Philipsen se impone a Pogacar y Van der Poel
El belga se lleva la primera clásica de la temporada en un esprint de ‘foto finish’
Con todos los focos apuntando en la dirección de Tadej Pogacar y Mathieu van der Poel, Jasper Philipsen dio la sorpresa y conquistó ayer la clásica Milán-San Remo. En el primer monumento de la temporada se esperaba un cara a cara entre los dos grandes clasicómanos de la actualidad, pero ambos claudicaron ante el extraordinario esprint del ciclista belga de Alpecin en la Vía Roma, que le ofreció el triunfo en la ‘Classicissima’. Una llegada vibrante e igualada por la que hubo que recurrir a la ‘foto finish’ para dirimir el ganador.
En los primeros metros tras la salida, celebrada en Pavia por primera vez en las 115 ediciones de la carrera, el pelotón consintió la escapada de un grupo de casi una docena de corredores, y no fue hasta a falta de 50 kilómetros, cerca de la Cipressa, cuando todo comenzó a organizarse. El ritmo aumentó y la victoria quedó limitada a un grupo de 30 ciclistas, que se encaminaron con decisión hacia el Poggio. Allí, Pogacar logró abrir hueco, pero en el descenso Van der Poel y el resto de favoritos consiguieron neutralizarle. Todos juntos se encaminaron hacia San Remo, donde Philipsen hizo valer su velocidad punta para coronarse campeón.
Además de ser la primera clásica en el palmarés del belga, es la primera ocasión en los últimos 18 años que un esprínter logra la victoria, en una prueba dominada por los corredores más explosivos de estos últimos años. Todo ello con la valiosa colaboración de Van der Poel, líder del equipo y campeón defensor, que cerró el hueco con Pogacar y le lanzó en los metros finales del esprint, por lo que terminó décimo. El australiano Michael Matthews finalizó segundo y Pogacar, tercero, completó el podio de la jornada.