Silencio de Negreira ante el juez sobre los pagos del Barcelona
El exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros se acogió a su derecho a no declarar
Guardó silencio. José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), se acogió ayer a su derecho y no declaró ante el magistrado Joaquín Aguirre, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Barcelona, que investiga los pagos que recibió del F. C. Barcelona durante años. Según sospechan el togado y la Fiscalía, a cambio de favores arbitrales.
Tras dos aplazamientos previos por problemas de agenda de su abogado, Negreira compareció como investigado ante el instructor, pero la vista duró escasos minutos, ya que el exdirigente arbitral comunicó que se acogía a su derecho a no declarar. Así, poco después de llegar a la Ciudad de la Justicia, acompañado por su pareja, abandonó los juzgados.
Hace unos meses, a petición de su defensa, que ejerce Daniel PérezEsqué, Negreira se sometió a un examen forense al haber alegado que los problemas de demencia que sufre le impedían ser procesado. El dictamen médico indicó que sí los sufre, pero que en ningún caso le incapacitan.
Por ello, el juez Aguirre acordó el pasado enero la comparecencia como investigado de Negreira, tras concluir que conserva las facultades mentales para ser enjuiciado, en contra de lo que alegó su abogado. Pero, al haberse acogido a su derecho a no declarar, tanto el togado como las partes no pudieron preguntarle por el objeto de los pagos que recibió del equipo azulgrana entre 2001 y 2018, que superaron los siete millones de euros. Cabe recordar que el juez ha prorrogado la instrucción seis meses, hasta septiembre, para que la Guardia Civil pueda concluir su investigación.
En la misma causa también están imputados el hijo de Negreira, Javier Enríquez; el Barça, como persona jurídica; su presidente, Joan Laporta, y los exmandatarios Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. Todos ellos, a la espera de que la Audiencia de Barcelona resuelva sendos recursos contra la decisión del instructor, que cree que los ingresos del club a Negreira pueden suponer, además de un delito de corrupción en el ámbito deportivo, también de cohecho y de administración desleal.
«Desigualdad de trato»
En sus autos, el instructor infirió que los ingresos del Barça a Enríquez Negreira «produjeron los efectos arbitrales deseados» por el club azulgrana y que «debió existir una desigualdad en el trato con otros equipos y la consiguiente corrupción sistémica en el conjunto del arbitraje español». Precisó, eso sí, que eso «no significa que todos y cada uno de los árbitros fueran corruptos, pero sí un grupo de ellos». Ahora tendrá que ser el Instituto Armado el que acredite o no dicha sospecha. Lo que ya han apuntado los investigadores, tras rastrear sus cuentas y varias de sus sociedades, es que el exdirigente del CTA se valió «de personas de su entorno», más allá de su hijo, para blanquear los fondos que recibió del F. C. Barcelona.
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