Las rebajas del IRPF de los nuevos barones del PP abren la brecha fiscal entre CC.AA.
La diferencia de cuota para las clases medias de Cataluña y Madrid puede llegar hasta los 800 euros
La fenomenal propagación del poder territorial del Partido Popular tras las últimas elecciones autonómicas de la pasada primavera ha provocado un seísmo en el sistema fiscal que no por esperado ha resultado menos llamativo. En solo unos meses los nuevos gobiernos populares de Islas Baleares, La Rioja, Extremadura, Cantabria, Aragón y la Comunidad Valenciana han aprobado por diferentes vías medidas de alivio fiscal en el Impuesto sobre la Renta (IRPF), que han provocado ahorros fiscales de hasta 350 euros para sus contribuyentes de clase media y que por el camino han remarcado la brecha fiscal entre los territorios de régimen común (las haciendas forales operen por su cuenta) gobernados por los populares y el resto.
Así se observa en las simulaciones de pagos por IRPF que acompañan el informe Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral, que todos los años por estas fechas presenta el Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas desde hace más de 20 años, y que confirman que para el tramo de renta de 30.000 euros (donde se concentra el mayor porcentaje de contribuyentes obligados a tributar por IRPF) la cuota a pagar por la renta de 2024 le saldrá más barata a los ciudadanos residentes en cualquiera de las comunidades autónomas gobernadas por el PP que en
Cataluña, Asturias o Castilla-La Mancha, las tres autonomías de régimen común donde no está en el Gobierno.
La brecha fiscal en ese tramo de renta oscila entre 350 y 400 euros, si se compara con la Comunidad de Madrid; y entre los 15 y los 125 euros si la comparación es con Baleares. En la siguiente referencia que simula el REAF, la de los contribuyentes de 70.000 euros, las diferencias ya se ensanchan hasta los 800 euros (entre Madrid y Cataluña), si bien a ese nivel la frontera entre las autonomías del PP y el resto es más difusa porque Baleares, Extremadura o Aragón han iniciado su particular revolución fiscal por los tramos más bajos de Renta.
Hasta este año, el mayor reparto del poder regional hacía que la diferencia no fuera tan clara, con los contribuyentes de Baleares y Cantabria aún figurando en los rangos más altos de presión fiscal. Sin embargo, según las estimaciones del REAF, las medidas de rebaja fiscal introducidas en el IRPF de esas autonomías harán que en 2024 los contribuyentes en ese rango de renta paguen 104 euros menos (en Baleares) y 219 euros menos, en Cantabria.
La brecha fiscal alcanza niveles especialmente llamativos en las rentas más altas. Para los contribuyentes con retribuciones del trabajo de 600.000 euros, las diferencias alcanzan los 47.000 euros, si bien ahí es la Comunidad Valenciana la que mantiene la presión fiscal más elevada.
Activismo fiscal
El activismo fiscal de las autonomías del PP se ha plasmado principalmente en el IRPF. Media docena de gobiernos regionales han decidido incrementar la cuantía de los mínimos personales y familiares por encima de la norma estatal para rebajar la carga fiscal: Andalucía, Islas Baleares, Galicia, Madrid, La Rioja y la Comunidad Valenciana. Muchas también han reducido el tipo mínimo del impuesto con el mismo objetivo (ver gráfico).
La ola de rebajas fiscales ha alcanzado igualmente a otros impuestos. En su informe de 2024, el REAF constata que los herederos directos (hijos) menores de 21 años o ya no pagan o pagan un tipo simbólico del 1% en las herencias por debajo de 800.000 euros y que la tendencia es extender esta situación a todos los familiares cercanos. Según sus proyecciones, en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla y
La descentralización ha alentado que los gobiernos autonómicos tengan 991 medidas específicas con impacto en el sistema fiscal
León, Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y comunidades forales, los parientes cercanos o no pagan o abonan ya cantidades simbólicas.
Las novedades fiscales para el ejercicio de 2024 afectan también al Impuesto de Patrimonio, que las comunidades autónomas más afectadas por el gravamen a las grandes fortunas del Gobierno –principalmente la Comunidad de Madrid, Andalucía, Galicia, Extremadura y la Región de Murcia– han retocado en mayor o menor medida para desactivar la maniobra del Gobierno.
Las simulaciones realizadas por el REAF concluyen que lo han conseguido en buena medida. En la Comunidad de Madrid, el gravamen a las grandes fortunas se quedará a cero por la reforma legal que reserva esa recaudación a la comunidad autónoma, a cambio eso sí se reinstaurar el impuesto a los grandes patrimonios afectados por el impuesto; en Andalucía, su recaudación objetiva también se reducirá de manera sustancial; de modo que en la práctica el efecto del gravamen casi desaparecerá salvo en el caso de un puñado de ultrarricos.
El presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, aprovechó ayer la presentación del informe para denunciar el excesivo activismo fiscal de las administraciones territoriales en España. El informe del REAF constata que a efectos de IRPF España es ya de facto casi un Estado federal porque ya no hay una sola comunidad autónoma que mantenga la tarifa establecida por el Estado, pero es que en conjunto hay cerca de un millar de medidas fiscales (991) específicas aprobadas a nivel autonómico en uso de la capacidad normativa que les reconoce la regulación tanto en impuestos cedidos como en impuestos propios. «Se ha configurado un galimatías espectacular que no tiene ninguna ventaja y no solo se complica la vida a la gente sino al sistema judicial», remachó.