Bondad ante las negaciones de San Pedro en una tarde de estreno
▶ El guardia judío Oron, obra de Antonio Bernal, se suma al paso de misterio
La escena de las negaciones de San Pedro adquirió todo el significado ante la atenta mirada de los cofrades, durante su salida desde el Humilladero. Nuestro Padre Jesús de la Bondad llevó tras Él la nueva imagen del guardia judío Orón, que simboliza la luz y la fuerza. El rostro del Señor se vio más dulce que nunca ayer en contraposición con quien lo llevó atado con una cuerda y portando una antorcha, todo ímpetu.
La figura recién incorporada, obra del escultor Antonio Bernal como el resto del misterio, es puro movimiento, con vistosos ropajes. Porta en la mano derecha en alto una antorcha encendida porque se sitúan al amanecer, cuando el gallo canta. Lleva una coraza y capa, y las piernas, musculosas, quedan a la vista.
Hubo mucha expectación en torno a la procesión del Señor, con público de todas las edades: personas mayores, jóvenes y niños. La espectacularidad que va adquiriendo el misterio sobrecogió a muchos de los que allí se agolparon y a los participantes en el cortejo. La imagen de San Pedro, que ya se estrenó hace dos años, también resulta vital en este impactante y crucial momento que representa las tres negaciones de Pedro, al igual que el pocito y el gallo. En el futuro, no tan lejano, figurarán otros dos guardias judíos, Levi y Roe, y la mujer acusadora.
Con todos estos mimbres la prohermandad de la Bondad se convirtió ayer en la primera de las corporaciones de vísperas de la Semana Santa en realizar su salida procesional.
Cristo de Gracia
La tarde, con cielo azul celeste, recibió de manera cálida al Señor, que llevó los sones de la Agrupación Musical del Santísimo Cristo de Gracia. ‘Discípulos de tu Bondad’, de Francisco Moraza, y ‘Prendido por Amor’ no tardaron en escucharse. En el escogido repertorio que acompasó el caminar del Señor por su barrio de la Fuensanta ‘los músicos de Dios’ interpretaron, además, ‘Sabed que vendrá’, ‘Cristo de la Salud y Buen Viaje’ y ‘Mi Señor de la Oración’.
El Señor de la Bondad se alzó sobre su habitual paso procesional, adornado con diversas especies en tonos malvas y rosas, entre las que sobresalieron rosas de gran tamaño. Hasta bien entrada la noche, el Señor de la Bondad fue bendiciendo las calles en las que habitan sus devotos. El deseo de que el tiempo sea tan apacible como ayer los días venideros estuvo en la mente de todos los presentes en este Sábado de Bondad de estreno.