Las últimas lluvias dejan a Córdoba a un paso de la situación de normalidad
▶El pantano del Guadalmellato, del que se abastece la ciudad, roza los 75 hectómetros cúbicos fijados por la CHG para dejar atrás la prealerta
LAS últimas lluvias que ha dejado la borrasca Mónica en Córdoba capital mejoran aún más el horizonte para el suministro y las posibles restricciones de las que, sumadas a las que ya hay, se viene hablando en un panorama de mayor carestía de agua. La concentración de las precipitaciones se produjo entre la noche del pasado viernes 8 de marzo y toda la jornada del sábado 9 (especialmente la madrugada y la mañana). Incluyendo un pequeño tornado.
Según los datos oficiales del Observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), situado en el Aeropuerto de Córdoba, entre el jueves 7 de marzo y el domingo 10 se han registrado 43,2 litros por metro cuadrado —algo más incluso en otros puntos de análisis como el de Guadanuño, en la Sierra, junto a Obejo—.
Teniendo en cuenta, según los expertos, que las aguas de escorrentía (las que acaban filtrándose a los pantanos) suelen tener un plazo de cuatro o cinco días hasta que desembocan en el foso de los embalses, los niveles de capacidad que arrojan ahora mismo los de Córdoba capital podrían, técnicamente, y a día de hoy, permitir que la ciudad pasase al estado de normalidad.
En estos momentos, Córdoba se encuentra en estado de prealerta que fue declarada oficialmente por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) el pasado 29 de febrero (siempre lo valora el último día de cada mes). Eso quiere decir que había superado el umbral de los 53 hectómetros cúbicos en el pantano de referencia y del que primer se surte Córdoba: Guadalmellato. Veníamos de una situación de emergencia (dos meses seguidos con menos de 45 hectómetros cúbicos en el embalse de referencia).
Esta catalogación de prealerta se mantiene en una horquilla que va de los 53 a los 75 hectómetros cúbicos. Si la capacidad total del embalse está en poco más de 146 hectómetros cúbicos, eso quiere decir que ronda la mitad de cobertura. Ahora bien, según estos mismos umbrales que maneja el órgano de cuenca, toda vez que se pasa de los 75 hectómetros cúbicos, la calificación cambia a ‘normalidad’. En ese punto está la ciudad tras el paso de la borrasca Mónica.
El último informe de la Confederación sobre los aforos de los pantanos señala que a primera hora de la mañana de ayer lunes 11 de marzo había 72 hectómetros cúbicos en Guadalmellato, o lo que es lo mismo, el 49% de capacidad completa. A poco que en los próximos días —con un pronóstico del tiempo más estable aunque con alguna probabilidad miércoles y jueves de que haya precipitaciones— terminen de bajar las aguas de escorrentía, es muy probable llegar a ese umbral.
Entre el jueves y el domingo pasados cayeron en Córdoba un total de 43,2 litros por metro cuadrado, según la Aemet
San Rafael de Navalla, la segunda opción para el abastecimiento de Córdoba alcanza el 53% de su capacidad
No obstante, la oficialidad la determina la CHG y el último día del mes. Puede ocurrir para entonces que llueva nuevamente y rebase con holgura el límite de 75 hectómetros, o todo lo contrario: que no caiga ni un litro y se evapore y consuman más reservas, manteniéndose la situación de prealerta.
La lluvia caída estos últimos días también ha sido un revulsivo para San Rafael de Navallana, el segundo pantano en liza que abastece a Córdoba (se echaría mano de él si no fuera posible seguir haciéndolo del Guadalmellato o como apoyo al primero). Ahora mismo está al 53% de ocupación con 83,6 hectómetros cúbicos. Finalmente el de Guadanuño, en Obejo, prácticamente, tiene un volumen muy pequeño (de 1,6 hectómetros cúbicos) y se encuentra al 95 por ciento.
Desde hace meses, Emacsa ha intensificado las campañas de concienciación y educación, así como limitar los usos no esenciales del agua y recomendar a los grandes consumidores que bajen sus consumos en el 10 por ciento. Zonas verdes, riego o fuentes ornamentales han pasado a segundo plano, por ejemplo. Hay que sumar un incremento del 5% de media en el recibo del agua este año.
Nueva ordenanza
Como es sabido, el Ayuntamiento está tramitando una nueva ordenanza reguladora aplicable al abastecimiento domiciliario de agua potable por la sequía. El texto en curso establece que la Alcaldía, mediante el oportuno bando, podrá establecer la entrada en vigor de distintas medidas de restricción, limitación o prohibición del uso del agua potable en el municipio.
Así, podría verse afectado el riego de zonas verdes o jardines, públicos o privados; así como el baldeo de calles, plazas, aceras o cualquier recinto, público o privado. También sería factible acotar o vetar el llenado de piscinas privadas y públicas, diferenciando aquellas que dispongan y tengan en funcionamiento sistemas de depuración y de recirculación.
Por otro lado, el Consistorio tendría la potestad hasta de prohibir o limitar la limpieza de cualquier clase de vehículos si no es en establecimientos que tengan ésta como actividad primordial; y hacer lo mismo con los sistemas de refrigeración por agua, que no dispongan y tengan en funcionamiento elementos de recirculación y reutilización.