Tener respeto a nuestra nación
El próximo día 6 de abril se celebrará en Sevilla la final de la Copa del Rey de fútbol, entre el Athletic Club de Bilbao y el Real Club Deportivo Mallorca. Un gran partido que refleja el mérito extraordinario de dos clubes legendarios del fútbol español. La organización de esta esperada final correrá a cargo de la Real Federación Española de Fútbol, con la presencia de S.M. el Rey Felipe VI y el apoyo inestimable del gobierno de la nación, y con la ciudad de Sevilla como magnífica anfitriona. Creo que es el momento idóneo para eliminar, de una vez por todas, las enormes y persistentes faltas de educación y de respeto que se han venido produciendo en nuestro país, en modo de silbidos a SM el Rey y al Himno Nacional cada vez que las aficiones de algunos equipos del País Vasco y de Cataluña llegan a esta gran final.
La RFEF está perfectamente capacitada para que esto deje de suceder si tiene interés en ello, además de aprovechar una situación tan importante como ésta para limpiar su maltrecha imagen por asuntos recientes. Propongo una medida, sencilla pero valiente, ya que se está a tiempo para relanzar la grandeza de una competición deportiva tan relevante y de demostrar que es posible respetar a los símbolos de nuestro país si se aplican soluciones para ello. Creo que es importante dejar de actuar por la errónea y falsa excusa de la libertad de expresión.
En primer lugar hay que comunicar por escrito, en las propias entradas, una frase semejante a esta: «En el caso de que se produzcan agravios al himno nacional de España y/o a SM el Rey (incluyendo pitidos), el partido será suspendido y se celebrará al día siguiente, en el mismo lugar, a puerta cerrada».
Y en segundo lugar, en caso de suspensión del partido por cualquiera de los motivos anteriores (silbidos, abucheos, insultos o cualquier agravio de similar naturaleza), se devolverá el importe completo de la entrada a los aficionados que lo soliciten. Cuestión que se publicará previamente en toda la prensa nacional (deportiva y generalista) y, si es posible, se añadirá como texto en las propias entradas para mayor conocimiento de los aficionados.
Si la Real Federación Española de Fútbol y el Gobierno de la nación no son capaces de hacerlo, será porque no quieren o porque no les interesa.
En el caso de que se produzcan silbidos al himno de España y/o a S.M. el Rey, y no se suspenda el partido, cambiaré de canal de TV inmediatamente a pesar de ser muy aficionado al fútbol. Me gustaría que esto último fuera así en una mayoría de los casos, por seguir sin aplicar medida alguna (bajar el volumen de la televisión no es ninguna medida). Pero, indudablemente, cada ciudadano decidirá lo que quiera.