Sánchez amplía su muro al 11-M dos décadas después del atentado
▶Intenta capitalizar el aniversario de la tragedia para desviar el foco del caso Koldo y la inminente amnistía ▶El Gobierno no invita a Feijóo al acto oficial y el PSOE dice que los populares «continúan en la senda de la infamia»
Ni siquiera el 20 aniversario del mayor atentado terrorista del país sirvió para rebajar la crispación política en España. Al contrario. Cercado por la corrupción del caso Koldo, que cada día salpica a un nuevo cargo socialista, el PSOE aprovechó la luctuosa jornada de ayer para levantar un palmo más su muro y aislar a la derecha incluso del dolor compartido. Recuerdo desgajado a las víctimas del 11-M tras el ninguneo del Gobierno al líder de la oposición, al que decidió no invitar al acto central de la jornada, presidido por los Reyes. Un gesto que los populares no airearon, pero que no pasó desapercibido. Una muestra más de la división actual, que no admite tregua ni en un día tan delicado y especial.
Un paseo de apenas media hora, atravesando el corazón de Madrid, separaba ayer las dos realidades políticas del país, aunque la distancia real entre ambas es mucho mayor, como quedó demostrado durante el día. En la Galería de las Colecciones Reales, el Gobierno, con Pedro Sánchez al frente, participaba en el acto impulsado por la Comisión Europea para la conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo; al otro lado de la ciudad, en el Bosque del Recuerdo del Retiro, Alberto Núñez Feijóo se refugiaba junto a Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida en el homenaje de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) a los asesinados del 11-M. Una división inesperada que no sentó nada bien en el Partido Popular. De puertas para dentro, para intentar no acaparar el foco en una jornada para el recuerdo, fuentes populares sí reconocían cierto «malestar» por la ausencia de Feijóo en el acto principal, presidido por los Reyes y al que acudieron todas las autoridades del Estado. «No sabemos de quién es la responsabilidad final –el Gobierno se escuda en que el evento estaba organizado por la Comisión Europea–, pero lo cierto es que a Génova no ha llegado una invitación. Nos han apartado sin motivo, pero no vamos a generar una polémica con eso, porque el día no lo merece», explicaban ayer esas fuentes. Perfil bajo ante el ninguneo. También ante los ataques.
Cuestionado por la ausencia del líder de la oposición, el Gobierno aseguraba que las invitaciones las había cursado la Comisión Europea, que era la organizadora del acto celebrado frente al Palacio Real. Al mismo sí acudieron los presidentes del Congreso y el Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán, así como varios ministros, entre ellos José Manuel Albares (Exteriores), Félix Bolaños (Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes), Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Óscar Puente (Transportes), además de representantes de la sociedad civil y de las víctimas. Un crisol de personalidades sin rastro de la derecha. El muro de Sánchez.
El presidente, uno de los que intervino durante el homenaje, ofreció ayer un discurso amable que contrastó con el que enarbolaba hace solo dos días en Bilbao, en un acto de la precampaña vasca. Allí, habló del 11-M como el «mayor acto terrorista de Europa y la mayor infamia y mentira de un dirigente político: José María Aznar». Sánchez justificó la división actual de la política española en aquellos días de 2004. «De aquella gran mentira del 11M por parte del PP viene hoy la forma que tiene la derecha furibunda de hacer política», señaló.
Palabras que el PSOE hizo suyas ayer, cuando denunció que el PP de Feijóo «se ha ido construyendo sobre esa gran mentira». Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, secretario del Área Institucional del Partido Socialista, no se mordió la lengua para señalar a los populares, tratando de enlazar lo ocurrido hace veinte años con la situación actual. «Siguen sin pedir perdón y continúan en la senda de la infamia. Ni siquiera hoy lo han hecho y eso se lo reclamamos. Que lo pidan por todas las mentiras que siguen en el tuétano del
Partido Popular. Porque el Gobierno de José María Aznar antepuso su interés electoral al respeto y a la verdad jugando con el miedo de todos los españoles. La solidaridad de nuestro país en esos duros momentos no merecía la manipulación que el Partido Popular hizo a la ciudadanía española intentándoles hacer creer que había sido ETA. Fue sin duda oportunista y falto de toda ética. Mientras todos los españoles llorábamos a las víctimas, el Partido Popular solo pensaba en cómo ganar unas elecciones conspirando y con mentiras», señaló, en referencia a un comunicado hecho público a primera hora del día por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), dirigida por el expresidente Aznar.
Fuego cruzado
En el mismo, se afirmaba: «Jamás llegó a manos del Gobierno ningún documento oficial que descartase definitivamente la autoría etarra y afirmara sin titubeos la responsabilidad yihadista. Por lo que ni callamos hechos ciertos ni aceptamos mentiras reiteradas. Sin otro propósito que ejercer el derecho de réplica que nos asiste, y ante el bochorno de ver a profesionales del embuste, disfrazados de vestales, insistir en lo de ‘las mentiras de Aznar el 11-M’, no guardamos silencio para que nadie diga que quien calla otorga».
