Del accionismo al poema-imagen
Günter Brus (1938-2024) Figura destacada del movimiento accionista vienés y pionero del ‘body art’
Ha fallecido en Graz, la capital de Estiria, y a los 85 años, Günter Brus, uno de los artistas austriacos más controvertidos, y más conocidos internacionalmente. Siete días después de su muerte se inauguraba, como estaba previsto, una muestra suya en la Kunsthaus de Bregenz, que sigue abierta hasta el 20 de mayo, y que está centrada en sus períodos informalista y accionista. Nacido en Ardning, pueblo de Estiria, tras iniciar estudios de Artes Decorativas en Graz, los continuó en la Academia de Bellas Artes de Viena. En 1960, durante una estancia en Mallorca, una colega norteamericana, Joan Merritt, le habló de Pollock y el ‘actionpainting’. Algunos de los papeles fruto de esa estancia pueden contemplarse ahora en el arranque de la muestra de Bregenz. Surgido en 1964 como una derivación excesiva y con ribetes neodadaístas del informalismo, el accionismo fue una aventura cuatripartita: Brus, Otto Muehl, Hermann Nitsch y Rudolf Schwarzkogler.
El 6 de julio de 1965, Brus recorrió el centro de Viena ‘autopintado’ de blanco, salvo una línea vertical negra dividiendo en dos mitades su figura, resultando una imagen que en clave española cabría relacionar con los ‘medios seres de Ramón Gómez de la Serna. Fuera de una Austria en la que él y el resto de sus compañeros de grupo, todos ellos con tendencia a la autonegación y hasta la automutilación (terrible un corto suyo así titulado), armaron escándalo tras escándalo, registrados en fotografías y películas (varias de ellas, de Kurt Kren), en 1966 participó en el londinense ‘Destruction in Art Symposium’ (DIAS), en el que participaron además, entre otros, Barry Flanagan, nuestro ZAJ Juan Hidalgo, Rafael Montáñez Ortiz, Muehl, Nitsch, Yoko Ono, y Vostell. En el emblemático año 1968, por una de sus acciones, especialmente escatológica, enmarcada en el festival Kunstund Revolution de la Universidad de Viena, Brus fue sentenciado a seis meses de prisión, sentencia que no cumplió pues se fugó a Berlín. Menos conocida, y un poco (pero sólo un poco) más remansada fue el resto de la obra de Brus, consistente en pinturas, obsesivos dibujos (más de 80.000, entre los que destacan los de su ciclo ‘Bild Dichtungen’, ‘poemas-imagen’) y libros, todo ello con un punto neosimbolista y onírico, entre neo-Alfred Kubin (en 2009 el Bruseum de Graz confrontó sus respectivas obras) y neo-Egon Schiele, y con muchísimas referencias literarias (entre otros, a William Blake o Victor Hugo). En 1993 expuso en París, en el Pompidou. En 1997 obtuvo el Gran Premio Estatal de su país. En España, huellas de los excesos del accionismo pueden detectarse en algunos de nuestros conceptuales, por ejemplo en Nacho Criado o en Jordi Benito.