El Consejo Europeo se reúne con los ecos de la guerra de Ucrania cada vez más cerca
Los líderes de la UE quieren dejar claro que mantienen su apoyo a Ucrania
El Consejo Europeo que comienza hoy en Bruselas está destinado a ser una de las referencias para el futuro próximo de la UE. Centrado en Ucrania, la evolución de la guerra y la perspectiva de que un día este país sea miembro de pleno derecho, Kiev será el eje sobre el que van a girar todos los debates, pero primero es necesario aprobar las medidas imprescindibles para permitirle ganar el conflicto o, al menos, hacer que el dictador ruso Vladímir Putin lo pierda. Contrariamente a lo que han sido hasta ahora estas reuniones de los líderes europeos, lo primero que tienen que calcular para ponerse de acuerdo es el número de obuses de artillería que pueden proporcionar a los ucranianos en un ambiente en el que algunos presidentes, como el francés Emmanuel Macron, hablan abiertamente de la perspectiva de enviar tropas terrestres sobre el terreno.
El objetivo político de la cumbre es precisamente enviar el mensaje claro de que Europa no va a dejar a caer a los ucranianos, ahora que las cosas no van bien en el frente y que en Estados Unidos los aliados de Donald Trump están bloqueando la aprobación de una ayuda de 50.000 millones.
«Está claro que Rusia no se detendrá en Ucrania, como no se detuvo en Crimea hace diez años. Rusia es una grave amenaza militar para nuestro continente y si no logramos una respuesta correcta de la UE y no brindamos a Ucrania suficiente apoyo para detener a Rusia, seremos los siguientes. Por lo tanto, debemos estar preparados para la defensa y pasar a un modo de ‘economía de guerra’. Es hora de asumir la responsabilidad de nuestra seguridad», ha dicho el presidente del Consejo, Charles Michel, en un artículo publicado ayer como anticipo de esta reunión.
Michel se reunió con Denys Shmyhal, el primer ministro ucraniano, como preparación de la reunión en la que la Comisión Europea tiene que aportar un informe con su opinión sobre la pertinencia de avanzar en las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia. «Hemos tenido una reunión productiva
con Charles Michel», dijo Shmyhal en redes sociales. «Agradezco el apoyo financiero a Ucrania y la decisión de diciembre de abrir negociaciones de adhesión. Ahora es importante adoptar sin demora el marco de negociación». En este asunto muy probablemente no habrá discrepancias y las pocas que pueda haber vendrán del hecho de que la Comisión también tiene que decir si cree que ya se pueden abrir esas negociaciones con Bosnia y Herzegovina como piden algunos países como Croacia, o si creen que aún no están preparados.
Sin embargo, todos los temas vuelven a Ucrania y si al final aceptan decirle que sí a Bosnia será porque, políticamente, no pueden negarle un trato al menos similar. Por lo que respecta a Ucrania, se ratificará la decisión de otorgarle otros 5.000 millones de ayuda inmediata del Fondo Europeo de la Paz. Si los juristas consideran que es posible, buscarán la fórmula de aprovechar los rendimientos de los haberes rusos congelados en Europa por las sanciones, para obtener fondos que puedan servir para comprar armas y municiones para Kiev. El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, verá reivindicado el esfuerzo que consagró para elaborar la llamada «brújula extratégica» de la UE y que los líderes contemplan ahora con mucho más interés.
Producción de municiones
En su artículo, Michel se felicita de que los europeos «hemos dado un paso adelante en la fabricación de armamento», a pesar de que no se ha podido cumplir –ni de lejos– la promesa de haber enviado al frente un millón de obuses en febrero pasado. Michel cree que es un avance que la industria de defensa europea haya incrementado su capacidad de producción en un 50% desde el inicio de la guerra, con lo que espera que «duplicaremos la fabricación de municiones a más de 2 millones de proyectiles al año», aunque eso será a finales de 2025, es decir, con más de 20 meses de retraso.
En las últimas semanas y ante la penuria de munición de artillería en todos los ejércitos europeos, el Gobierno checo ha logrado encontrar existencias en lugares inesperados de todo el mundo, algunos incluso suministradores históricos de Rusia, con lo que se espera que mejore un poco la situación a corto plazo para los militares ucranianos.
«Debemos estar preparados para la defensa y pasar a un modo de ‘economía de guerra’», dice el presidente del Consejo, Charles Michel