El fuego es eterno en las cocinas de ‘MasterChef’
La 1 presentó ayer la nueva temporada, y ya van 12, con sorprendentes pruebas y concursantes muy variopintos
¿Qué tienen en común el guitarrista de Mónica Naranjo, una madre de seis hijos, un exlegionario terraplanista y un cazatalentos frustrado? Que son los concursantes de ‘MasterChef 12’. El formato regresa otro año más a La 1 y lo va a hacer pronto, o eso aseguran los jueces, que siguen siendo los mismos: La implacable Samantha Vallejo-Nágera, el exigente Jordi Cruz y el bromista Pepe Rodríguez. «Cuando trabajamos con algún ingrediente especial, al día siguiente se agota en muchos mercados. Siempre que voy, me lo dicen los dependientes», asegura Samantha. El buen ambiente entre compañeros y la amistad que les une es una de las claves del programa. «Soy el único de los tres que puedo llevar sudadera», indica Jordi riéndose de sus compañeros. Las risas están aseguradas con este trío que ha acercado la alta gastronomía a los hogares y ha convertido algo complejo en un juego. «Era nuestro gran reto. Hemos hecho popular la alta grastronomía y la vanguardia en un clásico», indica Pepe. «Quien diga que en ‘MasterChef’ no se enseña a cocinar es que no tiene ni idea», añade Jordi.
Aunque muchas dinámicas son las mismas, hay novedades. En uno de los retos, los concursantes se lo jugarán todo al negro al cocinar solo con ingredientes de este color: berenjenas, ajo negro, trompetas de los muertos, trufa fresca, café o ciruelas pasas. También reproducirán el plato que le cambió la vida a Jordi Cruz, se enfrentarán a dulces típicos de conventos. Tampoco faltará la competitividad entre los concursantes. «Estamos ante gente que quiere cambiar sus vidas», reconoce Samantha. Los tres han sido testigos de cómo muchos de los concursantes que entraron para formarse y crear un restaurante lo han conseguido. Los aspirantes de esta edición lo van a dar todo: «Muchos se emocionan cuando les decimos algo bueno».