La respuesta desde Génova a este fuego cruzado entre el PSOE y FAES fue lacónica. «Hoy es un día duro para la sociedad española y para la democracia. Y, por lo tanto, comparto absolutamente que hoy no es el día para que se dediquen a atacar a quien en aquel momento estaba al frente del Gobierno de España y a todos aquellos que tuvieron que afrontar esos días», señaló ayer Cuca Gamarra, sin entrar a juzgar aquella actuación del ejecutivo de Aznar ni tampoco la idoneidad del comunicado. Cuestionada por si se sentía «orgullo de la gestión de la información que hizo el Gobierno del PP hace 20 años», la secretaria general popular prefirió no contestar a la pregunta, para no situar el foco fuera del homenaje a las víctimas que requería la jornada de ayer.
De hecho, Gamarra cerró su intervención en rueda de prensa de manera abrupta para llegar a tiempo del acto programado por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) en el Bosque del Recuerdo, en pleno corazón del parque del Retiro. Al otro lado del muro. Allí, junto a varios dirigentes del Partido Popular –Feijóo, Ayuso, Martínez-Almeida o Miguel Tellado–, Gamarra asistió al homenaje de los asesinados el 11-M por parte de la AVT, cuya presidenta, Maite Araluce, avivó la división y fue muy crítica con el Gobierno. Araluce se preguntó «qué tendrán que hacer mejor» para que ningún miembro del Ejecutivo hubiera acudido al acto organizado por las víctimas, al tiempo que lamentó que no se les hubiera invitado al que minutos después debía celebrarse en la Galería de las Colecciones Reales. «Han contraprogramado nuestros actos para hacerse fotos con dirigentes europeos», apuntó con dureza, antes de denunciar que los dirigentes socialistas «prefieren hacerse fotos con los de Bildu», porque «estar con las víctimas no es hacer una foto y poner un tuit».
«Nosotros siempre vamos a estar con las víctimas y más con este Gobierno que está al lado del terrorismo»
Maite Araluce se refirió a las palabras de Sánchez en Bilbao, en las que se acordaba de las víctimas para justo después «arremeter contra sus adversarios». «Esa es la empatía del presidente del Gobierno», afirmó en una intervención
FEIJÓO EN EL HOMENAJE DE LA AVT
Dirigentes del PP como Alberto Núñez Feijóo, José Luis MartínezAlmeida e Isabel Díaz Ayuso, en el acto de la AVT
plena de crudeza, en la que no faltaron los reproches. «Nos dicen que Bildu es la luz que ilumina España, mientras que las víctimas somos unas vengativas. No solo no nos acompañan, sino que reniegan de nosotros todo el año, algo que es injusto, indigno y humillante», afirmó entre los aplausos de los asistentes, entre los que estaban la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida.
La omisión de Yolanda Díaz
Alfonso R. Gómez de Celis Secretario Institucional del PSOE
«Se cumplen 20 años de la mayor infamia y mentira de un Gobierno, el del PP, y siguen sin pedir perdón»
Cuca Gamarra Secretaria general del PP
«No es el día para atacar a quien que en aquel momento estaba al frente del Gobierno de España»
Maite Araluce Presidenta de la AVT
«Estar con las víctimas no es poner un tuit y renegar de nosotros durante todo el año. Prefieren hacerse las fotos con los de Bildu»
Ignacio Garriga Secretario general de Vox
Además de los dirigentes populares, en El Retiro estuvieron también varios representantes de Vox, como Pepa Millán –portavoz en el Congreso– y los líderes madrileños a nivel autonómico y local, Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith. Caras visibles de la formación derechista en el homenaje a las víctimas. No estuvo Santiago Abascal, aunque el líder del partido utilizó sus redes sociales para criticar al presidente del Gobierno por su intervención en Bilbao. «Que Pedro Sánchez se atreva a acusar a alguien de mentir resulta un insulto a la memoria de las víctimas y a la inteligencia de los españoles. Muchos de sus aliados de hoy aplaudieron aquellos crímenes de ayer», expuso Abascal en un mensaje en sus redes sociales.
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, criticó que el Gobierno prefiera «rodearse de terroristas» que estar junto a quienes sufrieron sus ataques. «Nosotros siempre vamos a estar junto a ellas y más ahora, cuando hay un Gobierno que está al lado del terrorismo y no de las víctimas, con el mayor respeto y apoyo a los que sufrieron el atentado del 11-M», dijo, informa Juan Casillas.
La líder de Sumar, socio de coalición del PSOE en el Gobierno, Yolanda Díaz, optó por cargar contra el PP en su mensaje publicado en redes sociales sobre el aniversario que se conmemoraba ayer. «Hoy, 11-M, se cumplen 20 años del mayor atentado terrorista que ha sufrido nuestro país. Recuerdo la sensación de miedo, el silencio de las calles, la rabia al conocer las mentiras del PP y el orgullo de una ciudadanía que estuvo a la altura de las circunstancias. No olvidamos», publicó la vicepresidenta, que no citó a las víctimas en ningún momento.
De nuevo la división, que ni siquiera en una jornada de recuerdo como la de ayer pudo encontrar un momento de tregua. Reproches de ida y vuelta que se repetirán durante la sesión de control al Gobierno de esta semana, en la que Pedro Sánchez comparecerá en el Senado, después de casi diez meses de ausencia, y en el Congreso en una semana marcada por la aprobación el próximo jueves de la ley de amnistía.