écija acaba de solicitar el pase a la lista verde.

No corre la misma suerte la ermita de Castilleja de Talhara, en Benacazón. Se tiene por una de las iglesias mudéjares (es del siglo XIV) de mayor interés del Aljarafe por sus proporcion­es y su tipología edicilia. Sin embargo, el expolio, los actos vandálicos y la vegetación invasiva marcan el día a día de este enclave que ingresó en 2008 en la lista roja. El llamamient­o, como en todos estos casos, está hecho. Sólo queda que alguien lo recoja.

Más de la mitad de los monumentos en la cuerda floja se localizan en las provincias de Jaén y Granada

En la lista roja se incluyen casos en los que el proceso de recuperaci­ón ya está en marcha pero el deterioro aún no se ha revertido

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FOTOS: HISPANIA NOSTRA

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