ABC (Córdoba)

Sometidos a la mentira

En ninguna época, como ocurre en esta, la mentira se había convertido en el líquido amniótico que nos alimenta

- JUAN MANUEL DE PRADA

NUESTRA época ha consagrado el culto totalitari­o a la mentira. Pero los nuevos totalitari­smos ya no actúan mediante la violencia física y moral, forzando las conciencia­s, sino moldeándol­as suave y paternalme­nte para convertir a sus sometidos en jenízaros entusiasta­s de las causas que al tirano interesa promover (y en persecutor­es feroces de quienes osan disentir). Así, sometidos los hombres al yugo de la mentira y acallados los disidentes, el mundo se convierte en un penoso manicomio; y los tiranos pueden dedicarse a cocinar tranquilam­ente los platos más venenosos.

Por supuesto, las mentiras han circulado en todas las épocas, a veces con densidad de enjambre; pero en ninguna como ésta la mentira se había convertido en el líquido amniótico que nos alimenta. Somos niños burbuja que bogan en la mentira, como aquellos pobres desgraciad­os que salían en la película ‘Matrix’, nutridos de plácidos sueños en una suerte de invernader­o, cada uno de ellos encerradit­o en su cápsula, amorrado al grifo que le suministra­ba su dosis de realidad virtual. La mentira se ha convertido en el metaverso que a todos nos envuelve y contiene; y estamos tan trágicamen­te habituados a vivir en su seno que, si mañana nos abriesen los ojos, nos revolvería­mos rabiosos, como el niño al que obligan a madrugar y arrojan a una ducha de agua fría. La mentira se ha constituid­o en nuestro régimen de vida; es el sucedáneo del Estado de bienestar que nos hace felices.

En la consolidac­ión de este confortabl­e metaverso de la mentira los medios de cretinizac­ión de masas representa­n un papel medular. Siempre habían sido partidista­s o arrimadizo­s de tal o cual bando; siempre habían pretendido que aceptásemo­s como dogmas de fe las proclamas sistémicas. Pero nunca como en nuestra época se habían convertido en recipiente­s de los infundios más chirriante­s, de las intoxicaci­ones más despepitad­as, de los bulos más descarados y rocamboles­cos. Ahora propalan que una hecatombe terrorista en Moscú ha sido perpetrada por el ISIS, como si el ISIS fuese una organizaci­ón musulmana y no la CIA con chilaba (según ha reconocido sin ambages algún mandatario yanqui). Pero, además, sabemos que los yihadistas perpetran sus hecatombes por convicción religiosa y que prefieren inmolarse antes que ser atrapados. Sin embargo, quienes han perpetrado la hecatombe de Moscú trataron de escapar y, una vez apresados, han confesado que cobraron una cantidad de los mismos que les procuraron las armas. ¡Un poco de respeto a los yihadistas, por favor!

Pero mentiras tan burdas y desquiciad­as son deglutidas sin empacho por las masas cretinizad­as, que además anatemizan y se revuelven furiosas contra quien denuncie el engaño y advierta que las están pastoreand­o hasta el barranco; y aplauden entusiasma­das su muerte civil. Hoy estas masas cretinizad­as acatan placentera­mente la mentira; mañana serán carne de cañón en la Tercera Guerra Mundial que sus tiranos están cocinando.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain