La Copa reabre el debate del fútbol sala y las faltas
La supuesta permisividad arbitral con los contactos amenaza la esencia de este deporte. El colegiado Martínez Flores explica el criterio que siguen para tratar de proteger el espectáculo
Como cada año, la Copa de España de fútbol sala propicia un profundo debate entre los aficionados, y Cartagena 2024 no es una excepción. Muchas voces señalan al arbitraje actual por ser permisivo con los contactos y contribuir a que se pierda la esencia de este deporte, la de jugadores habilidosos cuya magia estaba protegida por un bonus de faltas con objeto de favorecer el juego vistoso. Sin embargo, ahora es habitual que los jugones sean frenados una y otra vez a base de empujones sin llegar a esa penalización, lo que favorece a las defensas, atasca los partidos y ayuda a que, como ha sucedido en esta edición, en los cuatro partidos de cuartos solo se anotasen diez goles.
Para analizar la raíz de este asunto y cómo están siendo los arbitrajes del torneo, ABC ha hablado con Alejandro Martínez Flores, uno de los árbitros españoles más reconocidos, con experiencia en Eurocopa y Mundial y miembro de la pareja que dirigió el derbi de la máxima rivalidad entre ElPozo Murcia y Jimbee Cartagena. Atiende a este periódico tras una reunión de la Comisión Técnica Nacional de Árbitros de Fútbol Sala (Ctnafs) para analizar los arbitrajes en cuartos. «Parece que contesto en plan corporativista, pero realmente tras las sesiones de vídeo salen unos resultados bastante adecuados a lo que se pide del arbitraje, con más luces que sombras».
Estas reuniones dan una idea del trabajo que hay detrás de los arbitrajes. «Enfocamos los torneos de forma muy similar a los jugadores. Trabajamos muy duro, casi a cuchillo, para hacer una gran temporada y meter la cabeza en esta competición, porque es la guinda del pastel. Estar aquí es lo máximo. Y una vez que entramos sí tenemos un trabajo especial, y no solo los dos árbitros, sino también con el tercer y el cuarto árbitro y el cronometrador». Siendo una cita tan especial en el calendario del fútbol sala, Martínez Flores reconoce que también lo es a la hora de arbitrar. «Es diferente a la liga regular, la responsabilidad en un partido de Copa es mayor porque la expectación es mayor, porque el torneo te demanda aún más concentración y rigor, y tiene mucha repercusión mediática».
El doble penalti agoniza
Respecto a la polémica de todos los años, sobre lo difícil que es hoy por hoy ver un doble penalti, el colegiado lo tiene muy claro. «Aquí hay un poquito de sugestión por parte de todos. No puedo negar algo que tanta gente pone de relieve y que quizás tengan parte de razón, pero yo te digo cómo funciona la mentalidad arbitral en cualquier partido de fútbol sala. Cuando se llega a la quinta falta todos sabemos que el castigo es importante y puede ser trascendental. Pero otro aspecto importante es, que cuando un equipo llega al bonus, no defiende igual que cuando comienza el partido. Todo se une, pero yo me caso más con lo segundo porque soy de los que piensa que los equipos saben perfectamente hasta dónde pueden llegar si han alcanzado la quinta falta. Pero entiendo ese comentario recurrente de que el árbitro a partir de la quinta falta ya no tiene ganas de pitar más porque no se atreve. Si te das cuenta, la sexta falta que sea clara se va a pitar porque si no va a ser contraproducente para el árbitro, para el partido y para el espectáculo. Además mantener el criterio es superimportante».
Más allá de esa actitud frente a la sexta falta, de fondo también se discute la supuesta permisividad con los contactos. «Desde la Comisión hemos luchado siempre para aplicar el reglamento beneficiando al espectáculo. Tocamos fondo hace dos temporadas con una apreciación arbitral quizás no consecuente con la reglas y con lo que decía la Comisión sobre el uso ilegal de los brazos. Ahora las consignas se han endurecido. El empujón, mover el cuerpo en el bloqueo… intentamos sancionarlo de manera fehaciente desde el primer minuto, marcando un listón a los equipos en pro del espectáculo. Esta temporada ya se está notando, la liga tiene muchos más goles y los atacantes ahora salen mejor de esos forcejeos. Y el resultado no está siendo malo a pesar de que esta Copa está teniendo pocos goles por la capacidad defensiva de los equipos y no tanto por esos contactos ilegales».
Sobre la posibilidad de pitar la final, Martínez Flores asegura que lo importante es «que todo salga bien y quede el recuerdo de una Copa maravillosa. He estado en torneos en los que no ha habido tanta suerte arbitralmente y el regusto es muy amargo». de Fútbol Sala
Barcelona - Palma 1-1 (4-3)
18.30 ElPozo - Jaén 3-3 (5-4)