Un bote a la deriva, de Libia a Italia, deja 60 muertos de hambre y sed
▶Permanecieron en la ‘balsa’ durante una semana, según el relato de 25 supervivientes. Es la primera gran tragedia del año en el Mediterráneo
La enésima tragedia en el Mediterráneo, la primera de gran calado de 2024, se ha cobrado la vida de al menos 60 inmigrantes, entre ellos mujeres y cinco niños, que partieron de Libia con dirección a Italia. Murieron, según adelantaba ayer el diario ‘La Repubblica’, por quemaduras, hambre y sed, expuestos al sol inclemente del día y al frío de la noche, a bordo de una lancha neumática abandonada a su suerte durante una semana. Las peticiones de auxilio de quienes viajaban en la nave no llegaron a tiempo.
Resultan espeluznantes las historias que han contado algunos supervivientes –25 en total; de ellos, 12 son menores– a la tripulación del Ocean Viking, el barco de la organización humanitaria SOS Méditerranée, que el miércoles los rescató en el Mediterráneo central, en aguas internacionales de la zona SAR de Libia. Madres que se vieron obligadas a decir adiós a sus hijos y personas que vieron morir ante sus ojos a sus compañeros de un viaje lleno de esperanza y que ha acabado en tragedia.
El trágico periplo se inició en Zawiya, una ciudad de 198.000 habitantes en el noroeste de Libia, conocida por su rica historia islámica. «Los supervivientes abandonaron Zawiya siete días antes de ser rescatados», escribió
SOS Méditerranée en la red social X. «El motor se averió después de tres días, dejando la lancha a la deriva en mar abierto, sin agua ni comida. Fue necesario activar el plan de emergencia médica para atender a los supervivientes, todos en condiciones de extrema vulnerabilidad psicofísica», añadió SOS Méditerranée, que opera en Italia, Francia, Alemania y Suiza.
Dos de los supervivientes, en condiciones críticas, fueron evacuados en helicóptero por la Guardia Costera italiana y transportados a un hospital de Sicilia. Los supervivientes han contado que vieron varios aviones y helicópteros volando sobre su lancha varios días, pero que no recibieron ayuda de nadie.
Más rescates
El Ocean Viking ha salvado, además, a 201 personas en otras dos recientes operaciones. En la noche del miércoles, las autoridades italianas encargaron al barco de SOS Méditerranée rescatar una patera con 113 personas, entre ellas seis mujeres y dos niños. En la mañana de ayer, esta organización describió así su última operación de rescate: «Nuestro equipo ha salvado a 88 personas de una lancha neumática sobrecargada. Una patrulla de la guardia costera libia estaba en la zona, pero se mantuvo la distancia».
Según ha informado la ONG, el puerto seguro asignado para desembarcar a los inmigrantes ha sido el de Ancona, en el mar Adriático, en la región de las Marcas, en Italia central. Se trata de un puerto lejano del lugar del rescate, lo que ha lamentado SOS Médite
El año 2023 se cerró con al menos 3.129 muertos y desaparecidos, según la Organización Internacional para las Migraciones
Desde el comienzo del año, han desembarcado en las costas italianas 5.968 inmigrantes, según datos del ministerio del Interior
rranée: «El viaje de 1.450 kilómetros corre el riesgo de empeorar las condiciones médicas de los náufragos. Algunos todavía necesitan oxígeno para recuperarse. Hemos pedido a las autoridades italianas un lugar más cercano para el desembarco de los 224 supervivientes».
Desde diciembre de 2022, el Gobierno italiano permite a los barcos de las ONG desembarcar a los inmigrantes rescatados en puertos lejanos. Las organizaciones humanitarias denuncian que se trata de una maniobra del Ejecutivo de Meloni para obstaculizar las tareas de búsqueda y salvamento. Un análisis de SOS Humanity, ONG alemana, demuestra por primera vez con datos el alcance que ha supuesto esa dificultad de los desembarcos en puertos lejanos: solo en 2023, los barcos de rescate de las ONG perdieron 374 días en los que no pudieron realizar salvamentos. Desde que SOS Humanity comenzó su misión en agosto de 2022, solo una vez el barco de esta organización ha podido llevar a personas salvadas a un puerto cercano en Sicilia, de un total de 37 rescates. «La asignación de puertos lejanos para el desembarco de supervivientes vulnerables es una táctica sistemática y política, con consecuencias mortales», critica Mirka Schäfer, portavoz política de SOS Humanity.
Los datos son dramáticos. «El Mediterráneo es la ruta más mortífera, con al menos 3.129 muertos y desaparecidos en el año 2023», según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que forma parte de la ONU. Se trata de la cifra más alta registrada en el Mediterráneo desde 2017. En todo el mundo, al menos 8.565 personas murieron a lo largo de las rutas migratorias en 2023, la cifra más alta de la historia, según la OIM. A nivel regional, se registraron cifras sin precedentes de muertes de inmigrantes en África (1.866) y Asia (2.138). En África, la mayoría de estas muertes se produjeron en el desierto del Sahara y en la ruta marítima hacia las Islas Canarias.
En los últimos diez años, la OIM ha documentado más de 63.000 muertes de inmigrantes en todo el mundo. Sin embargo, se estima que la cifra real es mucho mayor.
Indiferencia política
Con el frecuente parte de víctimas en el Mediterráneo, la gente parece haberse habituado a la rutina de cifras dramáticas. De hecho, esta última tragedia ha dejado prácticamente indiferente a la clase política italiana. No hubo ninguna reacción. Desde el comienzo del año, han desembarcado en las costas italianas 5.968 inmigrantes, según datos del Ministerio del Interior (en todo el año pasado llegaron 157.652 de personas a Italia, frente a los 105.131 del año 2022). Todo hace presumir que con el buen tiempo se incrementarán los desembarcos de inmigrantes irregulares en Italia.