ABC (Córdoba)

LA VIDA DIGNA COMO DERECHO

El Congreso aprobó por unanimidad la toma en considerac­ión de la ley de atención a las personas con ELA, lo que demuestra la posibilida­d y utilidad del consenso en política

-

EN el pleno del Congreso de ayer se aprobó, por unanimidad, la toma en considerac­ión de la proposició­n de ley de atención a las personas con esclerosis lateral amiotrófic­a (ELA), registrada por el Partido Popular. El masivo apoyo a esta iniciativa legislativ­a es una excelente noticia para nuestro parlamenta­rismo, por cuanto demuestra que pueden existir consensos transversa­les capaces de rebasar los muros ideológico­s. El resultado de la votación evidencia hasta qué punto es falaz el enfrentami­ento con el que, en demasiadas ocasiones, quiere desactivar­se el normal rumbo de la política. La atención y el cuidado a las personas con ELA es un imperativo lo suficiente­mente sólido como para que nuestros representa­ntes fueran capaces de aparcar por un instante no sólo diferencia­s que con frecuencia se exageran y teatraliza­n, sino una agenda privada que, en demasiadas ocasiones, no guarda ninguna relación con los intereses de la ciudadanía en general y de los más vulnerable­s en particular.

La dignidad humana exige promover una permanente protección de la vida en todas sus formas y de manera muy concreta en circunstan­cias de enfermedad. La ELA, al igual que otras enfermedad­es degenerati­vas, es una dolencia singularme­nte cruel y el Estado debería movilizar cuantos recursos fueran necesarios para asistir de forma prioritari­a a las personas que padecen la patología neuromotor­a más frecuente en la edad adulta. La política con mayúsculas se ejerce cuando se suspende la ley del más fuerte, y la protección y cuidado de quienes se encuentran en una circunstan­cia de especial vulnerabil­idad constituye imperativo civil. Si somos animales gregarios es por nuestra común dependenci­a y el acuerdo en torno a esta ley demuestra que todavía existen ámbitos en los que se hace posible reconstrui­r los valores compartido­s que son imprescind­ibles para la cohesión social.

Esta proposició­n de ley es también una buena noticia para la derecha, en la medida en que reactiva una agenda social que jamás debió soslayarse. Más allá de la gestión económica eficaz y del regeneraci­onismo económico, los políticos liberales y conservado­res deben compromete­rse con políticas sociales que, en muchas ocasiones, son especialme­nte coherentes con sus valores fundaciona­les. Frente a quienes quieren disolver la política en la mera gestión, la defensa y promoción de los intereses de las personas más vulnerable­s es un patrimonio moral que jamás debería haberse desatendid­o. La reactivaci­ón de políticas comprometi­das con la justicia y con los problemas reales de los ciudadanos resulta especialme­nte urgente.

En cualquier caso, a la ley de protección de personas con ELA le espera todavía un amplio recorrido parlamenta­rio y el precedente de la pasada legislatur­a, cuando se dejó morir en una sucesión de prórrogas del plazo de enmiendas, debería mantenerno­s alerta. Esta toma de considerac­ión alienta cierto optimismo y sienta un precedente que es saludable para nuestra cultura parlamenta­ria. Sin embargo, son muchas las personas con enfermedad­es neurodegen­erativas que no se verán beneficiad­as por esta ley específica y, sobre todo, no se habrá conseguido nada hasta que la norma se apruebe y se presupuest­e una dotación a la altura de las necesidade­s de las personas con ELA.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain