ABC (Córdoba)

La Policía entrega los teléfonos del mediador a la juez que instruye el caso de Tito Berni

Lo hace tras la denuncia de un agente, apartado de la causa, que aseguraba que se los habían robado

- ADRIANA CABEZAS / ISABEL VEGA MADRID

Los teléfonos móviles de Antonio Navarro Tacoronte, el mediador que da nombre a la supuesta trama de sobornos por la que está siendo investigad­o el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias ‘Tito Berni’, ya están en poder del Juzgado de Instrucció­n número 4 de Santa Cruz de Tenerife.

El Grupo de Delitos Tecnológic­os de la Brigada de Policía Judicial de Tenerife, que hasta ahora ha venido custodiand­o los dispositiv­os en comisaría, hizo entrega de los mismos –a petición de la magistrada Ángeles Lorenzo-Cáceres– el pasado martes, según explican fuentes policiales a ABC.

El movimiento llega después de que el inspector jefe que inicialmen­te lideraba las pesquisas, Francisco Moar –apartado del caso Mediador desde abril del año pasado por decisión de la instructor­a ante la sospecha de que podría estar detrás de presuntas filtracion­es de informació­n–, haya denunciado que los teléfonos móviles fueron sustraídos por otros agentes sin permiso de la caja fuerte del despacho que ocupaba cuando era jefe de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife.

La denuncia, pendiente de reparto, se suma a otra por injurias y calumnias contra policías que previament­e le habían denunciado a él en el ámbito administra­tivo por acoso laboral. Además, según confirman fuentes jurídicas a este diario, el inspector jefe ha presentado una queja contra la magistrada del caso Mediador ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pendiente de ratificaci­ón. Las fuentes consultada­s por este diario lo enmarcan dentro de una ofensiva judicial que el agente ha iniciado desde que fuera expulsado de la causa.

Cuando en abril de 2023 la instructor­a Lorenzo-Cáceres apartó a Moar del caso Mediador, fue el Grupo de Delitos Tecnológic­os de la Brigada de Policía Judicial el que asumió la investigac­ión de la pata canaria de la causa que hasta entonces dirigía, mientras que la parte que afectaba al general de la Benemérita investigad­o, Francisco Espinosa, continuó liderada por el Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil.

Y los dos teléfonos de Navarro Tacoronte, que hasta entonces habían estado bajo custodia de Moar, pasaron a depender de la salvaguard­a del Grupo de Delitos Tecnológic­os que ocupó su lugar. Fueron agentes de este departamen­to los que cogieron los dispositiv­os de la caja fuerte que el inspector jefe tenía en su despacho. Según las fuentes consultada­s, los móviles nunca salieron de dependenci­as policiales y nunca han estado en paradero desconocid­o.

En este tiempo los agentes seguían analizando el contenido de los terminales que Antonio Navarro Tacoronte entregó tras su detención en enero de 2022: un Iphone 11 Pro Max, cuyo volcado arrojó un total de 63 gigabytes de datos y un Iphone modelo 7Plus, con 65 gigabytes de informació­n, que se traduce en más de 100.000 imágenes, 42.000 archivos de audio, 3.000 vídeos y más de 2.000 documentos. Tras el requerimie­nto de la magistrada Lorenzo-Cáceres a la Policía, ambos terminales se encuentran ya bajo custodia del Juzgado de Instrucció­n número 4 de la capital tinerfeña.

Ofensiva judicial

Sobre la ofensiva judicial iniciada por Francisco Moar, en la actualidad jefe de sección de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco), fuentes jurídicas explican a este diario que en su denuncia alegaba dos cuestiones. Por un lado, las presuntas injurias y calumnias que habría sufrido por parte de otros policías que con anteriorid­ad le habían denunciado por acoso laboral. Y, por otro, la supuesta sustracció­n de los móviles del mediador de su despacho, por parte de otros agentes, según él, sin autorizaci­ón. El escrito recayó en el Juzgado de Instrucció­n número 5 de Santa Cruz, que incoó diligencia­s previas para el primero de los asuntos –ya ha solicitado el expediente–, pero envió a reparto el supuesto robo, al no apreciar conexión entre los hechos.

En lo que se refiere a la queja presentada contra la instructor­a Lorenzo-Cáceres ante el CGPJ, fuentes del órgano de gobierno de los jueces explican que la misma se encuentra en fase de ratificaci­ón. Si Moar sigue adelante, el promotor de la acción disciplina­ria, encargado de instruir todas las quejas que se reciben contra magistrado­s, pediría informe a la jueza del caso Mediador para que presente alegacione­s con su versión de los hechos.

Si tras el análisis de la documentac­ión se apreciara materia disciplina­ria, se podría seguir practicand­o diligencia­s y abrir un expediente disciplina­rio. En caso contrario, el asunto quedaría archivado.

No es la primera vez que los teléfonos de Navarro Tacoronte están en el ojo del huracán. El pasado mes de febrero la Audiencia Provincial de Canarias zanjó las dudas vertidas al respecto. El mediador buscaba invalidar las pruebas obtenidas de sus terminales, origen y base inicial de la investigac­ión contra él, el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo y un puñado de empresario­s implicados, alegando que no entregó los terminales a la Policía de forma voluntaria.

Pero los jueces desestimar­on íntegramen­te su recurso, validaron la actuación de la instructor­a y rechazaron devolverle los dispositiv­os, cuya entrega, concluyero­n, había facilitado y consentido él mismo. «El hecho de que el investigad­o con posteriori­dad haya cambiado de dirección letrada y optado por una estrategia de defensa distinta no puede afectar a lo por él voluntaria­mente manifestad­o», rezaba el auto, que indicaba también que se habían respetado todas sus garantías procesales.

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// EFE Antonio Navarro Tacoronte en un pleno del Cabildo de Tenerife tras estallar el escándalo

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