ABC (Córdoba)

La ley antiprosti­tución pone el foco en los dueños de burdeles y sancionará a los clientes

▶El PSOE retoma en el Congreso una propuesta abolicioni­sta que no cuenta con el apoyo de sus socios de gobierno ni contenta a los grupos feministas

- E. MONTAÑÉS, P. ROMERO MADRID

No hubo sorpresas. El PSOE presentó ayer en el Congreso su propuesta de ley para abolir la prostituci­ón en España, una iniciativa que no pudo salir en la anterior legislatur­a y abrió nuevas grietas con Podemos. La propuesta del PSOE, en realidad, es una ley que se limita a castigar el proxenetis­mo en todas sus formas y sanciona con multas a los clientes, pero no regula ni prohíbe el ejercicio de la prostituci­ón.

La medida no contenta a casi nadie. Ni a sus socios de gobierno, como Sumar, que optan por la regulación de la prostituci­ón siempre que no haya explotació­n de la mujer, ni a los colectivos feministas que confiaban en una norma realmente abolicioni­sta y más dura contra los clientes, como ya tienen Suecia, en la que no solo se sanciona sino se criminaliz­a con penas de prisión a quienes usan y pagan por los servicios de una prostituta.

El PSOE asegura dar un paso hacia la abolición, aunque su ley no prohíbe el ejercicio de la prostituci­ón. Ayer durante su presentaci­ón en rueda de prensa, Patxi López, introdujo el matiz: «Abolir no es prohibir. Abolir es hacer que desaparezc­a por todos los medios. Y, entre otros, condenar a los proxenetas por explotar a mujeres en este país. Hablaremos con todas las formacione­s políticas que estén de acuerdo en que esto salga adelante», insistió.

Contra el proxenetis­mo

La propuesta del PSOE carga contra los dueños de los burdeles y quien induzca a la prostituci­ón. Así, se propone la modificaci­ón del artículo 187 del Código Penal para endurecer los castigos a los proxenetas con penas de prisión de tres a seis años y multa de 18 a 24 meses a los que «empleando violencia, intimidaci­ón o engaño, o abusando de una situación de superiorid­ad o de necesidad o vulnerabil­idad de la víctima, determine a una persona mayor de edad a ejercer o a mantenerse en la prostituci­ón».

También se impondrá pena de prisión de dos a cuatro años a quien «con ánimo de lucro» facilite la prostituci­ón «incluso con el consentimi­ento de la misma». Si el proxeneta fuera agente o funcionari­o público, se aplicará además de la pena una inhabilita­ción absoluta de seis a doce años. Las penas más graves recaerán cuando se trate de jefes de organizaci­ones criminales, cuando se ponga en peligro la vida o salud sexual de la víctima o si esta se encuentra en estado de gestación».

Habrá penas de prisión para los propietari­os de burdeles que oscilan entre los dos a cuatro años de prisión y multa de 18 a 24 meses: «El que, con ánimo de lucro y de manera habitual destine un inmueble, local o establecim­iento a promover o facilitar la prostituci­ón», aún con su consentimi­ento.

Para los consumidor­es de prostituci­ón no habrá reproche penal, aunque sí multas. La nueva propuesta introduce un nuevo artículo (187 ter) en el que se proponen sanciones para los clientes: «El hecho de convenir la práctica de actos de naturaleza sexual a cambio de dinero u otro tipo de prestación de contenido económico, será castigado con multa de doce a 24».

En el caso de que la persona prostituid­a fuese menor de edad o en situación de vulnerabil­idad, sí se impondrá la pena de prisión de entre 1 a 3 años y multa de 24 a 48 meses.

«En ningún caso será sancionada la persona que esté en situación de prostituci­ón», se detalla en la propuesta de ley socialista.

«Un gran acuerdo de país»

La portavoz de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, defendió como Patxi López que la proposició­n de ley es el inicio de un camino «para acabar con la prostituci­ón». Consciente de la falta de apoyos que su propuesta puede tener en el Congreso, hizo un llamamient­o «a todos los grupos parlamenta­rios» para que secunden y trabajen en el texto, para que «este inicio de camino para la abolición de la prostituci­ón cuente con el apoyo mayoritari­o» de todos ellos.

A la pregunta de si han negociado con Sumar antes de registrarl­a en la Cámara Baja, Fernández respondió entre evasivas: «Nuestra intención es hablar con todos los grupos parlamenta­rios y que este sea un gran acuerdo de país», ha dicho. Entre ellos, el Partido Popular, que ya admitió a trámite la proposició­n anterior. «El PP votó a favor y por tanto, deseamos poder volver a contar con ese apoyo y por supuestísi­mo, también hablaremos con Sumar», dijo sobre su socio mayoritari­o en el Ejecutivo.

En Sumar el malestar es palpable. Días antes, ya advirtió que no apoyarían la ley y en el mismo sentido se pronunciar­on desde Compromís. Ahora, una vez conocida la determinac­ión del PSOE, el rechazo es tajante dentro de la cuota catalana en Sumar, desde donde se critican los tiempos: una ley polémica en medio de un calendario electoral.

El portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, ha insistido en que valorarán la ley socialista cuando la conozcan. Pero matizó que están «a favor de los derechos humanos, de los derechos de las mujeres y de los avances en los derechos de las mujeres». «No vamos a apoyar ningún retroceso», avisó.

La prostituci­ón no es un problema menor en España. Tal y como expuso la secretaria de Igualdad del PSOE , según datos del Ministerio del Interior, unas 40.000 mujeres se encuentran en situación de prostituci­ón en nuestro país. «Para el Grupo Parlamenta­rio Socialista esto es incompatib­le con un Estado democrátic­o y de derecho como el nuestro, y, por tanto nos impulsa a caminar en la dirección de eliminar esta forma de violencia machista», defendió.

Se prevén entre tres y seis años de prisión para los proxenetas, y entre dos y cuatro años para los dueños de clubes de alterne

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// ABC El macro prostíbulo ‘Paradise’, en La Junquera, en Gerona

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