Cristóbal Luque «En Córdoba existe la cultura del vino en rama y hay que protegerla»
CRISTÓBAL Luque (Moriles, 1963) es el gerente de la nueva asociación cultural Vino en Rama, que preside Francisco Robles y reúne a diez bodegas y lagares de Montilla-Moriles.
—Vino en Rama se dio a conocer como asociación en el Mercado Victoria hace una semana. ¿Cuál es su origen?
—En 2020 se puso en marcha el grupo de trabajo de bodegas, ya estaba unido, teníamos claro cómo había que trabajar y en qué. Se ha oficializado y convertido en asociación en diciembre de 2023, y ahora hemos hecho la puesta de largo ante la sociedad de Córdoba.
—¿Qué buscan a partir de ahora?
—Lo fundamental es proteger, divulgar la cultura de los vinos en rama. Las bodegas de Moriles y de Montilla y tenemos mucha preocupación por la falta de apoyo que tenía este tipo de vinos y su cultura en nuestra zona. Ése fue el origen y la asociación es cultural porque se trata de que a través de las iniciativas culturales divulguemos y defendamos los vinos en rama. Los vinos en rama existen en cualquier sitio de España y del mundo, no es un tipo de vino. Es un estado del vino, un momento concreto en el que te tomas el vino: el momento en el que sale de la bota o de la tinaja antes de que se estabilice, se filtre.
—¿Y qué diferencia se da en Córdoba con respecto a otros lugares?
—Que nosotros tenemos la cultura de tomarnos esos vinos. En Ciudad Real no hay costumbre de tomárselos en rama. En Córdoba en los peroles se lleva el vino en rama. En una bodega te echan una copita de la bota, y en una taberna pides el ‘vino turbio’. Esa cultura existe y hay que definirla bien y protegerla a través de iniciativas: hemos hecho actividades de música en una cata dirigida de vinos con el joven guitarrista cordobés Julio Gutiérrez. Cada tipo de vino en rama tenía una melodía: un vino fino, un vino dulce PX, un amontillado. Y así, podemos pensar en interaccionar con la arquitectura, la pintura, la poesía, con mil cosas. La cultura del vino y el vino en la cultura, tiene todo el sentido.
—Vino en Rama tiene vocación de ser nacional, ¿cómo van a hacerlo?
—Lo primero es contarles este proyecto a las bodegas de toda España porque hay muchas a las que les interesa, los tienen pero no los pueden embotellar porque no hay demanda. Hay mucho deseo de que haya alguien como nosotros que sean capaces de liderar esto. En Andalucía sí hay esta cultura, y fuera hay grandes vinos en rama, pero son minoritarios todavía. Su durabilidad es menor al no estar estabilizados. Nuestros vinos de Montilla-Moriles tienen una estructura muy potente: un equilibrio muy bueno entre grado de alcohol y acidez y eso hace que sean de los más durables en el mundo. Si un vino embotellado tiene una vida de año y pico, el de en rama, unos ocho meses, pero depende de las condiciones en las que los guardes. —Ahora son diez de Córdoba en la asociación, ¿pretenden captar más?
—Sí, esto no es obligatorio, no tenemos que ser más ni menos, pero cuando vayamos caminando en el tiempo es bastante esperable que bodegas de fuera y del entorno nuestro se quieran adherir al proyecto siempre que cumplan esos requisitos. Las bodegas asociadas que producen este vino en rama también elaboran vinos estabilizados: te puedes encontrar una marca de vino concreta en rama y la estabilizada.
—Decía que este tipo de vinos habían tenido falta de apoyos, ¿por parte de quién?
—En esa época en que se estuvo fraguando esta unión se echaba en falta el apoyo, la definición clara de la propia Denominación de Origen (DO). Hay que tener en cuenta que son bodegas todas acogidas a la DO Montilla-Moriles, son de dentro del marco. Hay que recordar que una bodega acogida a la
«Queremos que la gente más joven, consumidores del futuro, los conozcan»
DO Montilla-Moriles puede tener vinos acogidos a la DO y vinos no acogidos a la DO. Por ejemplo, la DO no contempla un frizzante, un espumoso. Y los vinos en rama los contemplaba, pero de una forma no muy clara y no muy a su favor porque dentro de la propia DO hay una corriente de bodegueros que dicen que los vinos hay que filtrarlos y estabilizarlos. Y otros dicen que por qué no, si se han hecho toda la vida y se consumen, tienen su clientela. Nos vendría bien un mayor reconocimiento y apoyo por parte de todas las autoridades, que la DO sea un poco más ágil y se modernice porque se trata de que toda esta problemática se resolviese con mayor agilidad y participación de todos. Le vendría bien a la DO Montilla-Moriles. Este proyecto y otros van por esa línea de querer sobrevivir en el mundo de los vinos.
—¿Cuál es el perfil del consumidor habitual de los vinos en rama?
—El cliente de los vinos en rama en general, partiendo de que son toda la gama de vinos nuestros de la zona de Montilla-Moriles, son los habituales: los de mediana edad en adelante, que tienen cultura de vino, que lo han visto en su casa, en su barrio, en las tiendas, con los amigos, si han ido a ver una bodega. Pretendemos perpetuar esa cultura y que la gente más joven, que son los consumidores del futuro, también los conozcan.