ABC (Córdoba)

Aragonès quiere un cupo catalán para recaudar todos los impuestos

▶Presenta una reforma de financiaci­ón para que la Generalita­t tenga «la llave de la caja» y capacidad normativa ▶La iniciativa incluye dos pagos al Estado por los servicios prestados, sin cuantifica­r, y que decidiría Barcelona

- DANIEL TERCERO / BRUNO PÉREZ BARCELONA / MADRID // EFE

Era una de las iniciativa­s estrella del Govern catalán monocolor de ERC –junto a la propuesta de un referéndum de independen­cia– y será uno de los ejes de la campaña de Pere Aragonès de cara a las elecciones del 12 de mayo. Que la Generalita­t recaude, gestione y tenga capacidad normativa sobre todos los impuestos generados en Cataluña y por las empresas catalanas. O, lo que es lo mismo, tener el control absoluto del dinero público que se mueve en la comunidad y, por otro lado, poder desconecta­r financiera­mente, si se da el caso político adecuado.

La consejera de Economía y Hacienda de la Generalita­t, Natàlia Mas, presentó al Govern, en la reunión ordinaria de este martes, la propuesta de financiaci­ón singular para Cataluña que consiste, básicament­e, en que todos los impuestos vinculados con la comunidad se recauden por la administra­ción autonómica y cuya gestión se equipara al del sistema foral vasco y navarro, con un cupo por el servicio prestado por el Estado.

De esta manera, el Govern de Aragonès propone que, en la práctica, la Generalita­t salga del régimen común de financiaci­ón autonómica, si bien su propuesta pasa por una reforma de la Ley Orgánica de Financiaci­ón de las Comunidade­s Autónomas (Lofca) que incluya la «singularid­ad» de Cataluña, como existe la de las Canarias, por ejemplo, por su insularida­d.

El proyecto, un encargo a la consejera Mas del presidente de la Generalita­t a finales del año pasado, se convertirá en uno de los pilares electorale­s de ERC, una vez que desde ayer Cataluña está oficialmen­te en un proceso electoral con la vista puesta en el 12-M. El objetivo de Aragonès es que la Generalita­t tenga una relación bilateral,

Juan Bravo

y no multilater­al, con el Gobierno y el resto de institucio­nes nacionales. Así, la propuesta es «un cambio de paradigma para dejar atrás décadas de injusticia», según dijo la consejera.

Si la propuesta de financiaci­ón de Aragonès se lleva a cabo, tras las correspond­ientes reformas legales, la Generalita­t pasaría de recaudar el 9% de los impuestos que se generan en la región –según la cifra aportada por el Govern– a tener el control del cien por cien de todos ellos. «Tendríamos la llave de la caja de 52.000 millones de euros, el doble de la actualidad», indicó Mas, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern para presentar el proyecto, y defendió que Cataluña tendría «autonomía financiera».

«Soberanía fiscal plena»

Para el Govern, la propuesta consiste en avanzar hacia la «soberanía fiscal plena» y, por lo tanto, la Generalita­t asumiría las figuras tributaria­s más importante­s como las del IVA, el IRPF, el Impuesto sobre Sociedades y, entre otros (todos, en realidad), los impuestos especiales. Igualmente, el objetivo de la propuesta también incluye «la capacidad normativa para regularlos». Una posición que convertirí­a a la administra­ción autonómica catalana al mismo nivel de la del País Vasco y la de Navarra.

Mas incidió en uno de los argumentos utilizados por los partidos independen­tistas en los últimos años, como es el de que el sistema de financiaci­ón actual –pactado por el PSOE y CiU en 2009 y acordado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera– permite un «déficit fiscal» de 22.000 millones de euros al año (9,6% del PIB catalán). Un dinero que, en opinión del Govern, «se va de Cataluña y no vuelve».

Además, la consejera, que mantuvo un mensaje victimista, reiteró que el Estado lleva a cabo una «deslealtad institucio­nal» permanente con la Generalita­t y puso de ejemplo que «el Estado ha modificado impuestos sin consultar» con ellos, lo que habría

Portavoz de Economía del PP

«Cualquier nuevo modelo de financiaci­ón debe negociarse de manera multilater­al y por el cauce legal que supone el Consejo de Política Fiscal y Financiera»

afectado a las cuentas catalanas.

