El camionero de Sevilla circulaba a 90, «como en piloto automático»
Mata a seis personas, dos de ellas guardias civiles, tras arremeter contra un control de carretera
La autopista Sevilla-Cádiz fue el escenario, en la madrugada de ayer, de un terrible accidente de tráfico. Seis personas, dos de ellas guardias civiles, perdieron la vida a las 4.40 horas de la mañana en el kilómetro 24 de la AP-4. Un camionero, que pudo quedarse dormido, arremetió contra un control de carretera que había desplegado el Grupo de Acción Rápida (GAR) en la carretera. El vehículo se llevó por delante tres coches del Instituto Armado y dos vehículos particulares. Además de los seis muertos, el siniestro dejó cinco heridos, todos ellos agentes.
«Como si fuera con el piloto automático». Así habría hasta el control de carretera el camión. El fiscal delegado de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez, confirmó a ABC que los primeros indicios corroboran la tesis principal que manejan los investigadores y es que el conductor se quedó dormido al volante. Eso explicaría que no se hayan encontrado señales de frenada en el asfalto y que el vehículo pesado se saltara las indicaciones que advertían de que había un control a un kilómetro de donde se encontraban los agentes y otros usuarios de la vía.
Sin señal de frenada
Del estudio inicial del tacógrafo, los agentes han constatado que el vehículo iba a 90 kilómetros por hora cuando colisionó contra el resto. No hay indicio de que el detenido pisara el acelerador. El fiscal delegado explica que de esas primeras averiguaciones se llega a la conclusión que el camión se acercó al control sin aminorar la velocidad y ésta se fue reduciendo conforme se fue llevando por delante los vehículos con los que se encontraba.
A las víctimas, que estaban en el arcén, se les vino literalmente encima el camión. Algunos testigos detallan que sólo pudieron salvar la vida aquellos a los que les dio tiempo a apartarse de la trayectoria del vehículo pesado.
El conductor del camión es español, tiene 59 años y carece hasta la fecha de antecedentes. Tras el siniestro fue detenido y puesto a disposición judicial por seis delitos de homicidio por imprudencia y otros tres por lesiones graves. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Utrera, en funciones de guardia, ordenó, a petición de la Fiscalía, el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Durante su comparecencia judicial, aseguró que no vio el control de la Guardia Civil. La causa la llevará el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Utrera, que estaba de guardia cuando ocurrieron los hechos.
El control que había montado el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil en la autopista estaba señalizado a un kilómetro de distancia. «Estaba perfectamente indicado con señal de reducción de velocidad y advertencia de que se reducía un carril, pero el camión continuó», explica el fiscal delegado. Se trataba de un dispositivo antidroga en una carretera que conecta las provincias de Sevilla y Cádiz, muy utilizada por los traficantes.
El detenido iba acompañado de un segundo conductor como medida de seguridad, y que debía haberse puesto al volante si su compañero no estaba en condiciones de circular a altas horas de la madrugada. El transporte había salido del puerto de Algeciras y tenía como destino Guarromán (Jaén).
Transmoro, empresa con sede en Lucena del Puerto (Huelva) y propietaria del camión, expresó a través de un comunicado que estaban «absolutamente sobrecogidos y consternados por el trágico accidente. Rotos de dolor queremos transmitir nuestro más sincero pésame a las familias de las personas fallecidas». Además se ponían «a disposición de las Fuerzas de Seguridad para colaborar en la investigación y al servicio de las familias».
Los guardias civiles del GAR muertos son el cabo primero Eneko Lira y el guardia civil Juan Jesús López. Ambos pertenecían al primer Equipo Operativo de Acción Rápida y dentro de ella, al segundo EDR (Equipo de Despliegue Rápido), con base en estos momentos en Sevilla. El cabo primero tenía 37 años y residencia en Vitoria (Álava) aunque era natural de Baracaldo (Vizcaya); el guardia civil Juan Jesús López, de 34 años, era de El Ejido. Los dos agentes caídos eran compañeros del que fue asesinado el pasado mes de febrero en Barbate, cuando fue arrollado por una narcolancha. El principio de año está siendo terrible para el GAR, un grupo que nació a finales de los 70 del siglo pasado para combatir el terrorismo de ETA en primera línea.
Los otras víctimas mortales son un vecino de Dos Hermanas, otro de Barbate, un ceutí y un extranjero. De los heridos, hay dos guardias civiles graves y otro más en estado crítico.