Sánchez prepara el relevo de Beatriz Corredor, presidenta de Redeia
▶El jefe del Ejecutivo y la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, barajan opciones para vender Hispasat, un activo no estratégico para el operador
Tras la polémica dimisión del exministro Jordi Sevilla como presidente no ejecutivo de Red Eléctrica a finales de enero de 2020, el Gobierno encontró la sustituta perfecta en Beatriz Corredor, otra exministra –de Vivienda en este caso, nada que ver con el sector en cuestión– de la era Zapatero como Sevilla, pero que no daría problemas a la entonces vicepresidenta cuarta (hoy tercera) de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Tanto el Ejecutivo como la Comisión de Nombramientos de la compañía eligieron a Corredor en cuestión de poco menos de un mes como relevo de Sevilla, que se había quejado en reiteradas ocasiones de las «injerencias» de La Moncloa cuando apenas llevaba un par de años al frente del operador global de infraestructuras esenciales.
Sevilla presentaba entonces su dimisión al frente de la compañía por tanta presión sufrida sobre su gestión procedente del Ministerio de Ribera. De hecho, desde su entorno señalaban que durante su etapa en Red Eléctrica se topó con la oposición constante de la titular del ministerio verde, que no veía con buenos ojos su estrategia diversificadora. Ni gustó entonces la compra de Hispasat, ni gustó su inversión en Brasil, por ejemplo. Tanto Sevilla como su antecesor en el cargo, José Folgado, habían puesto toda la carne en el asador para dar un impulso estratégico a la compañía y enfocarla más allá de la parte regulada. Un plan, por cierto, avalado por los inversores. Hoy, un plan casi en su totalidad, en vías de extinción por orden y mando de Ribera.
Cumple mandato este año
Cuatro años después, y a pesar de seguir a pies juntillas las directrices de la titular del ministerio –de hecho, fue la candidata propuesta por la propia Ribera para sustituir a Sevilla–, el mandato de Corredor al frente de Redeia lleva en revisión desde principios de año. «El relevo de Corredor –que cumple mandato precisamente en 2024, siempre que se lleve a junta de accionistas– es una especie de puesta en marcha de todo el proceso de reordenación de la influencia del Gobierno en el sector energético. Con la creación de nuevo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), la ministra para la Transición Ecológica tendrá todo el poder para controlar al sector, sus multimillonarios excedentes de caja y todo movimiento corporativo, además de la posibilidad de poder bloquear operaciones que no sean las adecuadas», asegura una fuente próxima a Transición Ecológica.
Si finalmente se produce el relevo, otras fuentes cercanas al consejo del operador del sistema eléctrico, relacionan la marcha de Corredor por su factor político y las cesiones del presidente como intercambio de favores con los suyos y sus socios: «El puesto de presidenta y consejera de Redeia es uno de los más ansiados porque sus emolumentos suman unos 550.000 euros al año, más que en la mayoría de empresa públicas. Maurici Lucena, por ejemplo, gana ‘tan solo’ 181.000 euros. Y es que los presidentes de Aena siempre se han quejado de que su sueldo estaba fuera de mercado para una cotizada de 27.200 millones a día de hoy, y Redeia vale en Bolsa 8.200 millones». «Tampoco ayuda –continúa una de las fuentes– que la acción cuando llegó estuviese en los 18,60 euros y ahora esté instalada en el entorno de los 15, y que los beneficios alrededor de los 700 millones no se hayan recuperado tras la pandemia».
Las fuentes consultadas por este periódico que aseguran que el Gobierno –tanto Sánchez como Ribera– están preparando ya el cambio –a tratar en la próxima junta general de accionista, aún sin fecha, por cierto–, recuerdan que, además, en «una legislatura tan comprometida y complicada como la actual, hay muchos compromisos políticos que satisfacer». Recalcan que los motivos de ese más que posible cambio en la presidencia nadan entre dos aguas: o alguien más próximo y de más confianza para Ribera y sus objetivos para el sector, o más cercano a Sánchez, sea amigo y haya que premiarle –de hecho, se habló en su momento de Juan Manuel Serrano, colocado al final como director general de Seiit, la empresa de autopistas que gestiona las radiales quebradas asumidas por el Estado– sea del PSC, clave en el éxito del PSOE en las últimas elecciones».
Otras fuentes del sector consultadas hacen hincapié en explicaciones más
técnicas para acelerar dicho relevo y afirman a ABC que los ingresos de Redeia son mayoritariamente regulados por el Estado y «es una empresa necesitada de inversión intensiva, equivalente a alrededor de un 40-45% de sus ingresos. Tiene un grave problema con las redes que se han convertido en un cuello de botella para la transición energética. Se necesitan redes para electrificar la demanda: renovables, coche eléctrico, centros de datos y el Gobierno mantiene capada la inversión».
Coincide otra fuente experta en que «eso se ha convertido en un problema que tienen que solucionar y Ribera lo sabe, por eso, recientemente, la propia Corredor aseguraba que no había colapso. A ello, se suma otro hándicap, el cierre nuclear y miedo a que se produzcan situaciones de apagones, seguridad de suministro... Por lo que se antoja necesario alguien con mas predicamento en el sector».
En este sentido, según ha podido saber ABC, Ribera vería con buenos ojos colocar al frente de Redeia a la experta en energía y mercados de la electricidad Natalia Fabra, hija de Jorge Fabra –precisamente expresidente de Red Eléctrica de España y exconsejero de la antigua CNE–, lo que le permitiría a Ribera
nombrar también a alguien de su confianza al frente de la nueva CNE y, en el caso de irse a Europa, proponer a alguna persona de su confianza en su lugar.
Desinvertir en Hispasat
Mientras, en la política estratégica de Corredor se mantiene intacta la decisión que tomara Ribera, una vez que decidiera irse Sevilla, de vender su operador de satélites, Hispasat (cuyo accionariado se reparte entre Red Eléctrica Corporación, 89,68%; Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, 7,41%; y CDTI, 2,91%), por considerarla un activo no estratégico para la compañía, en la que la SEPI ostenta también un 20% del capital.
Los planes del Gobierno, tal y como adelantó ABC, pasan por intentar que Indra sea la compradora de Hispasat, aunque si la compañía de defensa y tecnología (en la que la SEPI cuenta con un 27,99%) no vende su negocio Minsait, sería prácticamente imposible absorber la de satélites en su totalidad. Por ello, la solución optativa pasa por comprar la filial Hisdesat. La operación pasaría por incrementar el 7% de Hisdesat que ya tiene Indra y comprarle el total o parte del paquete accionarial que controla Hispasat, el 43%.
Tras la salida de Corredor, el Gobierno dispondrá de un cargo con una nómina de unos 550.000 euros anuales