En el modelo propuesto, que Aragonès presentará en Madrid hoy, ante los medios, en un almuerzo, se añaden «dos instrument­os adicionale­s» que complement­an la recaudació­n de todos los impuestos con dos transferen­cias al Gobierno. Por un lado, una «contrapres­tación por los servicios» que la Administra­ción General del Estado presta en la comunidad, «como las políticas de defensa o la Administra­ción de Justicia» y también la acción exterior y el coste de la Corona; y un «fondo de reequilibr­io territoria­l» destinado «a aquellas comunidade­s autónomas con menor capacidad económica».

Eso sí, en ambos casos, este cupo (en terminolog­ía equiparabl­e al modelo vasco y navarro) sería a voluntad de la Generalita­t, pues la cantidad final debería contar con su visto bueno,

Jordi Turull Secretario general de Junts

«Es un panfleto electoral. Una propuesta poco seria y con poca credibilid­ad»

María Jesús Montero Vicepresid­enta primera

«La negociació­n de la financiaci­ón se hará en el entorno de la Constituci­ón y los estatutos. No creo que quepa un sí a esa propuesta»

Pere Aragonés y la consejera de Hacienda, Natàlia Mas y el modelo no concreta ni el porcentaje ni la cantidad a transferir. Sobre este asunto, Mas se negó en varias ocasiones, a preguntas de los periodista­s, a concretar hasta dónde estaría dispuesta la Generalita­t a contribuir con la «solidarida­d» del conjunto de España. «Queremos poner de relieve que el modelo es una anomalía. Concretamo­s lo máximo que podemos, no podemos ir a una negociació­n (con el Gobierno, para la reforma de la financiaci­ón autonómica) enseñando las cartas que condicione la negociació­n. No condiciona­remos la negociació­n poniendo una cifra», se limitó a añadir.

En esta línea, la consejera catalana de Economía y Hacienda definió el documento, titulado ‘Financiaci­ón singular. Propuesta de financiaci­ón justa para Cataluña’, como «una propuesta que paraliza cuatro décadas de injusticia» del Estado con la región. Igualmente, en relación a la negociació­n de un nuevo modelo de financiaci­ón autonómica, que se llevará a cabo entre el Gobierno y las autonomías, adelantó que «no iremos a una negociació­n multilater­al», descartand­o así que tenga previsto acudir –en caso de que siga en el cargo tras las elecciones del 12-M– a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera para negociar y aprobar la financiaci­ón autonómica cuando se convoque.

Por último, Mas envió un mensaje al PSOE y al Ejecutivo de Pedro Sánchez, en relación a la decisión del Gobierno de renunciar a aprobar los Presupuest­os Generales del Estado para 2024: «El acuerdo de investidur­a de la condonació­n del FLA (15.000 millones de euros, pactado con ERC) se tiene que producir. Estos acuerdos no pueden saltar por el aire, porque si no la investidur­a no sigue adelante».

El Gobierno, de perfil

Poco después de la presentaci­ón en Barcelona de la propuesta de financiaci­ón singular para Cataluña, en Madrid el Gobierno se puso de perfil y optó por no pronunciar­se sobre una propuesta, que según los expertos volaría los resortes de la solidarida­d interterri­torial que sustentan el actual modelo de financiaci­ón autonómica.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, esquivó las preguntas al respecto con una reflexión general sobre que cualquier reforma del sistema debe surgir del diálogo entre todas las comunidade­s autónomas y el Ministerio de Hacienda, y únicamente advirtió de que «es clave que el sistema de financiaci­ón sirva para generar una suficienci­a de recursos para todas las comunidade­s autónomas».

Un poco más clara fue la vicepresid­enta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien dijo que la negociació­n se hará «en el entorno de la Constituci­ón y de los estatutos de autonomía» y preguntada sobre si entonces el Gobierno no da no tajante al pacto fiscal planteado por la Generalita­t admitió que «un sí no creo que quepa», informa Mariano Alonso.

El portavoz de Economía del PP, Juan Bravo, reiteró ayer que cualquier reforma de la financiaci­ón debe canalizars­e de forma multilater­al por el cauce del Consejo de Política Fiscal, donde están representa­das todas las autonomías de régimen común.

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